El Eje de izquierda que esta ¿rodeando¿ a Colombia y sus implicaciones

Mucho se esta hablando del nuevo “eje del socialismo” que esta rodeando a Colombia por todos lados. Hasta fotografías de reuniones presidenciales, que de otra forma no tendrían ningún significado político, se han exhibido en las ultimas semanas como pruebas de este frente de izquierda que se esta formando en las fronteras de Colombia y que nos está dejando solos en la región. Con Chávez en Venezuela a la cabeza, Evo Morales en Bolivia, y ahora Ortega en Nicaragua y Correa en Ecuador, los analistas presagian toda clase de inconvenientes diplomáticos y dificultades en nuestras relaciones con estos países. Ya hablan del “aislamiento” de Colombia en el contexto latinoamericano.

La realidad sinembargo es muy diferente. Hay algunos elementos muy claros que destacar en este fenómeno que vale la pena analizar:

–         Latinoamérica no aprende de la historia. Esas oleadas de izquierda autoritaria han ido y venido por esta región, generalmente con nefastos resultados para los países que las sufren. Que país del mundo puede mostrar que nacionalizando compañías que estaban en manos privadas, se logra mejorar su situación política y económica? Esas herramientas propias de principios del siglo pasado que ya mostraron su rotundo fracaso alrededor del mundo, están apelando solamente a una población cansada de un modelo económico que no les ha brindado los beneficios que esperaban, pero la alternativa planteada por el socialismo autoritario y estatista es aún peor. Estos procesos de nacionalización generan ineficiencia, corrupción, excesivo crecimiento burocrático, desestabilización económica, falta de confianza en la economía y la estabilidad política de un país, y esas son las consecuencias mas leves. Al final esto genera pobreza, desempleo e inestabilidad. Esas son las consecuencias graves.

–         El hecho de que estos países se muevan hacia un socialismo autoritario con el estado interviniendo o tratando de intervenir en todos los ámbitos sociales y económicos, de hecho beneficia a quienes, como Colombia, han tomado el camino del libre comercio, el fomento de la inversión extranjera y la internacionalización. Ahora los inversionistas y analistas económicos miran con cautela a estos países y están considerando otras alternativas para invertir en la región. Esas alternativas se llaman Colombia, Perú, Chile, Argentina, México, Brasil y todas las demás naciones del hemisferio que aprendieron la lección del debacle que representa un socialismo como el que están proponiendo los lideres de Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Y es importante anotar que países como Chile, Brasil o Argentina tienen gobiernos de izquierda, pero que son concientes de las nuevas realidades económicas y políticas en el ámbito internacional

–         Es importante diferenciar entre izquierda y socialismo autoritario estilo Chávez. La izquierda política que se ha aferrado en naciones como Chile, Brasil, Argentina y, para hablar de otras latitudes, Muchos países en Europa y Asia, Es una izquierda responsable, comprometida con lo social y lo económico, reconociendo ambos elementos como fundamentales para el desarrollo de un país. El capitalismo con carácter social, como alguna vez se denominaron sectores de la izquierda Europea, en donde el componente social, al menos en el papel, tiene un valor importante, es un contrapeso al modelo netamente neoliberal. La redistribución de la riqueza, la inversión en los sectores sociales menos favorecidos y la generación de alternativas de empleo y de una economía sólida que las mantenga e incremente son parte de este modelo. Todo esto se logra con un sistema económico basado en la inversión, la estabilidad política y en estos tiempos de globalización, la internacionalización de nuestra economía. La izquierda Colombiana, por lo menos con lo que ha propuesto en las recientes campanas políticas, parece estar basada en estos principios y no tiene realmente el corte autoritario de lo que ocurre en Venezuela o Bolivia.

–         Este Eje socialista esta originalmente compuesto por países cuyo mayor recurso es el energético. Venezuela, Bolivia y ahora Ecuador pueden hacer uso de sus inmensos recursos para implantar estos modelos y financiar esta supuesta Revolución social. Cuba y Nicaragua se han unido al grupo con objetivos políticos y económicos. En esta estrategia hay dos elementos importantes: Primero, los costos de esta revolución se van a sentir fuertemente cuando los recursos se acaben (que se van a acabar) ó los precios bajen (que no parece que vaya a suceder en el corto plazo). Cuando esto ocurra, como se va a mantener entonces la “revolución social”? Una economía totalmente dependiente de un solo recurso esta destinada a ser pobre. El famoso “síndrome holandés” se está experimentando una vez más en estos países con las terribles consecuencias que esto conlleva para el sostenimiento futuro de sus economías y sistemas políticos. Segundo, los otros miembros del “Eje” no son considerados realmente naciones ricas en recursos naturales. Cuba y Nicaragua son parte de un esfuerzo hemisférico emprendido por el presidente de Venezuela de ampliar su área de influencia geopolítica en la región. Chávez necesita esto para poder sostener su retórica antiimperialista y seguir manteniendo su papel de líder regional, algo que también le sirve para mantener el poder a nivel local.

Finalmente, Es claro que si bien nuestras relaciones con estos países puede considerarse de pronostico reservado, no parece posible que se rompan o dificulten de manera crítica. A pesar de las diferencias, estos países reconocen la importancia de Colombia en sus economías e incluso en sus problemas. No faltarán los intentos de involucrarse en los asuntos internos de nuestro país, pero hasta ahora no han demostrado una verdadera intención de entorpecer o complicar las relaciones existentes.

Colombia se puede sentir afortunada de pertenecer firmemente al grupo opuesto, el del resto de América Latina que esta claramente definida en el camino de la recuperación económica, la consolidación democrática, la internacionalización de las economías y el libre comercio. De pronto son estas 5 naciones del llamado Eje de izquierda en Latinoamérica, las que se están quedando solas en el concierto regional.