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Aún no amanece y ya es hora de levantarnos.  Abro los ojos con pereza pero al segundo parpadeo ya estoy casi saliendo del sleeping bag.  No hay que perder ni un solo segundo.  Organizamos un poco la carpa, nos cambiamos la ropa, tomamos un té con galletas y en pocos minutos ya estamos afuera: ES África.

Aquí el día comienza temprano.  No son unas vacaciones para dormir hasta tarde, al contrario, ver el amanecer sobre la sabana es una de las imágenes que nunca olvidaremos. Vamos en una camioneta 4×4, a los pocos minutos alguien grita «elefante a la izquierda». A las 6 de la mañana el ojo aún no está preparado y es como si sólo los animales grandes hubieran salido ese día.  Los buitres calientan las alas en las copas de los árboles.  El cielo se torna naranja, de repente el grito de «hiena» nos hace girar hacia la derecha y apenas vemos unas manchas color dorado en movimiento que se confunden casi perfectamente con los arbustos alrededor.

ES África.

Safari es la palabra suajili para «viaje» y estar en un safari es uno de los viajes más increíbles que el ser humano pueda hacer.  Nos reconecta con nuestras raíces, nos devuelve la esperanza, nos enseña que la paciencia paga y que hay experiencias que deberían quedarse congeladas en el tiempo.

Hay que permanecer en silencio.  Hay que estar atentos al más mínimo movimiento.  Hay que quedarse siempre en el vehículo.  A pesar de las reglas, la experiencia es liberadora.  Intentamos recordar nombres de animales que  nunca habíamos escuchado: kudu, facóquero, kori o impala.  Se nos llenan los ojos de lágrimas cuando vemos a una jirafa haciendo malabares para beber agua, el jugueteo de los cachorros de león, la persecución de un guepardo para cazar a una gacela, la marcha casi interminable de miles de ñúes que buscan cruzar el río.


Son casi las 11 de la mañana y los animales se hacen esquivos.  De repente una manada de cebras, todas perfectamente formadas para espantarse unas a otras las moscas, nos mira fijamente mientras volvemos al campamento.  Los animales se refugian del calor del medio día.  Nosotros ya nos hemos quitado dos capas de ropa.  Almuerzo, ducha, siesta, conversación animada sobre los animales que vimos y los que nos faltan, de repente son las 4 de la tarde y estamos de nuevo en la camioneta, emocionados como la primera vez.

En esta oportunidad, nuestro guía parece perdido dando vueltas por los mismos caminos.  De repente vemos un par de chacales aullando a un árbol y en el árbol un leopardo… imperturbable, atento, perfecto.  Minutos después algún pájaro y miles de disparos de cámara rompen el silencio: águila arpía, toco sureño, carraca lila o búho perlado completan el paisaje.

Cae la tarde.  Un tenue tono cobrizo cubre a los animales.  Baja la temperatura y nuestros pasos nos llevan de nuevo al campamento.  Antes de irnos vemos un rinoceronte negro.  Muere el día pero nosotros nacimos de nuevo.  ES África.

Leopardo

Leopardo

Atardecer

Atardecer africano

Leones

Cachorros de león

Kudu

Kudu


Carraca lila

Carraca Lila

Datos prácticos sobre los Safari:

·      Los Safari se hacen en los parques naturales o en reservas privadas (game ranch).

·      Usualmente se recorre una red de carreteras en busca de los animales, sin embargo también se pueden hacer safaris caminando, en bicicleta, en globo o en aeroplano.

·      Es importante contar con un buen guía que pueda rastrear a los animales y enseñarnos sobre su comportamiento.  Si bien es posible hacer el safari por nuestra propia cuenta, la habilidad del guía hará que la experiencia sea aún más completa.

·      Los animales están en su hábitat y nosotros somos los intrusos.  No debemos buscar llamar su atención, darles de comer o perturbarlos de ninguna manera.

·      Para los animales salvajes, un vehículo lleno de turistas es poco menos que una roca.  Es muy poco común que ataquen a menos que se les provoque.

David y elefantes

David con los elefantes en Etosha – Namibia


Hemos realizado 11 safaris en Sudáfrica (Kruger), Botsuana (Okavango, Savuti, Chobe), Tanzania (Ngorongoro, Lago Manyara, Tarangire), Uganda (Biwindi), Kenia (Masai Mara, Hell’s Gate) y Namibia (Etosha), en próximos post les contaremos cómo elegir el mejor destino, información sobre los costos y nuestro ranking de los mejores safaris.


Te invitamos a leer nuestras entradas anteriores:

Viajar con tu mascota

Planeación de viajes

Reinventando las agencias de viajes

Ahorrar para viajar

Y a leer muchas crónicas más en viajaliviano.com

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