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Hoy 10 de julio, a pesar de ser un día muy soleado y aparentemente despejado, el entorno es sombrío y peligroso, ya que por las calles capitalinas se encuentran la gran mayoría de conductores de taxis en un escueto y muy agresivo paro.

Paro con el que sorprenden violentamente no solo a los miles de bogotanos que necesitan trasladarse de su vivienda hasta su trabajo u otras responsabilidades, sino también a los mismos conductores de taxis que decidieron trabajar para cumplir con sus obligaciones financieras.

Los paros o manifestaciones pacíficas tienen como objetivo hacer notar una inconformidad, pero así, lo único que generan es miedo entre los mismos usuarios que los solicitan a diario.

 

Los taxistas no solo se tomaron las calles, también invadieron las oficinas de Uber Colombia, en días pasados (12 jun. 2019), sembrando el terror entre los colaboradores de esta empresa y los visitantes del lugar:

 

 

 

Paradójicamente, la gran mayoría de taxistas salieron a protestar por las aplicaciones que prestan los servicios de transporte en las ciudades principales del país, lo que no tuvieron en cuenta es que convirtieron este día en una gran oportunidad para esas mismas plataformas.

Ya que muchas de las personas afectadas se vieron en la obligación de recurrir a ellas, e incluso, de conocerlas. Y en las redes sociales manifiestan que por medio de vehículos particulares o motocicletas recibieron un mejor servicio, más cordial, económico y rápido.

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