Cada vez que juegan juntos, James y Quintero le dan el dinamismo a Colombia que tanto faltó durante las eliminatorias anteriores.
Seguimos sin técnico, pero Colombia ha recuperado poco a poco su color y buen juego. Arturo Reyes no quizo mover mucho en su paso temporal como líder del grupo y se dedicó a potenciar todo lo bueno que quedó del Mundial. James Rodríguez volvió al grupo y, cuando Juan Quintero entró a la cancha contra Estados unidos, la combinación de zurdos (más un juego inteligente de Carlos Bacca) acabó con la ventaja efímera del rival. Aunque anoche enfrentamos a un equipo que está a años luz de la mitad de las selecciones de Sudamérica, la calidad y buen juego que demostró Colombia en el campo durante el segundo tiempo hace que estos amistosos sin técnico de proyecto tengan sentido. Arturo Reyes va dejando un pequeño legado y el jueves nos recordó a todos una cosa: la Selección es mejor con los zurdos jugones en cancha.
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La formación puede variar. El jueves, el 4-4-2 con el que jugó Colombia sirvió para que, cuando Estados Unidos se replegó tras el 2-1, Quintero y James tuvieran siempre un delantero libre para conectar jugadas. De vez en cuando fue Bacca, de gran partido, y a veces fue Radamel Falcao. El 2-2 y el 2-3 son ejemplos perfectos de esa secuencia. En el primero, Falcao se llevó a un central cuando salió del área y el hueco quedó para Bacca. En el segundo, el de Puerto Colombia aguantó el balón y atrajo a dos rivales para que Falcao quedara solo. La ecuación también sirve con Miguel Borja, Cucho Hernández y sobre todo con Santos Borré. Lo importante es que la pareja de delanteros se complemente y no se estorbe, para que cuando uno se lleve la marca el otro quede libre y pueda recibir de James o Quintero.
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Para otros partidos, en los que el rival arriesgue más y deje muchos espacios atrás, el 4-2-3-1 como aquel usado contra Polonia (James por izquierda, Juan Cuadrado por derecha y Quintero de mediapunta) puede funcionar bastante bien. Para eso, el jugador de River Plate necesitará mejorar su físico, pues con ese esquema el partido se torna más vertical y Quintero no puede estar pidiendo el cambio siempre a los 60 minutos de juego. Dicho eso, la formación puede ser un manjar para él y James, con un Cuadrado (o Yimmi Chará) sencillo que aproveche su velocidad y Falcao pescando balones detrás de los defensas. Lo importante es que el equipo tenga a ambos zurdos en la cancha y que el esquema les permita desarrollar su gran visión.
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Para que la idea dure los cuatro años del proyecto (hasta Qatar 2022), es necesario traer un técnico que disfrute el juego con la pelota. Nada de Dunga, Jorge Luis Pinto o cualquier estratega de corte defensivo que solo juegue con atletas para atacar. Gerardo Martino sigue siendo una opción (cada vez más remota) y yo sigo abogando por un entrenador extranjero de ese corte. Colombia tiene a dos magos, a dos genios que ven pases donde los demás no ven nada. Llevan jugando juntos desde los 13 años suelen dar frutos cuando se ponen la amarilla juntos. Habrá que ver qué ofrecen los otros jugadores contra Costa Rica el martes y qué hace Colombia en sus últimos amistosos en noviembre. El jueves quedó claro en Tampa que la titular incluye a James y a Quintero.
Foto: Clivie Rose/Getty Images
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