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Este es uno de los cientos de mensajes de agradecimiento a Colombia, escrito por venezolanos en las redes sociales (Tomado de los comentarios de lectores de la página de Facebook de Q’hubo Cúcuta).

El primer día que lo hicieron, el 5 de julio de 2016, eran cerca de 400 mujeres. Desde temprano se pararon frente a decenas de militares de la Guardia Bolivariana, en San Antonio, Venezuela, y empezaron a pedir paso hacia Colombia. Al ver que no había respuesta, unas a otras se empezaron a empujar, hasta hacer la suficiente fuerza como para romper el cerco militar.

Una vez se abrieron paso, corrieron hacia Colombia, por el puente Simón Bolívar, unas cantando ‘Gloria al bravo pueblo…’, Himno de Venezuela, otras ‘Sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo’ y otras ‘Gracias Colombia’, al notar que las autoridades colombianas no les cerraban el paso.

Como lo dijo el periódico Q’hubo de Cúcuta al día siguiente, ‘ni la fuerza de decenas de militares las pudo detener porque ellas tenían un poder mayor: el del amor por sus hijos’.

Rápidamente colmaron los supermercados y las tiendas y empezaron a comprar, básicamente, aceite, crema dental, arroz, harina, papel higiénico y lo que les pudo alcanzar con los bolívares que traían, que al cambio rinden muy poco. Con lo que ganan de un salario mínimo mensual pueden cambiar en Colombia 50.000 pesos, según explicó un cambista por televisión.

Así como llegaron, las mujeres se marcharon luego con sus bolsas y se encontraron con que la guardia venezolana les hizo hacer una fila. Ellas temían que les quitaran los productos. Por eso, un grupo de ellas se arrodilló en el puente, mirando justo hacia el río Táchira, o hacia el cielo, para orar y pedirle al grandísimo que les hiciera el milagro de poder llevar algo para la mesa de sus hogares.

Como la guardia no se resolvía a dejarlas pasar de nuevo hacia su país, hicieron lo mismo que en la mañana: se unieron y, en avalancha, cruzaron el puente cantando su Himno Nacional y llorando, muchas de ellas, al saber que lo pudieron lograr, que sus hijos no aguantarán hambre por un tiempo.
‘Gracias Colombia’, ‘Gracias Colombia’, gritaron una y otra vez al marcharse.

La historia se repitió el domingo 10 de julio de 2016. Pero esta vez no fueron 400. Fueron cerca de 35.000.

El Gobierno venezolano había anunciado que dejaría pasar a Colombia a venezolanos, de manera ordenada, desde las 6 de la mañana y hasta las 2 de la tarde. Pero hacia las 7 a.m. no habían dado paso, a la espera de que en Colombia abrieran los negocios.

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Este es otro mensaje de una venezolana agradeciendo a los colombianos (Tomado de los comentarios de Facebook de Q’hubo Cúcuta).

Las miles de personas, en su mayoría mujeres, no lo pensaron dos veces y se lanzaron en multitud, rompiendo el cerco y pasando hacia Colombia. Tan pronto como estuvieron en tierra colombiana, gritaron en coro ‘Gracias Colombia, Gracias Colombia’, al ver la amabilidad con la que los recibió la policía y al escuchar los aplausos de colombianos que les daban ánimo y les mostraban solidaridad.

“Tenemos hambre”, “necesitamos medicinas”, gritaban unas y otras. Y en un coro que retumbó en el puente, gritaron una y otra vez ‘Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer…”.

Los buses en La Parada (lado colombiano de la frontera) se llenaron, otras personas caminaron por la autopista internacional hacia el centro de Cúcuta y todas ocuparon en instantes los pequeños supermercados, las tiendas, las casas de cambio.

Se fueron devolviendo a su país poco a poco, de manera graneada, en un desfile que se vio todo el día por los dos principales puentes que unen a Colombia con Venezuela. Partieron con el alma llena, cansadas pero con una plena felicidad, y dando gracias al pueblo colombiano que las recibió con los brazos abiertos, las atendió con agrado y las hizo sentir en casa.

Los pueblos colombiano y venezolano se unieron así una vez más, sin preguntar tendencias políticas, como si se tratara de un gran abrazo entre hermanos.

Twitter: @VargasGalvis

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