Aún se escuchaba el estruendo de la bomba del Centro Andino, cuando las aves carroñeras de siempre empezaban a volar en círculos para saciar su sed de sangre fresca.
Pienso y pienso y no logro ver con claridad quién es más desgraciado: si el loco, desquiciado que cree que a punta de matar a un puñado de inocentes va a lograr algún cambio en esta sociedad, o los locos, desquiciados que se aprovechan de la menor oportunidad para inundar las redes y el ambiente con su odio y mala leche.
En este caso, la miseria humana saltó a la vista y por más explicaciones que quieran dar, a varios miembros del Centro Democrático, empezando por Uribe, se les vieron las costuras. Pocas líneas solidarias para los muertos o para las familias y mucho menos (faltaba más dirán ellos) alguna tímida muestra de apoyo al gobierno nacional o distrital, como si ellos mismos no hubieran sufrido en carne propia, la ignominia de la bomba en El Nogal, por nombrar uno de tantos.
Uribe publicó un trino que después borró, con una supuesta carta de un empresario quejándose por la situación y que empezaba con una lastimera frase: “ Anoche no dormí”… Otro tanto hizo el Representante a la Cámara por el mismo partido, Alvaro Hernán Prada, que en su cuenta de twitter publicó: “El atentado del Centro Andino debe despertarnos. No podemos esperar que haya elecciones, hay que sacar al presidente del terrorismo YA!»
Mientras tanto, el exministro y exembajador Juan Carlos Pinzón, hoy en trance de precandidato presidencial, también puso lo suyo intentando marcar distancia de un gobierno al que perteneció hace muy pocas semanas. Es decir, el gobierno de Santos era bueno hasta cuando él fue su embajador en los Estados Unidos y hoy que ya no lo es, es un gobierno laxo que incentiva a los terroristas y los criminales. ¡Bonito así!
Pero no solamente fueron los políticos. Los comerciantes, encabezados por Fenalco, también dejaron ver su gula y su apetito y en la mayoría de sus declaraciones solamente dejaron traslucir la tristeza por el daño que hubiera podido haber sufrido su jornada de “Bogotá Despierta”.
Esa actitud en realidad nos desnuda por completo. Es esa condición tan colombiana de intentar sacar ventaja del dolor de los demás, de robar al tipo que atropellan, de hacernos los dormidos en las sillas para ancianos, de meter monedas falsas a los limosneros de la esquina, de falsificar el trago navideño sin importar que los demás se queden ciegos, de vender como recién horneado el pan de hace tres días, de meter un gol con un penal que acabamos de inventar, de desear el mal ajeno sin importar las consecuencias, porque acá la ocasión hace al ladrón. O viceversa.
Si usted analiza al centro uribista, tienen como estrategia ese tipo de comunicados. Cada vez que pasa algo, sale uno cualquiera, senador o representante con esos comentarios que ElTiempo, Semana, Caracolradio o RCN esperan con desespero. En caso que no se produzca comentario, los buscan y les incitan a comentar. En este caso, dijeron que Santos es el culpable del atentado. Luego, salen a disculparse. Estos medios de comunicación, han hecho titulares de la mentiras, pero de las correcciones apenas si las mención. Acuérdese de la tragedia de Mocoa. Uribe mando a un secuaz a decir que la guerrilla lo había provocado. Los medios lo divulgaron. Después, disculpas. Cuando Uribe ataca a algún contradictor de guerrillero, estos medios presentan en titulares la acusación. Las retractaciones, apena si se muestran. Esta estrategia perversa de un político perverso, es lo que le funciona a este país, ávido de muertes, masacres, violaciones, secuestros y atentados a pueblitos.
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Señor Liévano, tiene que estar uno muy mal para no saber quienes está más desquiciado, si los que cometen un acto terrorista que mata personas inocentes o aquellos que escriben un tweet oportunista. Y los tweets oportunistas también llegaron del otro bando con el cuento que el ataque provenía de los que se oponen a la negociación con las farc.
Además usted culpa del acto a un loco despistado sabiendo que casi siempre detrás de estos hechos están organizaciones criminales.que luego quieren aparecer como luchadores sociales y amantes de la paz.
Y ojalá esa solidaridad por las víctimas sea por siempre porque en éste país se ha vuelto normal terminar solidarizandose con el victimario.
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Desafortunadamente, ser ave carroñera, es la ideología del Centro Demoníaco y por eso viven de aquelarre en aquelarre para inventar mentiras y más mentiras, falacias y tergiversaciones que le agraden a su diabólico amo y señor.
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uribe debe estar feliz eso es lo que gusta la violencia
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Algún programa de televisión muestra cómo unos exploradores buscan en una isla una supuesta bodega subterránea en la que se supone, hace muchos siglos, los Caballeros Templarios escondieron unos tesoros valiosísimos como el Arca de la Alianza, el Santo Grial, etc. Pues bien, esa caleta está en un sitio que es, comprobado- «un hueco sin fondo». Este programa me trae a la memoria, este pobre país nuestro que también es un «hueco sin fondo» que guarda, no tesoros, sino inmundicias morales, calumnias, mezquindades… Lo más triste es que ese hueco es sin fondo y seguiremos conociendo trinos llenos de bajeza, en donde los autores,-supuestamente intelectuales y ex gobernantes-descargan las heces que albergan en un alma egoísta que no ve sino los propios intereses políticos así pisoteen la sangre y el dolor de víctimas inocentes de un terrorismo ciego. ¿Quién va a confiar para un futuro, en personajes de esa calaña?
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la pura verdad , nuestros políticos y comerciantes piensan con los pies y solo les interesa conseguir plata y nada mas
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Es más fácil destruir que construir, y para eso no se precisa ser inteligente, es reconocerse par de lo que se critica, es lamentable eso, pero es así, terrorismo de cualquier forma, con bombas o con trinos.
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