Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

corazon-roto

«A veces llega a tu vida alguien distinto, alguien que te da mil vueltas y te convierte en otro ser diferente al que fuiste ayer, incluso a la persona que fuiste hace unos minutos. Lo que sientes es algo diferente, es profundo e indiscreto. No es un amor convencional, es atrevido y que despierta tu lado insensato. Es dañino y lo sabes, sin embargo decides quedarte en ese círculo que te corta las alas, que te desmenuza el alma, a cambio de ratitos de felicidad.»


Nueva York, 26 de Agosto de 1988.

Hola, espero estés muy bien. Quizás ya ha pasado muchas veces desde la última vez. A lo mejor para ti el tiempo ha pasado rápido y has continuado tu vida sin altibajos, en cambio para mí no.

No me lo preguntas, pero he sobrevivido sin ti, no morí como pensaba. Dicen que de amor nadie se muere, pero yo estuve a punto de pensar en que sí. Créeme, ha sido un proceso doloroso y que me hizo dar cuenta de lo poco que me conocía.

Primeramente fue algo muy extraño para mí sufrir por amor, ya que era yo quien hacía que otras personas sufrieran. No sé porqué ni cómo, pero fue algo insólito como comenzó todo lo nuestro. Me subí en el bus de nuestra relación, si se puede llamar así, como un turista que toma su mochila y va sin rumbo fijo. No esperé jamás llegar al destino de sentir algo tan fuerte y cuando llegué allí, tú ya no estabas para mí.

Desde entonces lo más duro de todo lo que he vivido fue mirarme al espejo y darme cuenta que estaba roto en mil pedazos, también fingirle al mundo felicidad. En mi vida jamás había llorado por amor, pero desde que te conocí comenzó el cataclismo.

Sé que puse todo mi esfuerzo en ser el primero en hablar cuando las cosas no marchaban bien, infortunadamente resultaba peor y cada vez mis intentos por acercarme, resultaban alejándome más de ti. Me despedí de mi orgullo en mi afán de sentirte cerca. Pero bueno ya esas son cosas que no se pueden remediar y hacen parte de una historia de amor que terminó sin haber comenzado.

Ahora estoy bien, aunque no te puedo negar que algunas mañanas mi pecho me reclama tu ausencia y lucho el resto del día por quitarme lo que queda de ese amor bonito que llegué a sentir. Por las noches el sentimiento no es menor, a veces miro las estrellas y cuando me doy cuenta ya las lágrimas están corriendo por mi rostro; sin embargo poco a poco he dejado de mojar mi almohada por las noches. Y bueno el motivo de esta carta no es decirte cuanto he llorado, sino comentarte en lo que me ha ayudado todo esto.

Comienzo, he dejado de fumar cigarros y tomar alcohol todos los fines de semana, lo he dejado, no sé si considerar que estoy en rehabilitación. Pero desde que comencé a sentir cosas extrañas por ti, iniciaron todas estas conductas que no eran propias de mí, en las que me sumergí creyendo que así estaría a tu nivel y por ende lograría más tu atención. Fueron tantas cosas locas las que llegué a hacer, que me sorprende aún estar vivo.

No te miento, en ocasiones recaigo y bebo un poco de vino o cerveza, consecuencia de las invitaciones de mis amigos de toda la vida a los cuales he vuelto a frecuentar. Y bueno, de vez en cuando me fumo un cigarro, sabrás que del todo no es fácil dejar un vicio. Así como me pasó con el de buscarte, escribirte o llamarte; en el cual hace tiempo no lo volví a recaer y me siento orgulloso de ello.

Lo mejor de todo es que ya dejé las drogas, dejé mi afán de llenar mis carencias emocionales y de buscar respuestas a este amor infinito que llegué a sentir por ti, sin medir las consecuencias del daño que le hacía a mi cuerpo. También buscar a otras personas de tu entorno para llenar esa vacío que producías en mí. Dejé mi insensatez de lastimar a la persona que más debo amar en esta vida, a mí mismo. Hoy eso me hace feliz.

Ah, sé que te importara un pepino, pero la relación con mis padres ha mejorado mucho, al tiempo que mi rendimiento en la universidad, soy el mejor del semestre, ¡imagínate!

De todo esto aprendí a valorar los sentimientos de la gente que me rodea y me propuse no herir de forma consciente o inconsciente a nadie más. Uno nunca puede llegar a medir el daño que puede causarle a una persona después de haberla usado. Porque no existe acción más cobarde que despertar los sentimientos de alguien, sin la intención de corresponderle. Sólo cuando te rompen el corazón logras ponerte en los zapatos de las personas a las que se lo has roto y por ello pienso que haberme dado esta lección, ha sido bueno.

A veces me pregunto qué sentiré si te vuelvo a ver y esa sensación me desordena en mi corazón todo lo que creo tener ya ordenado. No obstante ya el tiempo para pensar que los globos pueden volar sin helio pasó y me decisión de ser feliz nuevamente es inamovible.

No sé que habré sido para ti, pero a pesar de todo para mí fuiste un gran amor…

PD: Decidí no extenderme más, ya que me di cuenta que mis lágrimas habían caído sobre la carta y la han estropeado un poco…


Esta carta es una obra de ficción y fue inspirada en un fragmento del libro «Amor a cuatro estaciones» de la escritora venezolana Nacarid Portal Arraez.

Puedes encontrar mis nuevos post todos los viernes en este espacio y también en mis redes sociales…

Instagram: Mistertirado

Twitter@MisterTirado

Facebook: MisterTirado

Compartir post