En tarde primaveral se cumplió la tercera y última novillada del Festival de Verano de Bogotá. Leandro de Andalucía repitió cartel. David Martínez regresó a Bogotá. Andrés Franco debuto en la capital y el rejoneador, también debutante, Mauro Andrés. Los novillos de Armerías fueron garantía.
En la capital colombiana se cumplió hoy la tercera novillada del Festival de Verano en su edición número doce. En tarde primaveral, con un lleno taurino en los tendidos se corrieron astados de la ganadería de Armerías, de propiedad de Rafael Moscoso, bien presentados y de buen juego en general, siendo aplaudidos en el arrastre los lidiados en primero y segundo lugar.
En el cartel se anunció a Leandro de Andalucía, novillero que a juicio de la empresa resultara triunfador el fin de semana anterior, David Martínez, novillero de la escuela taurina de Choachí, de importante actuación en el Festival de Verano del año anterior y Andrés Franco, joven de la capital colombiana que debutaba en la Santamaría.
Leandro de Andalucía, saludo a su primer oponente con una larga cambiada para luego ejecutar un tercio de capa variado. En la muleta inicio con un pase de las flores que emocionó al público asistente, sin embrago, su faena se compuso de muletazos variados con la mano derecha. Con la mano izquierda la sinfonía tuvo notas altas y bajas, muletazos buenos y muletazos malos, fue más voluntad que armonía. Mato de estocada y tres descabellos, saludo desde el tercio mientras el novillo fue aplaudido en el arrastre.
En el cuarto del festejo Leandro nuevamente anduvo bien con el capote frente a un novillo suelto desde el primer momento. En la muleta construyó una faena con más recursos que arte. Mató de estocada caída y escuchó petición de trofeo.
David Martínez, regreso a Bogotá luego de haber dejado grata impresión el año anterior durante la realización del Festival de Verano, a su primer ejemplar lo recibió con una larga cambiada, para luego hilar seis verónicas de buena factura, lamentablemente el resto de su faena con la capa fue demasiado atropellada por los pitones del astado. Ya en la muleta escucho música desde la primera tanda para acompañar una buena faena con la pañosa, demostrando adelantos en el conocimiento y mayor firmeza en el concepto, sobre todo con la mano izquierda. Mató de pinchazo y estocada. El palco concedió una oreja y el novillo fue aplaudido en el arrastre.
En su segundo ejemplar, el quinto de la tarde, David también entendió la lidia que debía brindar en la capa y en la muleta pese a la violencia que mosto en la embestida el pupilo de Armerías. Hubo más voluntad que arte por cumpa del astado. Martínez mató de media estocada y saludo desde el tercio.
La terna de los de a pie la completó el novillero Andrés Franco, quien debutaba en la primera plaza de toros del país. Andrés actuó en compañía de su tío el popular Hernando Franco – El Boterino.
El novillero de la capital inicio su labor con dos largas cambiadas seguidas con más ganas que estética. En la muleta comenzó de rodillas. Al torear con la mano derecha se le vio incómodo y descolocado. Con la mano izquierda Franco anduvo mejor. Hay que decir que este muchacho puede que no tenga la técnica ni la cantidad de novillos que le den mayor presteza, pero lo que si tiene de sobra son ganas, las ganas propias de un novillero con hambre muestra de esto es la voltereta que recibió al momento de entrar a matar. Su labor fue silenciada.
En el sexto del festejo Franco anduvo bien aunque intermitente en la calidad de los lances. En la muleta estuvo variado y recibió una fuerte voltereta, producto de sus deseos enfrentados al poco oficio. Mató de estocada, escucho fuerte petición y dio una vuelta al ruedo con sus ojos llenos de lágrimas.
Mauro Andrés, joven rejoneador bogotano debutó en Bogotá con la lidia de una solo ejemplar. Tubo alegría tanto en rejones como en banderillas, agrupo y expuso las cabalgaduras, sin embargo le faltó contundencia al momento de colocar los aceros iniciales. Mató de tres rejones, su labor fue ovacionada.
Aficionados a los toros son una verguenza de la humanidad, por favor entiendan que la mayoria de ciudadanos estamos en contra de los actos de barbarie que cometen en ese antro de muerte llamado plaza la santamaria.
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Tauromaquia = blenorragia con G.
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FACIL CRITICAR DESDE LA COMODIDAD DEL COMPUTADOR.TODOS LOS ANTITAURINOS (RESPETABLES,DESDE LUEGO)DEBERIAN CONOCER TAN SOLO UN POCO DEL DIFICIL OFICIO Y LAS INMENSAS DIFICULTADES POR LAS QUE TIENEN QUE PASAR TODOS LOS QUE SE PONEN POR DELANTE DE UN ASTADO. SI NO LES GUSTA, SENCILLO… NO VAYAN. SI LES PARECE SANGRIENTO, NO ASISTAN. SI LES PRODUCE URTICARIA NO PASEN SIQUIERA POR EL LADO DE UNA PLAZA DE TOROS.
PERO SEAMOS SERIOS CRITIQUEMOS CON ARGUMENTOS VALEDEROS, NO CON SIMPLES SUPOSICIONES DE PRIMERA VISTA, BASADOS EN LA IGNORANCIA Y EL DESCONOCIMIENTO DE UNA ACTIVIDAD QUE TIENE RAICES CULTURALES Y SOCIALES DE MUCHO ARRAIGO.
ELFONTI
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Aficionado a los toros: Snob, caranga resucitada, ególatra, despiadado.
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Que lastima que existan cerdos como usted y el resto de la piara que lo acompanian a las plazas de toros. Sucio negocio, patrocinado por masoquistas y secundado por orates con inclinaciones asesinas, quienes ven en ese triste «espectaculo» medioeval, apaciguadas sus ansias de matones en ciernes. Afortunadamente ese mal llamado «arte», (adjetivo mal usado para algo tan deprimente),esta en clara decadencia, y que solo se conserva hasta ahora, gracias a mentes obtusas como la suya.
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