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Gouna significa el guardián sagrado, el arlequín de la noche estrellada, la defensora de la Sierra Nevada, el símbolo de fertilidad arhuaco, la que vive entre dos mundos, resguardando el equilibrio entre la madre tierra y toda la vida. Es una rana que habita la imponente ciudad perdida del Magdalena y que le da nombre al restaurante del que les voy a hablar hoy. De techos altos y amplios salones, este nuevo sitio se me asemeja a los elegantes lugares del centro histórico de la ciudad amurallada de Cartagena, pero cerca al parque de los novios de mi ciudad, Santa Marta.

Sitio ideal para una velada romántica, para hablar en voz baja con su novia en un ambiente tranquilo y aireado mientras se disfruta de un cocktail preparado por profesionales, de unas caribañolas de pulpo llevadas a un altísimo nivel, de un codillo de cerdo que cuando pasa por el paladar, se nota la dedicación que tuvo el chef en su cocción. El extranjero podrá venir a este lugar para sorprenderse y probar ingredientes y sabores locales presentados al comensal de una manera innovadora y diferente; el local se conectará con la marca volviéndolo con el tiempo uno de sus restaurantes favoritos para sus celebraciones, y el turista del interior del país, seguramente reservará con antelación para llevar a sus seres queridos a que disfruten de un buen almuerzo o una buena cena. Y no será visita de una sola vez, se volverá en mi opinión, un referente de la ciudad en poco tiempo, porque tiene todo el potencial para triunfar. Siento que están haciendo las cosas bien desde el principio, y sin muchos aspavientos.

En la calle 18 No 3-75, justo al lado del tradicional Crabs me lo encontré por coincidencia este sitio; con horarios de lunes a miércoles entre las doce del día y las diez treinta de la noche, y de jueves a domingo de doce del día a doce de la noche, Gouna Bistro Bar abre sus puertas en Santa Marta para revolucionar el mercado. Me gusta, y los felicito porque aprovechan pescados de la región que normalmente no son tan conocidos como el pargo o el róbalo, pero que tiene igual o mejor sabor que los anteriormente descritos. En su plato de “pesca del día” pude darme cuenta de eso; el medregal y la picúa hacen parte de la carta. Entradas como “patacones zoneros” (lluvia de queso costeño y blanco sobre tejas de guineo verde, suero atoyabuey y hogao), “tataki de albacora” (lomo de albacora marinado con soya, panela y jengibre, costra de sésamo blanco y negro con melao de panela) y unas “croquetonas de plátano maduro”. Platos fuertes como arroz cremoso de camarones y calamar, pescados en salsa de maracuyá y torombolo, pulpo parrillado y el codillo de cerdo del que les hablaba antes en salsa de cerveza, cocinado por ocho horas, bañado en salsa BBQ de cerveza negra, mezcla de vegetales, tomate cherry, queso costeño de búfala y berenjenas apanadas. Tienen también hamburguesa con carne de morrillo, queso siete cueros, cebolla grillada, tocineta, pan brioché de queso, blend de carnes de la casa y queso cheddar.

Para finalizar probé un postre de torta horneada de plátano maduro con queso, bañada en salsa de bocadillo y queso. Recomiendo los buenos cocteles que preparan en el lugar, son maravillosos.

Instagram @gounabistrobar

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