El pasado 7 de abril, se celebró el día mundial de la salud, una celebración que se repite cada año para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud – OMS. Para esta fecha la organización encontró la oportunidad para movilizar la campaña “Hablemos de la Depresión”, un tema de salud que preocupa a las personas de todo el mundo pues el pasado mes de febrero esa delegación de la ONU publicó un informe donde señala que más del 4% de la población mundial padece depresión, donde las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores son los más proclives a sus efectos incapacitantes.
Para Colombia, este informe no ha sido ajeno. De hecho, generó una alerta en el país entre la comunidad científica y en general para quienes trabajan con este tema, ya que nos encontramos por encima del promedio mundial y según la OMS la epidemia de este siglo como también se le conoce ha alcanzado a afectar a 2.350.000 colombianos. Ante este oscuro panorama, este blog hizo contacto con Rodrigo Córdoba Rojas, psiquiatra y presidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina buscando respuestas a interrogantes sobre el panorama de la depresión en Colombia.
Blog: La OMS la define la depresión como una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas. Pero ¿cuáles son las características de una persona deprimida y cómo no confundirla con la desidia o pereza?
Rodrigo Córdoba: Lo primero, es decir que algunas personas confunden las conductas, los comportamientos y aun las emociones como enfermedades. En enfermedades mentales hay causas biológicas, de las características de la personalidad y fenómenos del entorno socio-cultural que al romperse generan trastornos en una unidad de tiempo como la depresión. Decimos que una persona tiene una depresión cuando venía funcionando de manera adecuada y durante dos semanas y la mayor parte del día siente tristeza, pérdida del gusto por saborear la vida, duerme mal, se despiertan más temprano, come mal, hay pérdida de peso, dificultad para concentrarse, cansancio, se olvidan las cosas e inclusive existen pensamientos de muerte o de suicidio rompiendo sin duda el bienestar personal, familiar, social y laboral.
B: En cuanto al suicidio, el informe Forensis 2015 de Medicina Legal resalta el suicidio en el país como un desencadenante en situaciones como el alcoholismo, la drogadicción y enfermedades mentales como la esquizofrenia, la bipolaridad y por su puesto la depresión. Hoy la tasa promedio de suicidio en Colombia es de 5,22 y durante el 2015 el suicidio fue la cuarta causa de muerte violenta en el país. Sin embargo cuando se revisan documentos como el Plan Decenal de Salud Pública, informes o acciones en el país, la depresión no se ve como la causa raíz del problema, pareciera que se diera prioridad a las causas, se ven más los efectos que la depresión misma ¿por qué?
R.C: Es un análisis de ir al núcleo del problema. Muchas veces nos preguntan cómo evitamos el suicidio y no se entiende que en realidad éste es un síntoma, una repercusión. Hay un trabajo magnifico de la Universidad de Antioquia, el estudio de autopsia psicológica donde reconstruyeron la vida de quienes se suicidaron y encontraron que de 247 suicidios, un 99% tenían antecedentes de enfermedades psiquiátricas. Entonces la manera de prevenir el suicidio es identificando la depresión y tratándola, porque tiene unos desenlaces favorables en la medida que se pueda reconocer e inclusive se intervenga.
B: En ese lenguaje técnico que utilizan los especialistas Dr. Córdoba ¿qué otro nombre puede recibir la depresión?
R.C: La depresión se presta desde la clásica caricatura de que tengo la olla de presión, la depre, estoy down o inclusive términos elevados como la melancolía, pero en general creo que en el término de depresión nos hemos puesto de acuerdo que es el que mejor queda prácticamente desde el siglo XX para un conjunto de síntomas y comportamientos.
B: En cifras, se conoce que en la región también existen países con un panorama poco alentador. El informe de la OMS señala que en América Latina, Brasil es el país con mayor prevalencia de depresión (5,8 %), seguido de Cuba (5,5%) y Paraguay (5,2%). Chile y Uruguay tienen el 5%; Perú (4,8%), mientras que Argentina, Costa Rica y República Dominicana muestran, igual que Colombia, un 4,7%. Al leer estas cifras ¿se podría creer que la depresión puede ser tan común como una enfermedad física en la sociedad?
