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Dos de los mejores jugadores colombianos de la historia tienen toda la razón al criticar el periodismo deportivo que se hace en el país.

Primero el caso de James. Aquí, como en España, le han dicho que se creció, que le falta humildad, que anda de rumba, que va a toda velocidad en su Audi, que está gordo y hasta le critican –como si tuviera la culpa, mejor, como si fuera un error- que su mujer esté participando en un reality.

‘Me jode mucho lo que están diciendo, que digan tantas cosas. La gente que está cerca de mí sabe cómo actúo, le debo mucho a esto y siempre intento cuidarme. Soy un gran profesional. Lo que se dice de que (sic) salgo mucho por la noche es mentira. Jode mucho que duden de mí, que digan que estoy gordo’, dijo James luego del partido del Real Madrid el último fin de semana.

Luego está el caso de Falcao, que es mucho peor ya que los advenedizos colombianos al micrófono le han calificado de “futbolista acabado” y ahora están haciendo juicios facilistas. Que no debió irse al Manchester United o al Chelsea –“analizan”-, sino que debió ir a otro equipo de menor valía, con menor presión, para recuperarse. Imagínese usted lo fácil que es hablar después de los hechos y, lo peor, con poco sentido constructivo.

Por eso, me gusta mucho lo que contestó Falcao a la revista Semana. “Mire, cada persona es libre de expresar sus opiniones. Pero sí pienso que los periodistas deben hacerlo con más responsabilidad”, dijo.

¿A qué se refiere? –le indagó Semana-.

“A que les falta precisión. Hoy no van a la fuente para corroborar las noticias y dicen cosas que no son verdad. Solo les falta decir que Falcao va a jugar en un equipo fuera del planeta Tierra”.

Hay quienes dicen que los periodistas deportivos son futbolistas frustrados y se podría reconocer muchas veces que no están equivocados. Pero que un futbolista nos enseñe Periodismo es otra cosa. Visto con buenos ojos, aunque sea, es un llamado de alerta, al menos de consideración.

En conclusión, James y Falcao tienen razón por dos razones básicas: primero, porque el periodista deportivo colombiano le sigue dando prioridad a opinar antes que informar (con la cantidad de rumores y suposiciones que esto conlleva) y segundo, como bien lo dijo Falcao, al periodismo deportivo le falta responsabilidad, pues sigue siendo caja de resonancia de lo que dice la prensa extranjera como si fuera una fuente inequívoca de la realidad.

Ojalá Falcao y James vuelvan a ser los de antes. Ojalá el periodismo deportivo colombiano tenga un mejor futuro.

En Twitter: @javieraborda

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