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Imágenes, videos y un balance desde el ojo de la Autopista cumplida la edición 16 del festival.

 

          
 

 

 

 

Lo bueno…

Como siempre el comportamiento de la gente, que además de asistir masivamente compartió independiente del estilo o preferencia musical, los espacios, se sigue demostrando que vamos ganando en cultura y respeto frente a las diferencias de pensamiento. El esfuerzo del Ministerio, la Orquesta filarmónica, la policía y los miembros de logística por organizar el evento, sin embargo hay cosas por corregir. En cuanto a lo musical el cartel del sábado sin demeritar los otros dos, sigue siendo el de más peso, no solo por sus sonidos, si no por la calidad y nivel de los artistas. Agrupaciones colombianas para destacar Loathsome Faith con un Death Metal de avanzada y un sonido poderoso en escena, hay que seguirles la pista. Por el lado de Medellín estuvieron dos en el escenario Plaza, bien por los señores Cronlemch pero me quedo con lo aplomados y certeros de Witchtrap, en formato trío y tres discos en el estante se les nota el recorrido, sin despeinarse sonaron compactos, el señor B. A. Ripper además de poner su voz arañosa rasgó la guitarra con propiedad y nos hizo cabalgar a todo taco. Por el Hardcore bogotano la agrupación de Pitbull presento un show lleno de energía y explosión de la mano de su vocalista, con fiereza intentaron tragarse los silencios del Lago, aunque el sonido no fue el más óptimo, muy saturado.

 

 

 

El cartel internacional presentado el primer día lo abrió la agrupación de Orange County Stick To Your Guns, de juveniles rostros como su música, levantaron los ánimos del apaciguado escenario alterno, sacudiendo con esa hambre de rockear propia de quienes inician una carrera artística. Las cuerdas vocales de Jesse Barnett se rasgaron casi a punto de morir salvadas solo por los coros melódicos de sus compadres. Velocidad `hardcorera´ acompañada de riffs cortos pero sustanciosos y golpes de bajo bastante marcados. Bonus track, el carisma de sus integrantes. Entrando al plano de las bandas más esperadas por lo menos en mí caso; Shadows Fall ratificó con argumentos porque se encuentra en el top de las nuevas propuestas del metal. Soportados en dos guitarristas Donais y Bachand, estos señores de Massachusetts navegan técnicamente con tamaña frescura y un nivel propio de quien lleva décadas sobre las cuerdas, sincronizados cambian de ritmo o de efecto sin vergüenza alguna, punteos delgados, finos, ritmos, nada se les escapa, vacios llenos, además de melódicas o guturales voces. Tímido de actitud pero de baquetazo contundente el señor Jason lleva los tempos, hay que verlo en vivo para obtener toda la potencia de sus manos y pies cuando pulveriza los tambores. Enredado en el cabello que casi llega al piso, Brian, sabe en qué momento templar su voz sin perderla, carrasposos tonos llevados de un lado a otro del escenario como su inquieta presencia, The Light That Blinds. Sin duda un punto positivo del evento y excelente ejercicio para los que no han tenido la oportunidad de ver los últimos grupos de vanguardia presentes recientemente en nuestro país, y aún más en un evento gratuito.

 

 

 

 

 Pero si todavía existían quejas del cartel foráneo, los suizos de Samael de un solo soplo borraron duda alguna, con vibraciones caladoras de huesos, la presencia de la banda creo, se hizo sentir hasta pasada la madrugada, varias razas musicales: Black, Industrial, Ghotic, en una sola estación comandadas por «Vorph», el rubio de falda larga tan solo abría medianamente su boca, para rugir con tal potencia que el aliento llegaba hasta la última fila del parque, vibrantes atmosferas. La fiesta al otro costado del Simón Bolívar iba por la mitad y sería injusto dejar por fuera del top, a la banda Neoyorkina de historias callejeras Biohazard, quienes prendieron la rumba a pesar de las fallas técnicas previas. De marcadas líneas de expresión en sus rostros causa de recorridos extensos, a estos cinco personajes no se les olvida que hacer rock también es divertirse, sin pretensión alguna fueron despiadadamente ruidosos poniendo ese talento sincero de la música simple pero responsable, grandiosos.