R.C: Yo me atrevería a hacer una aseveración aún mucho más fuerte, la depresión es tan o más común que las enfermedades físicas. La depresión es un fenómeno mundial, es un fenómeno global, pero es tan o más común que las enfermedades físicas, no solo en términos de prevalencia, sino también en carga de enfermedad, porque el último estudio de la OMS muestra que depresión en América Latina es de la quinta causa y en Colombia la tercera. En reportes de 2008 y 2013 del CENDEX de la Universidad Javeriana es claro que depresión está por encima de enfermedades que creemos que son más comunes como la depresión o la diabetes.
B: No exagera entonces la Asociación Mundial de Psiquiatría al decir que en 2020 la depresión será la enfermedad más frecuente en el mundo, por encima de las cardiovasculares y el cáncer…
R.C. Yo me atrevería a decir que no, que muy seguramente será la número uno en términos de prevalencia y en términos de carga de enfermedad.
B: El Estudio Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (Sabe 2015) afirmó que 4 de cada 10 personas mayores de 60 años habían tenido algún síntoma depresivo y la Encuesta Nacional de Salud Mental de 2015 ubicó la depresión mayor en general en un 4,3% en toda la población ¿Qué tan idónea considera la política de salud mental para abarcar un asunto como la depresión en Colombia?
R.C. En términos locales, la salud mental en Colombia como en el resto del mundo fue “la cenicienta” lastimosamente por ese viejo dilema cartesiano donde se creía que las enfermedades mentales tenían cierta relación con la voluntad, entonces el estigma sigue siendo vergonzante aún más en hombres aceptar que se deprimen. Siempre se puso a un lado.
Lo últimos tiempos han visibilizado el tema de la salud mental. Se debe reconocer a la ex-representante a la cámara la Dra. Alba Luz Pinilla que sacó a delante una ley de salud mental. El gobierno en el último tiempo ha intentado generar un proceso, en el plan decenal de salud pública está incluida la salud mental, pero lastimosamente sigue siento todavía un “chico en crecimiento” y particularmente la depresión. Esperamos que campañas como las que lidera la OMS visibilicen más el tema y se intervenga de manera completa y adecuada.
B: Colombia tiene cuatro estudios oficiales de salud mental. Uno de 1993, otro en 1999, 2004 y 2013 que señalan que la depresión se ubica en todos los grupos de edad. Y aunque el informe de la OMS ubica a Colombia con unas cifras por encima de los promedios mundiales, lo que hay que decir es que para expertos la cifra podría ser mayor, es decir que no hay claridad del número de personas a las que la depresión les afecta. Se podría hablar de un sub-registro y eso tiene que ver con el diagnóstico temprano de esta enfermedad. ¿Qué tan bien diagnosticada la depresión en Colombia sobre todo desde los niveles primarios de atención?
R.C. Es una magnifica pregunta y sé que desde la rectoría de la salud en este país y en el mundo también se la hacen. Tenemos que llevar los problemas a resolución en la baja complejidad, somos 1100 psiquiatras en el país y no tenemos la posibilidad de atender todos los casos de depresión. Lo ideal sería que existiera la organización de equipos para detectar temprana o precozmente los trastornos con el liderazgo del psiquiatra para que exista posibilidad de que muchas de las personas sean tratadas, porque si hacemos cuentas hay unos pocos tratados y diagnosticados, pero muchos sufren en silencio y cargando sobre sus hombros una enfermedad que termina siendo discapacitante
Creo que lo ideal es voltear la mirada hacia la baja complejidad en equipos direccionados por el psiquiatra.
B: Se discute si en casos de depresión lo ideal es acudir como paciente a un psicólogo, psiquiatra o terapeuta ¿cuál es la mejor decisión?
