Esta remembranza llegó a mi mente a raíz de las medidas que tomaron los equipos y las autoridades locales en los últimos cuadrangulares donde determinaron que cuando Santa Fe fuera local solo entrarían hinchas cardenales y si los hinchas embajadores querían asistir, no lo podían hacer con la camiseta de su equipo (y viceversa).
A esto hemos llegado por la seguridad y el bienestar de los aficionados al fútbol capitalino, pero la historia se repite en otras ciudades, la policía piensa en cierre de fronteras para evitar que hinchadas visitantes acompañen a su equipo debido a su repetitivo mal comportamiento.
Las barras bravas dan un buen espectáculo en el estadio, alientan al equipo sin descanso pero tambien han espantado a mucho hincha que quiere ir a acompañar pero que, por temor, prefiere abstenerse y evitar riesgos. Yo no voy a un clásico hace mucho tiempo. Mi hijo me ha dicho que quiere vivir un derby capitalino, pero no he querido llevarlo y, si algún día me animo, no creo que vayamos con camiseta roja.
Este post tiene la misión de tratar de hacerle ver a esos hinchas un poco beligerantes de ambos equipos, y en general a todas las hinchadas del país, que no tiene porque declarársele enemigo ni objetivo militar al hincha del equipo contrario, es un absurdo desde todo punto de vista. Yo tuve esposa hincha de Millonarios y, mientras duró, me hizo muy feliz. Mi hermano es azul y mi ahijado también lo es y, cuando nació, sus primeros zapatos se los regalé yo y tenían el escudo embajador. Extraño esa sana convivencia.
Es por eso que he decidido invitar a una de las muchas buenas hinchas de Millonarios que me siguen en Twitter para que hable de la pasión por su equipo como ejemplo de convivencia entre hinchas. Aclaro que en el momento de la entrevista fue que la conocí y me pareció una excelente niña, que ama a su equipo y tiene la misma pasión que yo, solo que esa pasión tiene un color diferente. Agradezco a @Maflecita ( María Fernanda Pataquiva Lozada- Comunicadora Social ) por aceptar la invitación y por su valentía, pues le advertí que podría ser víctima de críticas pero entendió que la razón de ser de este escrito es tratar de dar ejemplo a los hinchas violentos para que no se maten por una camiseta. A continuación, preguntas de un santafereño a una embajadora.
¿Por qué eres hincha de Millos? ¿Cuáles son los orígenes de la pasión por tu equipo?
En 1988, estábamos en casa con mis papás, que son hinchas azules, viendo el partido de la final donde Millonarios quedó campeón y ellos me vistieron con uniforme de porrista. Salimos en un Renault 4 a celebrar y a echar harina por el barrio: ese recuerdo es imborrable. Además, mi abuelo también fue amigo de Alfonso Senior, el mejor directivo azul que hemos tenido y el que hizo grande a mi equipo.
¿Cuál ha sido el momento más triste pero también el más feliz que te ha dado tu equipo?
Sin lugar a dudas, la estrella 14 (16 de diciembre de 2012). Ha sido el momento más feliz, no solo desde el punto de vista futbolístico, sino de mi vida entera, nada se compara con eso. Ese día estaba en el estadio y sufrí mucho porque nos fuimos a penales contra el Medellín. Por cábala, nunca veo los penales que cobra Millonarios, así que me puse de espalda. Cuando Delgado tapó, estallé en alegría y llanto. El momento más triste fue la vez que Nacional nos ganó la Copa Merconorte. Lloré sin consuelo como por tres horas.
¿Qué es lo más loco o irresponsable que has hecho por tu equipo?
Cuando tenía 15 años le mentí a mi mamá. Le dije que me iba a ciclovía y luego a cine con unos amigos, pero en realidad me fui para el estadio a ver un partido entre Millos y Nacional. Ese día, preciso, hubo problema pues cogieron el bus en que íbamos a piedra. Sé que fue muy arriesgado e irresponsable, no lo repetiría jamás.
¿Cuál crees que es el mejor jugador de Millonarios en toda su historia?
Sin ver a Di Estefano, creo que ha sido lo más grande que ha pasado por mi equipo. De los que sí he visto jugar, creo que Harrison Otálvaro y Máyer Candelo, a quienes tengo mucho que agradecer.
¿De Independiente Santa Fe a qué jugador admiras?
(Risas) A ninguno, me cuesta hablar de Santa Fe. La verdad es que para que yo admire a un jugador que participa en la Liga Postobón, tiene que vestirse de azul.
¿Has tenido novio santafereño?
