¿Sabe usted qué es la empatía? Es una palabra que necesitamos comenzar a repetir más seguido y, sobre todo, a sentir más frecuentemente.
En este país pasan tantas cosas todos los días, que la gravedad de los asuntos se vuelve paisaje rápidamente y todo se olvida. Simplemente alzamos los hombros, echamos la culpa a otros y seguimos nuestro camino no sin antes mostrar indignación viral en redes sociales porque siempre vienen bien unos likes.
Pero desde hace un tiempo hemos comenzado a escuchar y a decir una palabra cuyo significado expresa sentimientos buenos y nobles. Se trata de un término que utilizamos para sentir que estamos haciendo las cosas bien… solo para eso, porque la verdad es que el sentimiento que lo acompaña nos resbala.
¡Nada qué hacer!
Esta palabra es ‘Empatía’, y su significado literal es el siguiente: «Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona». Mejor dicho, ponerse en los zapatos de los otros, vivir a través de los problemas o triunfos de las personas para que así la vida y el universo nos conecten como seres humanos en un mismo sentir.
Entonces le pregunto para que usted se examine sinceramente y se responda:
¿Usted ha sentido empatía verdadera?
¿Cuando entrega una moneda a alguien que pide en la calle lo hace pensando por un momento en la tristeza que esa persona puede estar sintiendo?
Le prometo que no, porque si así fuera y usted sintiera verdadera empatía, ayudaría mucho más.
Si usted va en un transporte público y ve que una persona está siendo robada y su reacción es preguntarle si está bien después de que el ladrón se ha ido ¿Cree que hizo bien?
Lo dudo, si usted hubiera sentido empatía seguro se hubiera lanzado encima del ladrón sin importar nada más.
Decir «pobre gente, Dios los cuide» mientras ve las noticias horribles del mundo no es empatía, si así fuera usted haría algo más.
Y no, no quiero echarle en cara nada; yo también hago parte de su grupo.
Cabe resaltar que sí hay gente que tiene la capacidad de sentir verdadera empatía y son ellos quienes marcan la diferencia, quienes dan la mano, quienes reaccionan y quienes de verdad quieren cambiar las cosas.
Pero les toca duro porque tristemente son pocos y la situación negativa del país es más fuerte.
Entonces, ¿qué pasaría si todos fuéramos más empáticos? Pues sencillo, pasaría que todos nos ayudaríamos, todos reaccionaríamos, estaríamos conectados y pendientes de los demás, dispuestos a ayudar, a ejercer presión por el cambio, a querer y lograr un país diferente, un mundo distinto…
Lo cierto es que nuestra empatía solo se siente cuando la Selección Colombia hace un gol y desaparece cuando se acaba el partido para volver a hacernos los de la vista gorda y, además, expertos en buscar culpables en otro partido político. Y eso es lo más triste de todo.
La política y los políticos carecen por completo de empatía. Por eso nunca hay soluciones y sigue pasando de todo. Mi intención es que nos examinemos y miremos alrededor para tratar de conectarnos con las miradas que no vemos por andar cabizbajos peleando con desconocidos a través del celular.
Empatía, eso es lo que nos hace falta.
Feliz semana.
– Diego Mauricio Pineda R.
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