“El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen». (El mercader de Venecia)
Mi amor platónico me escribe por whatsapp que ore por ella, le digo que con gusto pero que mis oraciones no son efectivas, me pregunta ¿cómo es posible, Betico, luego no tienes un programa de opinión en un canal de fe?, claro le respondí, pero pocas son mis influencias con los santos al igual que con los políticos, me envía entonces un emoticón diciéndome: Betico te hace falta irradiar fuerza, y me sentencia diciendo: que si quiero sus afectos debo parecerme a Superman, ser corpulento, musculoso y lo más importante volar para llevarla donde quiera, según ella, me parezco a Clark Kent, un tonto periodista de poca inteligencia, un timorato mediocre que no proyecta éxito, a lo que respondo que al fin coincidimos en algo, aunque en estos tiempos, ¿quién quiere ser un súper humano?, yo no, gracias.
Me envía un emoticón con cara de enojo, y me escribe: ¿cómo es posible que digas eso Beto?, no seas mediocre, acaso no ves a los hombres de éxito como el expresidente Uribe, quien fue elegido como el gran colombiano, o el presidente Santos que recibió el nobel, debes ser un conquistador como Bolívar, por eso es que estás solo.
Yo quiero ser un ciudadano impoluto le respondí, que pueda votar por el que yo quiera y no por el que me digan, no crees acaso que las acciones en el amor y la política se asemejan, por ejemplo, algunos nos seducen para alcanzar sus intereses propios, haciendo que unos incautos se enamoren y caigan como tontos, fascinados ante palabras y actos que no son genuinos, en el fondo no les importa lo que el otro siente, y aquel que se enamoró hace lo que le “digan”, perdiendo incluso el raciocinio. Esos ciegos amores, esos que no dejan pensar, esos que creen que nos tienen en sus manos.
Para el teatro de la vida suelen embellecerse, se empolvan y se arreglan para proyectar una imagen de éxito, bien podríamos preguntarle de ello al fiscal anticorrupción capturado por corrupción. Porque siempre será mejor actuar al natural que estar a la moda, por eso prefiero no maquillarme para el éxito, o bueno, el único maquillaje que me dejo es el que me aplican en el set, pues insisten en que mejorará mi imagen, aunque al finalizar el programa yo la vea igual, por eso es mejor un amor de carne y hueso, sencillo y espontáneo, que uno disfrazado y fingido. Ay Betico, eres un exagerado, un loco, déjate de cojudeces, por eso es que no estaremos juntos, en la senda del éxito no estás, perdiste la perspectiva, somos diferentes.
Le escribo que tiene razón, pues somos distintos, ella aún puede conquistar al mundo, yo ya me retiré, estoy jubilado de las conquistas, ya no es lo mío, no sé cómo hacerlo y tan solo me quedan los amores platónicos, aunque siempre será mejor uno al natural que uno platónico. Me envía luego, el emoticón serio y me escribe: “beto no seas idiota y vota por el que se te dé la gana y no por el que yo te diga”. – Que imprudente soy, razón tiene, la pasión ciega y la memoria olvida.
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