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Eras un ángel que bajaba a la tierra en busca de cerezas.
Vi tus alas,
vi tus ojos,
vi tus manos,
vi tu rostro sorprendido al notar mi presencia.
Sentí tu miedo,
sentí tu ausencia
y verte echar vuelo provocó tristeza.
No obstante ahora guardo cerezas
esperando que vuelvas.

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