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No se puede negar que ante sus grandes avances, los motores turbodiésel se hacen a un hueco importante en el mercado de las camionetas en Colombia, y tímidamente tratan de incursionar en los automóviles. ¿Qué conviene comprar?

Humo, sonido desagradable, poca capacidad para girar en altas revoluciones, y más lentos acelerando a tope en cada cambio. Aún, de vez en cuando, hasta nos »ahogan» con la humareda que dejan a su paso los antiguos y desgastados  motores de algunos buses en algún punto de las ciudades. Para bien, esto se ha terminado en cualquier lugar del mundo cuando buscamos vehículos nuevos con motores turbodiésel.

Desde hace 20 años cuando Audi »masificó» el primer motor de inyección directa turbodiésel  -un novedoso 5 cilindros en línea, Volkswagen los tuvo en V, pero en gasolina en el Golf IV-,  la competencia en el segmento reaccionó casi de inmediato ofreciendo lo mismo. En 1997, Alfa Romeo adiciono el sistema de alta presión  de combustible Common Rail el cual, como pasa siempre, fue adoptado casi de inmediato por todas las marcas generalistas. La cultura por esas máquinas está bastante difundida en Europa desde esa época, llegando a vender la mitad de los vehículos y más, en muchos países, salvo en el segmento A de los City cars, donde peso y tamaño no requieren del más económico motor que enciende por compresión.

El desarrollo tecnológico y la sapiencia han hecho evolucionar estas mecánicas como nunca en la historia. Todo ha llevado a que cada gota de combustible se aproveche muchísimo gracias a ciclos de inyección en el momento de la compresión, donde se dosifica hasta en ¡9! partes por cada subida del pistón. Toda una proeza casi inimaginable, si recordamos que a sólo 4000 revoluciones que las alcanza y pasa cualquier turbodiésel moderno, el pistón sube y baja 66,66 veces por segundo!!

La rapidez y precisión con que se inyecta, disminuyeron las vibraciones que casi han desaparecido estando parados en neutro, el ruido ha disminuido drásticamente, y no se sienten ásperos o con vibraciones en ningún punto de las revoluciones. El humo, otrora ligado a estos motores, ha desaparecido, salvo en arranques en frío o en fase de desaceleración – aceleración, donde se ve en muy pocas cantidades. Con el filtro de partículas que no se puede instalar en Colombia por las especificaciones del acpm, esto quedaría solucionado.

En el manejo habitual, casi que nos catapultan al pisar el acelerador, cuando los turbos de geometría variable o los 2 que trabajan en secuencia uno pequeño y otro más grande que sopla más en altas, permiten girar con contundencia en cualquier punto de las revoluciones. Así, salen disparados desde 1000 o 1500 rpm, fácilmente hasta las 4500 o hasta en 5000.

¿En que supera el Diesel moderno al de gasolina, a pesar de los avances de éste último? Siempre tendrá más fuerza durante la conducción normal, sin pasar de las 4000 vueltas (acá no interesa el máximo caballaje que siempre aparece con el motor girando casi, o al máximo), gracias en parte a sus elevadas relaciones de compresión, que los llevan a entregar en un 2 litros hasta 40 kilogramos/metro de torque, donde su símil gasolina entrega 20 o 35 en los aspirados y turboalimentados respectivamente, toda una diferencia.

¿Se gasta más en mantenimiento? Siempre, pero no mucho más especialmente cuando se hacen muchos kilómetros. Salvo los filtros de combustible que son más caros que en gasolina y toca cambiarlos con mayor frecuencia a pesar de un combustible Diesel que ha mejorado con respecto a las más altas especificaciones internacionales,  el mantenimiento cuesta más o menos lo mismo. Se debe ser muy riguroso en cumplir con los cambios de filtro según lo recomendado por la marca, e instalar sólo el original.

Muchas veces por ahorrarse unos pesos e instalar de otra marca, dañan el motor. Los componentes del sistema de inyección de un turbodiésel son muy sensibles al mugre, se rayan fácilmente, y están ajustados a tolerancias que tienen como patrón las micras. Además son muy costosos y por esto la cuenta total sube bastante. El momento de reparación general del motor será distante puesto que aunque en longevidad los gasolina han mejorado mucho, el turbodiésel sigue durando más.

¿Qué tanto ahorramos en el uso diario con respecto al combustible? En Colombia donde un galón de gasolina está cerca de los 1000 pesos por encima, ya se está ahorrando en mantenimiento. Eso, sin tener en cuenta que se consume mucho menos, en torno a un 25 – 30%. Por esto es que las flotas de camionetas pickup de petroleras o empresas de transporte son las mejores amigas del turbodiésel; cuando se acumulen los kilómetros el ahorro será importante.

¿En camionetas SUV que es lo más recomendable? Si es un cliente que le gusta acelerar y las buenas prestaciones, con seguridad disfrutará de una turbodiésel tal como yo lo hice durante el test Kia Sportage Revolution; acelera mejor sin tener que bajar los cambios, y cada vez se accede a un motor más fino en su funcionamiento.

Si tiene que enfrentar cuestas empinadas a la entrada de la finca, o en carretera pavimentada, la respuesta es con una mayor entrega de energía sin tener que revolucionar tanto el motor. Es muy probable que en el mediano plazo, lleguemos a probar vehículos donde ya no haya vibraciones, se tenga el mismo empuje, y adicionalmente se pueda girar hasta las 6000 rpm como lo hace cualquier gasolina.

BMW, Mercedes y Audi, tienen rodando en Colombia camionetas Diesel SUV familiares desde hace más de 4 años con buenos resultados, y aún las ofrecen nuevas.

En automóviles hacen sus pinitos, pero definitivamente no hay cultura con respecto al tema para que todas se animen a traer vehículos de todo tipo y tamaño. Hay grandes motores en todos los rincones, como el excelente 1.5 cdi de Renault, que compartirá con las clases A y B de Mercedes Benz.

Dos japoneses de referencia: Honda tiene un gran turbodiesel en Europa hace casi 10 años con 2.2 litros que gira como un gasolina y es muy económico, y acaba de presentar un 1600 para el Civic con las mismas refinadas características. Mazda, con su nuevo 2.2 SKYACTIV D es la otra referencia por prestaciones – consumo, y pasa de las 5000 como algunos pocos »BM».

Seguramente una enorme sorpresa se llevarán quienes no han probado y sentido vehículos impulsados por las recientes generaciones del motor Diesel; salvo por el famoso »claqueteo» que se escucha especialmente en frío, poniendo »mucha atención» al oído, sin perturbaciones auditivas alrededor y estando detenidos con el cambio en neutro (en algunos de 6 cilindros prácticamente desaparece), lo sentirá como un gasolina.

Y, acelerando con vidrios arriba o abajo, hasta emociona por el agradable sonido que en muchos casos se puede tornar aún más deportivo y »racing», como sucede con tan sólo oprimir un botón, al modificar los mapas de motor, al tiempo con la velocidad del cambio, rigidez de suspensión y tacto de dirección que permiten algunos turbodiésel avanzados. Pero no hay que ir tan lejos: cualquiera de reciente concepción, se comportará tal como lo he descrito.

Mi twitter:   http://twitter.com/@MASERAGRANTURI

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