Antes de narrar esta historia debemos aclarar que nuestro gran amigo Juan Pablo Calvás no nos ayudó a escribirla, ni Gonzalo Lazzari de la W, ni Olafo el Amargado, ni ninguno del ‘club de pesimistas’. Los hechos transcurren, como diría nuestro amigo Pedro González, ‘don Jediondo’, en Túquerrez, Sudáfrica, y los nombres de los protagonistas han sido ligeramente cambiados para evitar susceptibilidades. Esto le pasó a un vecino nuestro y sencillamente fue un acto de contrición y de fe, nada más.
Cómo cumplir 55 años y no morir en el intento – foto tomada de 123RF
Cuando el almanaque marca cinco años después de medio siglo, justo el día de tu cumpleaños, todos sin excepción te dicen estas frases, entre muchas otras:
«Estás aún joven», «Estás en la mitad de la vida», «A las mujeres les gusta los veteranos ya con canas como tú», «Estás en la época más productiva de tu vida», «¿Ya escribiste el libro, sembraste el árbol y te tiraste en paracaídas?, recuerda que esas tres cosas hay que hacerlas antes de morirte», «Ya con tus hijos grandes con tu esposa son como novios, ¿o no?», «Lo chévere de cumplir 55 es que estás a pepa y cuarta de la pensión», «Se te acaba el tiempo, ojalá alcances a ver inaugurado el Metro de Bogotá, a Nairo campeón del Tour, a la Selección en la final de un mundial, y sobre todo, que desmonten el 4 por mil».
Pues amigos, les quiero decir que todas esas frases son solo de cajón, que ninguna es aplicable o cierta, y que la gente las repite porque no tiene nada más que decir para consolar a esa persona, que va en el quinto piso y medio, y que con suerte llegará al sexto, pero nadie apuesta por eso.
«Estás aún joven», primera frase que voy a desmentir, a los 55 años ya te mandan a un examen de la próstata, tomas pastillas para los triglicéridos y el colesterol, ya no te sirve el Omeprazol sino el Esomeprazol, eso sin contar que tus lentes parecen un telescopio de la Nasa. Pides en tu EPS cita de control cada quince días, te mandas a tomar la presión arterial en la droguería día de por medio, te has vuelto vegetariano y vegano, te acuestas a las ocho de la noche y tres cervezas te ponen a hablar en letra pegada. Aún citas a Pelé, a Maradona, recuerdas a ‘Yo y Tú’, ‘Don Chinche’, ‘El Show de Jimmy’, ‘El Príncipe de Blair’, (o del Rap), ‘Alf’, The Beatles, The Who, The Doors, The Bee Gees, Rolling Stones, y escuchas ‘Boogie Nights’ en la W.
«Estás en la mitad de la vida». ¡Mentira!, ¿o sea que la gente espera que uno viva 110 años?, ¡De por Dios!, no le deseen a uno tanto mal junto. A cada mujer bonita e interesante que te encuentres en tu camino le doblas la edad, y en estas épocas, las veteranas tampoco te miran, porque prefieren su entrenador personal, el cual tiene la mitad de los años que ellas.
Y sí hay alguna de estas veteranas disponible, es separada, tiene tres hijos adolescentes y su exesposo la vigila y la cela de noche y de día, o si no, es una próspera ejecutiva independiente, soltera, que controla, pero no se deja controlar, que paga las cuentas ‘a la americana’ y que da órdenes por doquier.
Bueno, tal vez sí tienen razón y estás en la mitad de la vida, porque solo puedes ver la mitad de una película, pues te quedas dormido, solo puedes tomarte medio whisky porque te emborrachas, todo lo haces a media máquina, (casi todo), y con media de aguardiente te hospitalizan.
«A las mujeres les gusta los veteranos ya con canas como tú». ¡Otra grotesca falacia!, la calva espanta a las mujeres, y las canas, en lugar de hacerte ver interesante, solo logran que a tu nombre le antepongan un don. Con cualquier chica que salgas te van a decir, «Hasta luego suegro», y en las fiestas te pedirán permiso para sacarlas a bailar, (de pronto ni permiso te piden). Si tienes dinero, ¡sí te ves más interesante!, para que te desplumen y te dejen solo el pellejo. Ahora bien, si logras cuadrarte una joven no te bajarán de viejo verde o abusador, y si es una mayor que tú, eres un ‘caza viudas’ y vividor. Y si eres casado, ahí si que menos te voltean a mirar, y mejor así, a esta edad la infidelidad será el peor error de tu vida, (realmente, a cualquier edad).
