Hoy cumplo 100 días sin voz y esto me ha llevado a cuestionar toda mi vida. Me hizo entender lo frágiles que somos, pero sobre todo me mostró que muchas de las cosas que pensamos, que entendemos, son realmente ajenas y sobre todo me dio una gran oportunidad de conocerme.
Finalizando el año tuve una fuerte gripa y mi voz se desvaneció. Naturalmente pensé que era producto de ese resfriado y acudí a todos los remedios populares: miel con jengibre, miel con limón y miel con cualquier combinación. Sin embargo, al principio no me alarmé.
La primera semana aplacé mis compromisos, lo mismo pasó la segunda, pero ya a la tercera fui al médico y desde entonces he ido a ocho que me han diagnosticado diferentes cosas sin ningún remedio. Nódulos en la garganta, hipotiroidismo, fatiga y bueno ninguno de los tratamientos ha tenido frutos. Tengo disfonía, es decir que mi voz se escucha parcialmente y gracias a esto me he visto en la necesidad de hablar estrictamente lo necesario.
El silencio desespera al que espera
Antes de decirles lo que aprendí quiero mencionar lo importante que es la voz para mí. Soy un líder innato, conferencista, coach, dirijo un equipo de ventas y como algo irónico mi trabajo está basado en técnicas de comunicación. Esto ha generado un cambio importante en mi vida y quiero reflexionar sobre algunas cosas que he aprendido.
Es más fácil hablar que escuchar
Muchas veces hablamos para disfrazar nuestras emociones, o para defendernos, pero esto no nos deja escuchar nuestros propios deseos. Cuando alguien nos está expresando algo es más fácil dar nuestra opinión o juzgar en lugar de entender sus sentimientos.
Una enfermedad no puede parar tu vida
Desde pequeña he vivido con muchas dolencias, principalmente respiratorias y hace parte de mi vida estar en el médico constantemente. Siempre he tenido la filosofía de no dejarme parar por nada pero en este caso más que algo físico que me impidiera seguir con mi vida, fue algo emocional. Las primeras semanas empecé a aplazar lo que tenía en mente mientras me recuperaba y luego empecé a ver que posiblemente no tenía remedio y esto me sumió en la depresión. Seguí esperando a que el tiempo lo curará pero pasaron tres meses en los que dejé mi vida aplazada.
Un día desperté y me di cuenta de que si esto no estaba en mis manos solucionarlo tenía que salir y enfrentar mi vida mientras algo definitivo ocurre.
Estar preparado para la eventualidad es vital
Nunca había contemplado que hablar no solo es parte de la vida, sino que para mí es mi herramienta de trabajo. Estar preparado debe ser parte de nuestras vidas, hoy fue esto pero nunca sabes qué pueda pasar y cómo te va afectar emocional, física o financieramente.
En esta ocasión, la parte emocional me pasó factura al verme limitada y perder lo que considero mi mayor fortaleza que es la habilidad de comunicarme.
Aprender a escucharme y escuchar a los demás
Esto suena obvio y aunque así lo creamos no es así. En esta oportunidad me di cuenta de que escuchamos por partes o incluso solo lo que nos conviene. Al no hablar me di cuenta de que muchas veces las personas empiezan diciendo lo que piensan sobre una situación pero no dicen lo que sienten al respecto.
Lo que decimos y lo que sentimos no es igual y cuando nos tomamos el tiempo de ver que son diferentes nos volvemos más asertivos con nuestra palabras.
Todos tenemos una voz interior que no necesariamente es igual a lo que proyectamos y cuando escuchamos detenidamente ese subconsciente descubrimos nuestros propios deseos, miedos y necesidades.
Mientras guardaba silencio vi que podía cambiar de opinión, mientras más pensaba en lo que me decían, generalmente lo que haría es dar mi opinión inmediata y ahorrar las palabras me hizo pensar más a profundidad en lo que los demás me expresaban.
Cuando no puedes hablar, escuchas completamente, sin ese diálogo interno que está preparando una respuesta y te quita la atención de lo que el otro dice.
La importancia de meditar
Siempre he pensado que una de las cosas más importantes de mi vida es meditar y en este punto quiero enfatizar porque sé que la mayoría no lo hace y esto me permite estar conectada con mi propósito, alinear mi mente con mis acciones, ser consciente de cada cosa que hago pero en esta ocasión me mostró la importancia de ser consciente de lo que digo.
Como siempre gracias por leerme, escribirme y compartir. Este blog lo tenía guardado hace días porque siento que es algo muy personal y parte de una catarsis que no termina, aún no se cómo va a finalizar esta historia espero que de la mejor manera. Mientras tanto espero aprovechar escribir más en el blogs que es otra forma de comunicarme, pueden escribirme con sus ideas.
En estos días de Semana Santa tengo como tradición aprender mucho. No soy nada religiosa pero esta semana es como un pausa en el año que generalmente aprovecho para hacer cursos y aprender sobre temas que me llaman la atención y por supuesto para descansar, espero que disfruten estas mini vacaciones y nos vemos en una próxima ocasión.
Saludos
Juliana Matiz
hola querida Juliana, confía en Dios que esta afonía pasará y tendrás mucha fortaleza, existe el efecto Saunders que conocí por casualidad ayer y es un estimulo inesperado que nos lleva a vivir nuevamente un estado de exitación vivencial aprovechable. ( tambien lo experimentó el gran Carl Sagan)..Saludo especial
Califica:
Gracias por tu recomendación, saludos
Califica:
Igual que el forista Nelson Arevalo Mantilla, no abrí su columna por el titular sino por su hermoso rostro; pero me encantó su columna porque justo usted esta hablando de algo que siempre he admirado y considerado como una de las mayores virtudes del ser humano: “saber escuchar” y sobre todo “aprender escuchar lo que no queremos escuchar”. Pienso que eso se consigue en la medida que liberamos tantas vanidades y somos más humildes. Personalmente lucho por “aprender a escuchar” y no es nada facíl y espero algún día logarlo. Como usted lo dice, en la medida que aprendemos a “escuchar” aprendemos a “escucharnos a nosotros mismos” y en esa medida somo más sabios y la sabiduría va de la mano con la HUMILDAD. Felicitaciones por su columna, cuídese sobre todo de las corrientes de aire y espero que se recupere muy pronto.
Califica:
Me pareció bonito su rostro y por eso me acerqué a leerla.Pero me encontré con algo más bonito aún:Eso es una lección de vida, la que nos regala esta bella mujer.
Califica:
He tenido disfonías largas varias veces, usualmente se debe a inflamación de las cuerdas asociadas con un virus remanente. Des inflamatorios ojala naturales, agua con limón permanente, antigripal ayuda, hablar poco, ademas te ayuda al espiritu y si se vuelve critico consultar al medico por una inyección de cortisona…
Califica:
Se vuelve critico ir al medico por cualquier cosa, gracias por escribirme
Califica:
Buen día, mi hermano duro 6 meses sin voz, ya no sabiamos que hacer fue horrible esa experiencia, la familia entera estaba pensando en ir a México, pero afortunadamente encontramos el tratamiento que consiste en agua bendita, sal vigua y terapia con pitillo, recuperó la voz en dos semanas…. No se preocupe si desea le podemos ayudar comuníquese al correo: jcmm_new@outlook.com
Califica:
Muchas gracias, saludos
Califica:
Hola Juliana, la afonía pasará, a veces puede durar el tiempo que necesitas para meditar y aprender. La naturaleza es sabia y siempre nos enseña… Saludos.
Califica:
Espero que te recuperes pronto y que puedas aprender y crecer de esta nueva prueba que te pone la vida.
Califica: