Según la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (ANDESCO), en Colombia, a finales del año 2019, la cobertura de internet fijo como móvil era del 52 % en zonas urbanas y del 7 % en zonas rurales, sumado a esto no todos los colombianos tenían acceso a un computador o un teléfono celular.
A causa de la pandemia generada por el covid-19, toda la educación en el país es virtual. Universidades, colegios, hasta jardines infantiles se han tenido que adecuar a esta nueva realidad. Pero, ¿estábamos preparados para la virtualidad escolar?
Las universidades y colegios a nivel nacional, que cuentan con la capacidad económica suficiente, crearon sus propias plataformas e incluso aplicaciones móviles para dictar sus clases. Sin embargo, otras instituciones no tuvieron el mismo privilegio y tuvieron que acomodarse a las herramientas existentes: Zoom, Skype, Meet…
Una realidad complicada para los docentes que han tenido que aguantar las faltas de respeto por parte de sus alumnos, quienes mofan de su conocimiento en el tema, saboteando las clases. Sin embargo, algunos profesores no se han quedado quietos y han dado prioridad a sus labores profesionales. Ellos se han desplazado hasta las casas de sus estudiantes para poder cumplir con su deber. Obviamente con todos los protocolos de bioseguridad.
Por otro lado, la cobertura ha sido otro gran inconveniente. En informes noticiosos varios alumnos dieron a conocer sus inconvenientes para acceder a una buena conexión a internet, otra falencia del Estado en esta contingencia. Casos de niños caminando varias horas para encontrar señal y hasta trepados en árboles han sido algunos ejemplos de que las cifran manejadas por el Ministerio de las TIC mienten, donde aseguraron en diciembre de 2017 que en Colombia la cobertura llegaba al 98 % del país.
La virtualidad escolar es un trabajo en conjunto, no solo es responsabilidad de las instituciones educativas, docentes y alumnos. Los padres también juegan un papel importante, ellos deben de supervisar y colaborar el proceso de sus hijos, no solamente delegar esta tarea al colegio.
Esperemos que esta pandemia, con todos los cambios surgidos socialmente, económicamente, e incluso educativamente, nos lleven a mejorar como país, como sociedad y lo más importante, como personas.
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