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Josué-Martínez-FPor: Josué Martínez

Hay quienes dicen que la misma naturaleza está poniendo todo en orden, que se reajusta, que reclama su lugar, tiendo a pensar que tiene mucho sentido esa hipótesis. Lo cierto es que a medida que la calidad del aire mejora, sana la capa de ozono, los animales se pasean por las avenidas, las playas se descontaminan y los grandes montes del mundo se logran ver a kilómetros de distancia, antes tapados por la contaminación; esta emergencia social, económica y sanitaria parece poner las prioridades del ser humano en orden, parece.

Ha hecho que, por ejemplo, estemos hablando de empezar a dar importancia a carreras como las del sector de la medicina, que pensemos en reajustar la forma en que se valora el trabajo de los campesinos y los agricultores, que aterricemos esa idea de que dedicarse a ser youtuber es el futuro de la juventud y socialmente tal vez está trayendo las más importantes reflexiones.

Está claro que esta emergencia ha puesto en evidencia todo por lo que se venía protestando y ahora no hay quién se atreva a contradecir que tenemos un país críticamente desbalanceado, que los recursos están mal repartidos y que la forma de ver la sociedad desde lo económico tiene que cambiar. Pero más allá de eso, la situación puso a las personas a pensar en los demás, (a la mayoría, al menos) a poner necesidades ajenas un escalón por encima en importancia que las propias, a llevar al terreno de lo real esas tan ancestrales consignas tales como: en Colombia donde come uno comen dos, etc.

Y aunque todo esto sea evidente y por momentos positivo (si cabe), quisiera ver varias cosas una vez todo vaya retornando, muy lentamente como advierten los expertos, a una relativa y entre comillas normalidad. Ahora que el planeta descansó y los recursos naturales están brotando libremente ¿Vamos a salir con la enseñanza de lo que pasó y vamos a hacer uso de esos recursos de una manera medida y respetando el medio ambiente, o vamos a salir desenfrenados a arrasar con todo ya que hay abundancia y hay que recuperarnos económicamente?

Quisiera ver qué tipo de conclusiones sacan las autoridades por ejemplo en materia de educación, dada la paradoja que en un país con un porcentaje de más de la mitad de estudiantes sin acceso a Internet y obligados por la emergencia, los profesores se han dedicado a enviar trabajos sin compasión en cantidades industriales a sus alumnos, muchos de ellos para realizar exclusivamente con herramientas tecnológicas que la mayoría no tiene, ya que, según datos oficiales, 4 de cada 10 niños no tiene acceso a Internet en Colombia.

Quisiera ver cómo queda la imagen del Congreso en un país tan necesitado y tan desigual, cuando comenzando el cuarto mes del año y atravesando por la emergencia más importante y delicada de la historia reciente, apenas si se han reunido una vez. Alguien dirá que habría que mirar el contexto y demás, yo le respondo que vaya y se dé un paseo por las condiciones en que el sector salud está enfrentando la emergencia, le diría también que vaya y se dé un paseo por las fincas de los campesinos que están abasteciendo a las ciudades de alimento y les pregunte cuánto les pagan por su trabajo, le diría que vaya y hable con las miles de familias que en plena cuarentena están saliendo a protestar a las calles poniendo en riesgo su vida, porque tienen más hambre que miedo al coronavirus; vaya y les habla a ellos de contexto.

Por eso creo, aunque suene imposible, que la única medida aceptable para tomar una vez la pandemia vaya dando posibilidad es replantearnos la existencia a profundidad no con medidas superficiales. Alguien alguna vez se inventó la forma en que se debería distribuir la riqueza y los recursos, alguien alguna vez creyó aceptable que algunas pocas personas gasten miles de millones de pesos en productos suntuarios, mientras muchas otras personas trabajen de sol a sol y de domingo a domingo para a duras penas pagar sus necesidades básicas y alimentarse muy regularmente.

A alguien alguna vez se le ocurrió que los casi 200 representantes a la cámara y más de 100 senadores tuvieran sueldos estratosféricos en un país en donde niños mueren de hambre, que porque eran los honorables congresistas quienes marcaban el rumbo de un país a través de las leyes. Pero vaya sorpresa, esos honorables seres se hacen escoger entre ellos mismos, entre conocidos, entre familiares, la mayoría de ellos con algo en común, han tenido todas las condiciones económicas, son de familias ricas y no conocen ni han sentido nunca las necesidades de los verdaderos ciudadanos de a pie. Me puede alguien explicar racionalmente cómo van a saber llevar el rumbo de una sociedad que desconocen, que no es la de ellos.

Hay que volver hasta donde haya que volver, hay que hacer la trazabilidad del virus de la desigualdad para puntualizar el origen y atacarlo, corregir lo que se hizo mal, tomar los dados y volver a lanzar. ¿No responden nuestros hábiles y altruistas gobernantes cuando se les pide cuentas por algún problema, que es una situación de muchos años y que ellos no son los culpables? Puede que eso sea cierto, pero sí tienen la responsabilidad de corregirlo, porque sabiendo que existían, se lanzaron como candidatos.

Está claro que el país está cansado del saqueo, de la corrupción, del clientelismo, de la política desgastada y aprovechada,  del hambre, de la desigualdad, de la escasez, de la falta de oportunidades, de la mala distribución de los recursos, del abuso de poder, del abandono del estado, del oficialismo, de la falta de libertad de expresión; quisiera ver que la pandemia más demoledora de los últimos tiempos sea la razón para barajar de nuevo las cartas, porque si no, entonces qué lo hará.

@Josu05660185

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