Cuando una bandeja paisa en algún lugar de Estados Unidos nos recuerda la globalización y sus ventajas
Podríamos debatir los beneficios y perjuicios de la globalización y la internacionalización de las economías indefinidamente, y la conclusión siempre será la misma: Depende de donde se mire, este proceso increíble que ha «usurpado» uno de los elementos fundamentales de la estructura geopolítica del mundo: Las fronteras, es positivo o negativo. No hay absolutos con la Globalización
Pues estoy de visita en algún lugar de los Estados Unidos, quizás el país más diverso del planeta, comiéndome una bandeja paisa con todos los ingredientes. Y no me refiero a Miami, o a Queens New york, o a los Angeles. Me refiero a un sitio «puramente americano (léase con pocos colombianos cerca)». No solo eso, en el mercado local hay una sección de productos latinos donde encuentro frijoles cargamanto, chicharrón, chorizos, Arepas y quesito. De igual manera hay una sección asiática, mexicana, Italiana, China y japonesa, Francesa, española y griega. Y no es un mercado de «clase alta» con muchos productos Importados como los hay en algunos lugares de nuestras ciudades colombianas, es el mercado del pueblo, donde todos los americanos, nativos o extranjeros, hacen sus compras.
De igual manera la música, la cultura, el arte se han mezclado en un solo mundo, una sola oferta para todos. En este lugar de Estados Unidos me levanto en la mañana a ver las noticias de RCN, no por internet, en la televisión, y luego a oír a Julio Sánchez en la radio, en una emisora local. De igual manera, unas casas mas allá, una familia de la India se levanta a ver las noticias de su país mientras desayunan con las comidas típicas de su nación, que también se encuentran en el supermercado local.
Esta es la globalización de carne y hueso, la que ha hecho que el mundo sea más pequeño. El acceso a internet ha derribado barreras de información, de cultura y de entretenimiento, y ha sido un motor fundamental para la globalización, para la creación de esa aldea humana de la que tantos autores hablan. Pero el hecho de que los productos y servicios de nuestros países estén al alcance de tantos ciudadanos del mundo es un hecho asombroso. Hace 20 años no mas, colombianos en el exterior viajaban a Colombia solo para saborear su comida, oír su música y enterarse del acontecer de su país. Hoy todo eso se puede hacer desde la sala de cualquier hogar en muchas regiones del planeta.
Esto es un beneficio tangible, real, de la globalización y lo es así en varios aspectos. Económicamente el crecimiento, y más aun, el potencial es inmenso. Los productos y servicios considerados típicos y locales, ahora son globales, abriendo mercados prácticamente inagotables. La cultura se ha enriquecido, ha traspasado fronteras y ha acercado a los pueblos a compartir elementos unificadores como la música, el arte y la comida, dejando atrás concepciones erróneas de uno y otro. Hoy Colombia sigue siendo estigmatizada por el narcotráfico, pero también está estigmatizada por Juanes y Shakira, por sus platos típicos, por Carlos Vives, por la belleza de las actrices de nuestras telenovelas y la altura y calidad de nuestros medios, cada vez menos locales y más globales.
Hoy los norteamericanos y los españoles saben mucho más de Colombia que lo que sabían hace 20 años, que solo se limitaba a Pablo Escobar y su cartel. Hoy saben de Cartagena, de las empanadas y los buñuelos, de Bogotá y su cultura, de Uribe, de Medellín y su renacer, de la operación jaque y la presencia del estado. Ahora tienen curiosidad sobre un país que hace 10 años era un destino improbable. Todo eso se ha logrado gracias a la globalización, que abrió las puertas no solo a el outsourcing, a la maquila, a la explotación de los más pobres en beneficio de los más ricos, sino también a la creación de prosperidad común, a acercar a los pueblos en los aspectos que importan, a crear una aldea global que aunque aun está dormida, poco a poco tiene visos de despertar y transformar la manera de gobernar en el planeta. Para mí, un fenómeno como este que me permita, estando de visita en un lugar fuera de mi país, disfrutar de lo que mi cultura y mi esencia tienen para ofrecer, tiene más de positivo que de negativo. Si, esa bandeja paisa en los Estados Unidos es posible gracias a la Globalización.
ESTO ES UN LADRILLO .
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falso, un pueblo de los estados unidos con pocos latinos no tiene supermercados con productos latinos ni mucho menos restaurantes latinos; usted vive en una metrópolis con bastante inmigración latina; nadie se va a poner a importar productos para vendérselos a un par de vecinos. En cuanto a los canales de TV es porque usted paga por un servicio especial, pero los americanos no ven esos canales ni escuchan música latina. A los americanos solo les gusta la música americana; la música del resto del mundo es solo para bromear, como la «macarena» hace unos años.
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