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Dormía en el parque enfrente de mi casa y varias veces me pregunté qué hacía allí. No parecía ser alguien de la calle y me causaba curiosidad saber qué le había pasado, a quien había perdido, si tenía una enfermedad física o mental o si se había perdido a sí mismo. Cada día al verlo quería entenderlo, pero los días lluviosos me impedían salir cuando lo encontraba en el parque y yo estaba cuidando a mi bebé. Le envié con mi esposo un par de almuerzos y un día me decidí a mandarle una de mis cobijas favoritas. De nuevo, fue mi esposo quien tuvo que ir mientras yo le daba el tetero a mi bebé. Al volver, indagué si le había preguntado porqué estaba allí, pero él no había hecho el cuestionamiento que yo hubiera realizado. Obviamente sería así. En fin, él no lo veía todos los días como yo, absorto en otras cosas: en nuestro día a día, en nuestra hija y en cómo sortearíamos nosotros mismos este año nuevo recién llegados al país, a la ciudad y sin un futuro laboral definido: con miles de ideas, pero aún nada en concreto. Volando sobre la nada. Vi que el señor del parque se acostó en una banca con la cobija encima y me alegró. Salí al balcón para observar si me veía, pero no fue así. Llegó una señora a pasear a su perro y comenzaron a hablar. No supe de qué hablaron. Mientras yo sujetaba a mi hija y ella veía a los pájaros volar soltando griticos de alegría, el señor se sentó, dobló impecablemente la cobija y la guardó en la bolsa en la que se la entregamos. Se paró y se fue. Lo saludé desde lejos y respondió. Después vi que tomó su cabeza entre las manos como si algo muy profundo le doliera y yo sin saber qué era, a quien perdió, cuándo, cómo y dónde, o por qué se perdió a sí mismo. Se paró y se fue como si fuera un fantasma y yo me quedé con mi niña mirando los árboles y los pájaros. Mañana será otro día y seguro estará ahí. Mañana tal vez no lloverá y podré ir y preguntarle qué le sucedió. Si tal vez no le pasó nada extraño, si solo fue la vida que lo arrastró hasta allí, como para recordarnos que a cualquiera de nosotros le podría pasar lo mismo.

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