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Hace poco escribí un post titulado «El feminismo, un enemigo de la caballerosidad» . En su momento fui objeto de burlas por expresar en ese artículo que se había vuelto un problema ser cortés con las mujeres porque se sentían ofendidas por abrir la puerta de un carro, ceder la silla en el transporte público u ofrecer el saco para que se cubran por el frío.

Bueno pues hoy he querido ceder este espacio a una dama conocida en redes sociales como @Lizz_Bennet, ella tiene una opinión con la que yo estoy totalmente de acuerdo sobre el tema del feminismo radical que lamentablemente viene calando en muchas mujeres.

FEMINISMO, UNA IDEOLOGÍA QUE SE DESDIBUJA. Columna de opinión de @lizz_Bennet

Empiezo por reconocer que gracias al feminismo, hoy puedo plasmar mi opinión a través de este escrito, cosa que agradezco profundamente a esas mujeres valientes que lucharon por nuestros derechos en el siglo pasado. Siendo más exacta, les agradezco a las feministas de primera y segunda ola.

Sí; el feminismo a lo largo de su historia se ha dividido en cuatro etapas, llamadas “olas”. Desde mi punto de vista, las dos primeras (desde 1848 hasta 1980) fueron las más importantes, enmarcadas en una ideología seria y argumentada, donde a la mujer se le reconoció su derecho al voto, a la propiedad privada y a una libertad que logró catapultar las capacidades dentro del entorno social, político, familiar y laboral.

Marcha de Feministas en Bogotá. En el marco del día internacional de la mujer, apoyando la internacional de feministas #nosotrasparamos a nivel mundial se desarrolló una jornada cultural en el parque de los hippies.08 de marzo 2018 Foto: César Melgarejo   . Crédito: CEET.

A finales del siglo XX la ola feminista llegó a una tercera conceptualización, en la que el feminismo sufre un fraccionamiento considerable a raíz de la formación de subgrupos ideológicos dentro del mismo movimiento, como lo son el feminismo negro, feminismo pro sexo, eco feminismo vegetariano, transfeminismo, movimiento pro aborto y feminismo posmoderno. Así mismo dentro de esos grupos se generaron múltiples divisiones; esto demostraba que se estaba comenzando a perder el rumbo de una causa común para atender causas particulares, lo cual terminó convirtiendo el movimiento en una batalla no solo de ideas y de opiniones, sino también de ataques.

El feminismo se terminó enfocando en la llamada “libertad sexual”, tanto así que existe una denominación llamada “pornofeminismo” donde se mostraba como la mujer tiene la capacidad de obtener placer sin la necesidad del hombre, pero esto llevo a multiples desacuerdos, pues parte del feminismo de la tercera ola se enfocaba en la lucha en contra de la llamada “cosificación de la mujer” donde se argumentaba que la mujer era usada como objeto de placer para el hombre.

Lastimosamente así se ha transmitido la ideología a las nuevas generaciones (millennials) donde el concepto de feminismo perdió su norte, dejando a un lado los derechos y dándole cabida a los odios. No solo victimizan a la mujer para tratar de sacar ventaja sobre los demás, si no que se han convertido en fabricantes de ataques y no solamente contra el género opuesto, sino también contra otras mujeres que no apoyan la causa. Pasaron de pedir derechos a transgredirlos.

Me puse en la tarea de investigar a fondo sobre la “cuarta ola feminista” siendo esta la última conceptualización del movimiento y solo pude llegar a conclusiones idealistas, donde se habla del dialogo pacífico y de la debida formación de futuras generaciones, apartándose de una realidad basada en los odios, donde la igualdad se pierde en una superioridad moral de muchas de sus integrantes, usando canales como la victimización y la violencia para tratar de conseguir objetivos que simulan una mal llamada “igualdad de género”. Solo quiero ser clara al decirles que desde mi punto de vista, la igualdad no debe estar basada en el género, sino en las capacidades de cada ser humano, pues de lo contrario, por tratar de luchar contra una supuesta discriminación, se termina discriminando.

En conclusión, el movimiento feminista en la actualidad se percibe más como una secta, creando brechas, incitando a la violencia y desdibujando esa causa que ubicaba a la mujer dentro de una equidad social, convirtiéndose en un limbo ideológico donde obligan a la mujer a perder su identidad y alinearse a un grupo donde más que ser defendida, es usada. Donde se cree que para obtener derechos para sí, se debe pasar por encima de los derechos de los otros; donde no se respetan creencias, cultos ni tampoco ideas, donde las capacidades son subvaloradas considerando que tenemos ventaja por ser mujeres.

Pues no, ese neofeminismo no me representa, y por el contrario, me genera cierto grado de vergüenza.

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