Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

«Del video de la Epa Colombia con Alvaro Uribe, se puede decir cualquier cosa, menos que no cometió su objetivo: estar en boca de todos.»

En tiempo donde las redes sociales son capaces de crear opinión al mismo nivel de los medios de comunicación tradicionales, es de considerar el impacto que un vídeo como el de Epa Colombia con Alvaro Uribe puede tener. Y si a ello le sumamos la venidera campaña electoral, un post como estos debe ser analizado con lupa, porque sus intenciones están encima de lo inocente que parece ser. Ya que muestran el lado más salvaje del marketing político.

Por un lado tenemos a Daneidy Barrera Rojas, conocida como la «Epa Colombia», influencer y empresaria. Por otro lado encontramos a Alvaro Uribe Velez, expresidente y actual director del partido de gobierno. Ambos personajes cuentan con una gran popularidad y facilidad para ocupar titulares o tendencias. Cuando dos personas que comparten tantos odios y amores se unen, encontramos la mezcla perfecta para una publicación viral. Ya sea que ésta tenga un impacto positivo o negativo en los participantes de éste.

Daneidy Barrera ha sido capaz de pasar del odio a la veneración por la evolución de su carrera. De ella hemos visto tantas facetas y una capacidad para ser tendencia que cruza la línea de lo que se admira a lo que fastidia, de lo que conecta a lo que parece absurdo. Sus más de cuatro millones de seguidores en Instagram reflejan su poder y ni hablar de sus constantes apariciones en medios de comunicación. No debemos desconocer que la Epa Colombia es un personaje que nació como influencer en redes sociales, y ya hemos visto como estas figuras digitales, que en ocasiones carecen de educación, pueden llegar a ser capaces de venderle el alma al diablo por likes. Fue ese mismo afán el que en el pasado la llevó a destruir transmilenio en unos de sus videos y a ser condenada a cinco años de carcel. Lo que causó un gran rechazó nacional y lo que paradójicamente también la convirtió en víctima del estado tras el anuncio de su condena.

Aunque el video publicado en su Instagram lleva el título: «ni de derecha ni de izquierda, sí al emprendimiento» y cuyo aparente objetivo era darle promoción al producto estrella de su empresa, parece que generó un efecto boomerang no deseado en ella. Al día de hoy cientos de sus seguidores manifiestan su rechazo argumentando que regresó a los sótanos del infierno, del cual tanto le costó salir; tras la publicación de este vídeo. Lo que se pudo palpar con la pérdida de 100.000 seguidores una hora después de haberlo subido a su cuenta de instagram.

Lo grave no es grabarse en una charla amena con el ex presidente Uribe para aparentemente promocionar sus keratinas, sino el mensaje que publicó a través de historias de instagram. Donde con lágrimas en los ojos, las que para muchos tildaron de lágrimas de cocodrilo, justificó la creación de su video. Es aquí donde está el mensaje errado, ya que carece de coherencia alguna. Por un lado publica la promoción de sus keratinas y luego tras el rechazo de la gente, manifiesta que se reunió con Uribe por el miedo que sentía por la seguridad de su familia y de su empresa. Es esta la conducta a reprochar en Daneidy, ya que ha tirado la piedra y ha escondido la mano en más de una ocasión; una de ellas fue tras las protestas del 2019. Esto es reprochable, pero lo realmente grave es enviar el mensaje que desconoce instituciones en el estado, que aunque parecen no funcionar en Colombia, son a las que los ciudadanos deben acudir para buscar ayuda cuando temen por sus seguridad.

También puede ser considerada una salida en falso del ex mandatario, ya que al reunirse con alguien que ha sido procesada por la justicia tras hechos de vandalismo, algo que su partido político ampliamente crítica, deja en evidencia que el discurso contra el vandalismo es válido de acuerdo a las conveniencias del momento. Con sus declaraciones, Daneidy Barrea hace ver a Uribe como «Al capone, el padrino» y esto entra en todo tipo de contradicciones.

El seguir perpetuando la imagen del ex-presidente Uribe como el redentor de los colombianos, es un craso error. Es aquí donde la responsabilidad de Epa Colombia como influencer debe ser medida objetivamente y no justificado bajo la premisa del miedo que ella manifiesta. Independiente de su tendencia política, su publicaciones carecieron de tacto alguno, a lo que ya nos tiene acostumbrados.

Toda persona con capacidad para impactar a otros debe ser más que cuidadosa en el proceso de creación de sus contenidos, pues de ello depende la manipulación de la opinión de muchas personas capaces de ser influenciadas por ellas. En un país polarizado como Colombia en donde la gente se saca a votar «berraca» o donde se compra la conciencia con plata o con amenazas, se debe tener el doble de cuidado. Perpetuar la imagen de caudillo de algunos políticos debe ser completamente rechazada en cualquier figura pública. Es un golpe a nuestra débil democracia.

Para algunos analistas, a Alvaro Uribe, contrario al efecto causado en Epa Colombia, este video le ayuda a sumar puntos de cara a la campaña electoral. En él se muestra cercano al pueblo, ameno y con el carisma que a muchos de sus adeptos enamora. Sin embargo las posteriores declaraciones de Epa Colombia pudieron también perjudicarlo, ya que lo muestran como el patrón de su finca llamada Colombia y aparte le suma poder que oficialmente no le pertenece (ya que no ocupa actualmente un puesto público oficial amparado por la constitución).

No obstante, por el momento parece ser que el impacto negativo del vídeo solo reposa en los hombros de Epa Colombia, habrá que esperar si éste sigue su efervescencia, impactando negativamente las ventas y la imagen de Epa Colombia, o si por el contrario se convierte en una campaña exitosa más para posicionar su marca en redes.

 por: Alvaro J Tirado

Twitter@MisterTirado

Facebook: MisterTirado

Instagram: Mistertirado

Compartir post