 

 

 

 

Aunque no tuve la oportunidad de verlos pero si los seguí a través de la radio, los señores de  The Black Cat Bone cambiando un poco el chip musical, continúan demostrando porque son una de las mejores bandas del país, excelente como suenan en vivo. Otra banda que me pareció bien acoplada, con dos guitarristas de calidad fue V For Volume, gran actitud de parte de María José voz del grupo, claro trabajo de ensayo. Unos minutos antes de que arrancara Calamaro en un cierre casi siempre propicio por el artista que en la mayoría de casos es del pulmón de la gente o radialmente conocido, los señores de A Place To Bury Strangers, en el costado censurado por las cámaras del canal oficial del evento, distorsionaron sus instrumentos y nos inmiscuyeron en la oscuridad no solo de la tarima si no de su propuesta densa, llevándonos a un viaje musicalmente digerible solo en porciones, estados lentos o agresivos.

 

 

Lo malo…

 

De nuevo la lluvia no en la misma medida de años anteriores, perjudico el acceso de la gente pues  como el nombre del escenario el Lago se convirtió en eso, o en un pantano, creo, llego la hora de replantear dicho espacio. La salida sigue siendo traumática, tan solo una sola para la  totalidad del parque, así es imposible. Podrían habilitar al menos otra, el parque hacia el costado occidental tiene varias que ahorraría el tiempo de todos.  El ingreso de banderas de equipos locales de fútbol con tubos incluidos.
Por  el lado de prensa el conceso general que incluso se dejo explicito el día lunes en el balance realizado por los organizadores del festival, se enfoco en el poco espacio en la zona de los mismos, que de un día para otro fue reducida para ampliar la zona VIP. Muchos periodistas se quejaron de la incomodidad a la hora de tomar fotografías, grabar o realizar una tarea determinada cuando las bandas se encontraban en tarima, además de los muchos espectadores en la zona. En mi caso personal el día sábado no tuve ningún problema es más había espacio suficiente, pero el día lunes me costó trabajo y tiempo atravesar dicho espacio en busca de la tarima de el Lago, que no sufrió los cambios de reducción, o por lo menos no se noto.
Otro punto negativo fueron las pocas zonas de acceso, para dirigirse del escenario Plaza al Lago solo había una vía, entonces como sucedió  cruzar de un lado a otro era un calvario.
El cubrimiento  del canal de televisión oficial del festival quien olvido que la tarima del Lago también hacia parte de RAP,  curiosamente no tuvo nada de alterna pues allí se vio en gran parte las mejores o por lo menos los sonidos más actuales del rock nacional e incluso internacional, a excepción del primer día donde fue parejo con el escenario Plaza, una lástima porque muchos seguidores por televisión no se enteraron de lo ocurrido al otro lado del charco.

 

Sugerencias

No sobra decir que para las anteriores se deben replantear muchas cosas en pos de mejorar. En cuanto al nivel de las bandas colombianas no hay duda que la  gran mayoría lo tiene, el festival se ha transformado y da pie para tener en cuenta los diferentes géneros expuestos por las bandas nacionales, no es desconocido que en los grandes festivales del mundo es normal ver diferentes estilos, de extremo a extremo, en eso estoy de acuerdo, sin embargo pienso que se puede variar el platillo para hacerlo más rico e incluyente. El año pasado comentaba en el blog que hay varios géneros que están pidiendo a gritos un espacio de sobra merecido, por ejemplo: los guitarristas virtuosos que ya los hay si no en cantidad por lo menos en calidad, el Blues igualmente tiene agrupaciones importantes vistas en festivales como el Blues D.C. invitar algunas no estaría de más, en ese orden de ideas el día sábado se puede mantener los sonidos pesados, el domingo guitarristas, blues, punk… y el lunes dejar el espacio para sonidos alternos, como el Reggae el pop, Ska, el étnico etc, etc. O en el mejor de los casos organizar un festival exclusivo, pues sus representantes ya hacen masa. No quiero ser mal interpretado o excluyente de algún estilo, es solo que como están las cosas ya existen suficientes argumentos para pensarlo. Es una propuesta que ayudaría a abrir más plazas y que aunque debemos tener la mente abierta, posiblemente Rock al Parque ganaría más fuerza. ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué fue lo que más le gusto de la actual edición y qué no?

 

 

Si quieren ver más videos en el canal del blog  pueden encontrarlos.

 

Permanezcan Rockosos

 

 

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