No hay que llamarse a engaños. Sirven más las tetillas de los hombres que un vicepresidente en Colombia. Esta figura, creada con la Constitución del 91 ha sido ocupada en su orden por Humberto De la Calle, quien le renunció a Samper, Gustavo Bell con Pastrana, Pachito Santos con Uribe en sus dos mandatos, Angelino Garzón en el primer periodo de Santos, el renunciado Germán Vargas y por último, el actual vicepresidente, Oscar Naranjo.
Según el artículo 202 de la Constitución, “el Vicepresidente de la República será elegido por votación popular el mismo día y en la misma fórmula con el Presidente de la República. Los candidatos para la segunda votación, si la hubiere, deberán ser en cada fórmula quienes la integraron en la primera”. El Vicepresidente tendrá el mismo periodo del Presidente y lo reemplazará en sus faltas temporales o absolutas, aun en el caso de que estas se presenten antes de su posesión. Según el mismo artículo, “el Presidente de la República podrá confiar al Vicepresidente misiones o encargos especiales y designarlo en cualquier cargo de la rama ejecutiva”. Básicamente, de lo que se trata es de buscarles qué hacer. Es algo así como lo que le pasa a Yerry Mina en el Barcelona, que lo compraron, lo presentaron, pero siempre está en la banca y hasta ahora lo único que ha hecho, es enseñarle a bailar a Messi.
La vicepresidencia en Colombia es una figura que quedó mal hecha. Como mueble viejo en casa nueva, nadie sabe dónde ponerlo.
En esta oportunidad, nada será diferente. En medio de esta recocha, de este coge- coge, de este sancocho, de este zafarrancho de alianzas, coaliciones arrunches, arrejuntados, títeres y titiriteros, todos los candidatos a la vicepresidencia no serán más que figuras decorativas, premios de consolación resultado de cálculos políticos, con pocas coincidencias ideológicas y políticas con su fórmula presidencial, tanto, que hasta hace poco tiempo fungían como contradictores ideológicos y políticos de quienes hoy son coequiperos, algo así como Nerús Martínez de la política, famoso porque hizo apostasía de sus gustos en la cama. Que si son mujeres, que si son de la costa, que si son conservadores, que sin son de los verdes, que si se los puedo sonsacar a mis competidores, o que si se comprometieron como resultado de una consulta, fueron los argumentos para escogerlos, pero no porque en verdad estuvieran identificados con sus propuestas o porque se sientan tranquilos de tenerlos a la espalda. Será tan ornamental esta figura, que a Luis Felipe Henao y a Jorge Mario Eastman los nombraron por una semana y luego los botaron!!!!
Clara López, Marta Lucía Ramírez, Claudia López, Ángela María Robledo, Juan Carlos Pinzón, Jaime Araújo y Jorge Leyva fueron los escogidos. Todos con seguridad buenas personas, inteligentes, hijos cariñosos, llenos de valores, vanidosos y petulantes, eso sí, pero que con seguridad, en caso de resultar electos, terminarán de burócratas de cuatro años, que no tendrán más que hacer que recibir al presidente de Guinea Ecuatorial, velar por alguna comisión de derechos humanos o los temas ambientales, embarrarla con alguna declaración y renunciar por físico cansancio. Para decir la verdad, en la gran mayoría de los casos todos ( unos más, otros menos) deberían llenarnos de culillo solamente al pensar que tienen alguna posibilidad de terminar de presidentes.
Escoger fórmula vicepresidencial es más un acto de cálculo político que de coherencia ideológica.
Ser vicepresidente en Colombia, no tiene gracia, ni interés y no por ellos, sino porque la figura quedó mal confeccionada. Sirve eso sí como trampolín para otro cargo o para adornar la hoja de vida en elempleo.com. Como las tetillas de los hombres, poco servirán. El problema, es el creciente aumento del cáncer de mama masculino…
La vicepresidencia es como la llanta de repuesto entre menos se use mejor, pero hay que tenerla. Debe ser escogido desde el mismo momento que el presidente lanza su candidatura y debe ser de su mismo partido y no un comodín busca votos de última hora.
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En colombia tenemos solo ideas negativas respecto a los politicos. Yo no soy politico, pero alguna vez tenemos que buscar algo positivo de nosotros mismos. un vecepresidente no deberia solo leer sus atyribuciones, los politicos debe entender que estan al servicio de ciudadano y es mucho lo que se debe hacer por el ciudadano en colombia. Todos sabemos lo que representa para nuestro presupuesto el sueldo de un burocrata. entonces nuestro deber es exigir que se trabaje para el ciudadano y por el ciudadano.gracias por este espacio, a veces no sabemos aprovechar esta oportunidad para aportar en forma positiva dilucidar, solo aportamos lo negativo. Esta pais es nuestro y es nuestro deber exigir que se trabaje por el bienestar general.
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A mi menera de ver y entender, el vicepresidente de la republica podria aprovechar ese cargo , para emprender obras sociales que complementaria con las de un alcalde por ejemplo. desempeñarse en el ministerio de relaciones exteriores diseñar politicas en lo comercial para ayudar de alguna manera al presidente. los hombres con ideas siempre estaran prestos a servir al pais.
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Sirven mas los senos de los hombres que todo el gabinete presidencial..hay hay mi Colombia.
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Muy buen artículo, sería bueno que el periodista u otros investigarán cuanto nos vale la vicepresidencia al año, cuántos empleados tiene, cuál su presupuesto etc. esta es otra forma de corrupcion administrativa, Fajardo debería proponer a bar con esos gastos. Tema anticorrupción
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O como en el caso de Carlos Lemos, que le dieron su pichoncito de 10 dias, mientras el bojote se reencauchaba, fuera del pais, palomita que le sirvió a Lemos, para que dejara pensionada a Martica, y tuviera con que gastar y desperdiciar en su vejez, a costa del pueblo colombiano
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Toda una pena que se piense que las tetillas de los hombres no sirven para nada. Pues, la verdad es que si se frotan te sirven para activar tu libido y si no lo creen hagan el intento y veran que si sirven y para mucho. El punto es que el titulo lo es el problema, el problema es quien la ocupe. El cargo es super importante y con mucho poder. Lo que se necesita es alguien en ese puesto que este dispuesto a trabajar por causas nobles y orientadas a servir a la gente.
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Tal como las tetillas, que sirven para nada, si se elige a la marioneta Duque tampoco servirá para nada porque quien mandará y gobernará sera su maquiavélico patrón quien con su demencia senil nos llevará al infierno y la derecha corrupta feliz.
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No hay PPK’s todos los dìas. Aunque Pachitos abundan.
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Se ganan un dineral sin hacer nada útil en realidad.
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El autor de esta columna nunca compraría un seguro. Este señor es de esas personas folclóricas que no prevén nada, y que tanto abundan en Colombia. De esos que sólo cuando les roban el carro o se lo chocan una tracto mula, aprenden que un seguro lo protege de riesgos. Y claro como hasta ahora no ha pasado que falta un presidente, entonces concluye que el vicepresidente no sirve para nada. Lo lamentable es que muchos de los candidatos a la presidencia, no parecen tampoco ser conscientes de esto, y con frecuencia nombran como compañeros de formula, al que creen que les suma más votos, y no a alguien que llegado el caso, pueda ser un buen presidente.
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Vargas Lleras debe ser la excepción que confirma la regla. Cuánto provecho personal y politiquero le sacó a esa figura y cuánta plata manejó como si fuera suya para apalancar eso que hoy lo tiene a un par de pasos de la titularidad.
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