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Cristian Torres Rodríguez (2)

Por Cristian Torres Rodríguez

«La tristeza no tiene fin, la felicidad sí», dijo en una canción el poeta y músico Vinicius de Moraes nacido en Brasil, país que huele, siente y palpita con el fútbol, aunque en las últimas copas del mundo acumule fracasos. Este domingo se acaba la felicidad de Rusia 2018 y la tristeza continúa con la confabulación de la sociedad que se encarga de construir esa realidad de «a puño», la cual se abre campo en los espacios noticiosos y que recuerdan que Colombia es un país violento, donde Iván Duque será el próximo presidente.

El fin del mundial multiplica la tristeza y no solo lo hará para quien pierda la final entre Francia o Croacia. Una vez se conozca al campeón del mundo, restarán 1586 días para dar inicio a otra copa mundial, la próxima vez, en el exótico emirato de Catar, el que tal vez será, el último mundial con algo de fútbol serio.

Se pensará que en estos próximos 4 años el fútbol no estará ausente. Caminando rápido se pueden fijar en las ligas europeas, la Copa América, la Eurocopa, las Champions y hasta en el accidentado rentado nacional, pero no es lo mismo. No hay un espacio semejante a la Copa del Mundo a donde la testosterona y el honor de vestir una camiseta o de unir a un país, y a veces hasta un continente, cobre tanta relevancia.

Hay que aprovechar lo que resta, pues la danza de los millones está acabando paulatinamente con el fútbol, al punto que por dinero hoy importa más jugar para un club que para una selección. Se convirtió en deporte salir eliminados del mundial sin lágrimas. Rusia 2018 así lo evidenció con las potencias prematuramente eliminadas, donde la mayoría de los jugadores no quería jugar, solo descansar en su periodo de vacaciones para estar a punto con sus clubes y exigentes temporadas que contienen una cantidad de partidos que no ofrecen calidad.

Lo mismo con el mundial, es el principio del fin. Es sabido que con sobornos a Catar la FIFA le adjudicó la próxima Copa del Mundo, un país del que jamás, alguien que lea este artículo, habrá visto jugar un partido en su vida. Así son las cosas ahora, por eso hay que aprovechar lo que resta, pues Catar será el último mundial con 32 equipos. El siguiente que se disputará en suelo norteamericano para 2026 será una recocha que parecerá unos inter-colegiados con 48 selecciones en su mayoría inhóspitas en medio de una poderosa comercialización, donde importará más el dinero y seguro será fácil clasificar. ¡Se ‘descualquieró’ esta vaina!

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Twitter: @cdtrnews

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