R.C: Alguien que tiene una apendicitis en seis horas está en una clínica y esta intervenido, curiosamente los tiempos en psicosis y en depresión son “larguísimos” y dan muchas vueltas y ha habido una discusión a mi juicio innecesaria y desgastante entre la tarea del psiquiatra y el psicólogo. Yo pensaría que lo importante es que se reconozca y se intervenga.
Algunas de las depresiones tienen respuestas con procesos psicoterapéuticos y bien pueden ser atendidos por un psicólogo clínico con procesos psicoterapéuticos y teniendo claro que existen situaciones que pueden hacer cambiar de nivel como ideaciones suicidas, persistencia de síntomas o compromiso funcional que si deben ser tratados por el psiquiatra.
B: ¿Con qué herramientas para su caso como psiquiatra en el consultorio puede ir pensando que alguien puede tener depresión?
R.C: Con dos preguntas: usted se ha sentido triste o ha perdido el gusto por las cosas de la vida durante la mayor parte del día en el último mes. El 97% de personas que tienen depresión seguramente las vamos a reconocer, aunque en el detalle podría haber otras cosas, es decir la especificidad podría inclusive ser más baja, pero si tomamos acciones aun en términos de atención primaria mucha gente podría mejorar de manera significativa su calidad de vida.
B: Otro aspecto que llamó la atención del informe de la OMS es que uno de los autores del informe, advirtió en Ginebra que la mayoría de los que la padecen la depresión no tienen acceso a un tratamiento ¿cómo entender esto?
R.C: Lo primero es decir que 1 de cada 10 pacientes reciben atención y esto hace pensar que hay un sub-diagnostico importante. En depresión se puede considerar que inclusive los pacientes están en otras disciplinas médicas o áreas.
Pero esta falta de atención en salud también se puede entender en tres niveles, primero porque existe el estigma, nada más ¾ de los pacientes no consulta porque les da vergüenza, piensan que expresar su depresión les hace ver frágiles, segundo las rutas de acceso para atención en salud. En Colombia el ministerio ha planteado rutas integrales y depresión es una de las prioridades, por lo que confiamos que “queden bien pavimentaditas” para beneficio de los pacientes y tercero los mitos que existen alrededor de la enfermedad mental ¿tomo o no tomo medicamentos?
B: La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la depresión es muy frecuente en población en edad laboral y que uno de cada diez trabajadores sufre depresión y otros trastornos mentales como ansiedad, stress o cansancio que generan desempleo ¿Cómo le hacen frente en Colombia las empresas y el régimen laboral en general a la depresión?
R.C. Es una de las preocupaciones grandes. La misma Organización Internacional del Trabajo también dijo en 2002 que la primera causa de ausencia laboral en mujeres es la depresión y uno lo que ve es que este tema sigue siendo vergonzante en las empresas, yo tuve la oportunidad de dirigir una clínica grande y al revisar las ausencias del personal, sus incapacidades, nadie faltaba a su quehacer por deprimirse. Aun en lugares donde uno dirige estos temas a la gente le da pena decir que tiene depresión por la estigmatización misma y debemos llegar a entender que deprimirse no es un motivo de preocupación o vergüenza, es una situación con un curso biológico como cualquier otro y que tiene procesos.
B: ¿Qué mensaje o conclusión le deja usted a quienes leen están líneas sobre la depresión?
R.C: Sin duda se debe pensar que los seres humanos tenemos también fragilidades emocionales y entender que el equilibrio emocional también se puede romper en algún momento, se debe pensar que esto existe y que puede cambiar la vida significativamente en las personas y lo más importante es buscar una ayuda profesional.
El informe de depresión de la OMS, es un informe global que se basa en cifras del 2015 y que permite visualizar la panorámica mundial frente a la depresión y de esta manera hacer un contraste para saber cómo esta cada país con el resto del mundo. El informe fue revelador para saber que la enfermedad es más frecuente en mujeres que en los hombres y es más común en países en desarrollo, donde se reporta un 80% de las enfermedades mentales. Así mismo, el documento concluyó como la depresión se ha ido expandiendo, pues 322 millones de personas tuvieron desordenes asociados a la depresión en 2015, un 18% más que las cifras registradas en 2005.
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