«Estás en la época más productiva de tu vida». ¡Eso sí que es falso de toda falsedad!, con 55 años ya no puedes hacer empresa, porque nadie te da un crédito o te financia una idea, (tal vez te la roba), y si buscas trabajo, estás sobre calificado y mueres en el intento. (Ver ‘Don Cesante’ falleció ayer, anhelando ese empleo que jamás llegó http://blogs.eltiempo.com/la-sal-en-la-herida/2017/03/10/don-cesante-fallecio-ayer-anhelando-ese-empleo-que-jamas-llego/).
Si tienes la suerte que te contraten, de seguro serás un modelo a seguir para unos y una piedra en el zapato para otros. A casi nadie le importará lo que has hecho laboralmente, (solo a los de recursos humanos).
Trabajarás con personas más jóvenes que tú, a los que les tendrá sin cuidado tu ‘curriculum vitae’, aprenderás mucho de ellos, pero pese a tu experiencia tendrás poco que enseñar, muchos son Millennials y Generación Z, que ven el mundo diferente, esclavos de las redes sociales, de la tecnología, con otros intereses y otra visión de la vida, por ende, de tu profesión.
«¿Ya sembraste el árbol, te tiraste en paracaídas y escribiste el libro?, recuerda que esas tres cosas hay que hacerlas antes de morirte». En cuanto al árbol, todos lo hemos sembrado, ya sea en la huerta del colegio, con el grupo ecológico de la universidad o con los de la Junta de Acción Comunal del Barrio. Con respecto a tirarse en paracaídas, los que tuvimos la suerte de pasar por el Glorioso Ejército de Colombia y somos oficiales de la reserva, nos lanzamos no una, ni dos, sino más de tres veces por los aires, además, si la mamá de Pirry se tiró desde una avioneta en este artefacto después de los 80, los que tienen mi edad pueden estar tranquilos porque les falta 25 años para hacerlo. Y sobre el libro, los grandes literatos han comenzado a escribir de verdad después de los 50, y sus obras se comienzan a leer cuando al autor se le ha olvidado hacerlo, (leer), entonces aún hay tiempo.
«Ya con tus hijos grandes con tu esposa son como novios, ¿o no?». Aunque los hijos ya no sean niños nunca dejan de ser la prioridad, por más que tengan su propia vida, jamás te dormirás hasta no saber que todos han llegado a casa, (o a sus casas), sanos y salvos, y en ese momento apagarás la luz del Santo al que los encomendaste, pero ya el cansancio no te dejará hacer otra cosa con tu esposa más que dormir.
«Lo chévere de cumplir 55 es que estás a pepa y cuarta de la pensión». ¡Otra monumental mentira!, con Mauricio Cárdenas de Ministro de Hacienda y Santos de presidente, cada vez te cambiarán la edad de jubilación y terminarás pensionándote a los 80, el mismo día que te tires en paracaídas.
«Se te acaba el tiempo, ojalá alcances a ver inaugurado el Metro de Bogotá, a Nairo campeón del Tour, a la Selección en la final de un mundial, y sobre todo, que desmonten el 4 por mil». Bueno, acá debo decir que lo del Metro parece que esta vez es una realidad, lo de Nairo, si no le da por correr tanta vuelta exista, (como ‘La Doble a Girardot), y si tiene equipo, de seguro le ganará a Froome antes que yo cuelgue los guayos, bueno, en este caso, la bicicleta, y Colombia llegará a la final en Rusia 2018, estoy seguro. De lo del 4 por mil, no hay un impuesto más eterno que uno temporal, de seguro lo tumban el día que nos pensionemos y lo celebremos tirándonos en paracaídas, o sea, a los 80.
¡Esperamos este 18 de noviembre la invitación para unos ‘lamparazos’!
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