No, nunca. Tuve un novio al que no le gustaba el fútbol y eso fue muy complicado porque yo soy muy aficionada al fútbol en general, así que la relación no prosperó.
¿Pero el padre de tus hijos podría ser cardenal? Recuerda que los polos opuestos se atraen
No (risas), Bueno, no sé, lo veo complicado por mi pasión por el equipo, pero uno nunca sabe. Lo que sí es cierto es que lo ideal es que el príncipe siempre sea AZUL.
¿Cuál es el gol que más recuerdas de Millonarios?
El gol de Harrison Otálvaro en Ibagué, en el último minuto, que nos dió el pase a la final y, a la postre, el título del segundo semestre del 2012.
¿Y el clásico que más recuerdas cuál es? ¿Cuál clásico dejas para el olvido?
Año 2007: Gerardo Bedoya hizo el gol del triunfo y así completamos 100 victorias frente a Santa Fe. El clásico para olvidar: uno reciente en que íbamos perdiendo 4 a 0 pero reaccionamos dejando el marcador 4 a 3. Fue bueno verlos sufrir a ustedes y terminaron pidiendo tiempo (risas).
¿Qué piensas de las barras bravas en Colombia?
Me parece que deberían centralizar esa pasión por sus respectivos equipos solo para hacer cosas buenas, de hecho ya se están haciendo algunas, pero es triste que en nuesto país los noticieros prefieran solo mostrar siempre lo malo. El fútbol es demasiado bonito como para mancharlo de sangre.
¿Cómo es tu comportamiento en el estadio? ¿Cómo expresas los nervios y la pasión por tu equipo?
Grito mucho, nunca en contra de mi equipo, nunca los madreo. En general, siempre voy a alentar y no a criticar. Cuando están jugando mal, calmo mis nervios mirando el celular.
Aparte de las camisetas de Millonarios, ¿qué más cosas tienes del equipo?
De todo, mandé a hacer una caricatura mía con la camiseta del equipo que ocupa media pared de mi habitación, una bufanda muy especial que me regaló un amigo que lamentablemente ya murió, pocillos, peluches, un álbum de fotos.
¿Has visto a tu equipo fuera de Bogotá?
No, precisamente esa inseguridad no me ha permitido acompañarlo porque en otra ciudad el tema es mucho más complicado. Espero hacerlo algún día.
¿En el ámbito internacional cuáles son los equipos que te gustan?
River Plate. Me dio muy duro cuando se fueron a la B, pero afortunadamente ya regresaron. Gusto de otros equipos como el Inter de Milán, el Chelsea y el Barcelona de España.
¿Quien es el mejor jugador de fútbol del mundo de toda la historia?
Aquí se me van a ir muchos encima porque la pelea entre Pelé y Maradona es dura, pero para mí es Diego Armando porque, cuando Maradona llegó a la cima el fútbol, la disciplina futbolística era mucho más competitiva que en la época de Pelé.
¿Te harías un tatuaje de tu equipo?
Jamás, no porque me falte amor por el equipo, lo que pasa es que le tengo pavor a las agujas (risas). Prefiero meterme mil pepas a dejarme inyectar.
¿Si tuvieras la posibilidad de salir con un jugador de Millonarios, lo harías?
(Risas) obviamente (risas),tiene que ser soltero, pero sí, lo haría.
¿Y quién sería el afortunado?
Lewis Ochoa es mi amor platónico, amo ese hombre, mi morenito cejudo.
¿Y por qué no con Wason Rentería?
Con Wason debe ser muy divertido salir a bailar salsa o champeta, pero no.
¿Qué mensaje final le darías a los violentos del fútbol para que cambien su actitud?
Que el fútbol es pasión y la pasión es amor. El amor por tu equipo no debe transformarse en violencia. Que piensen que lindo sería volver a las épocas pasadas donde se podía lucir la camiseta de tu equipo con orgullo en cualquier sitio sin temor a ser atacado. Que bonito sería poder ir a cualquier ciudad sin vetos y alentar al onceno de tu predilección.
Como ven, queridos amantes del fútbol, la convivencia en paz sí es posible. María Fernanda es una niña excepcional, hincha del azul y pudimos tener una conversación cordial. Ya estamos haciendo planes para departir en un sitio diferente al de esta entrevista, no le puedo echar los perros porque ya saben su respuesta, pero me está convenciendo de que volvamos a un clásico JUNTOS, como siempre debió haber sido, rojos y azules en fraternidad y sin temores.
Gracias a @LAPASSAROLA café orgánico Cra 28 No 42-50 barrio La Soledad (donde se realizó la entrevista) y a Tarcisio Rincón Grecco-Fotógrafo.
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