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Del 11 al 15 de agosto, en la Plaza de Toros Cañaveralejo, de Cali, gran evento para deleitarse con la alegría y el legado ancestral del Pacífico, dice Angélica Mayolo.

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Por Angélica Mayolo, estudiante de Derecho de la U. Javeriana, de Cali, y miembro del programa «100 nuevas plumas en el Bicentenario, 2010-2021»

El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez es la demostración evidente de que la cultura afro vive, sobrevive y continúa latente entre los descendientes de esclavos africanos que llegaron  a Colombia.

Entre el sonido glamuroso de la marimba, el resplandor del clarinete, el golpe del bombo, el cununo y los violines caucanos, se ven los rostros de alegría, el coro de las canciones, arrullos y la danza sintonizada de los pañuelos, de una población que se comporta como su región PACÍFICA.

En hora buena, en 1997 un grupo de músicos e investigadores, liderado por Germán Patiño, decide crear un espacio de convergencia de los artistas del litoral pacífico en Cali, que les permitiera mostrar el invaluable talento musical, cultural y gastronómico de una región por años olvida y estigmatizada.

Así fue como comenzó el que hoy es, sin duda, uno de los más importantes eventos culturales del país; en el teatro al aire libre Los cristales, donde en sus primeros años, grandes artistas como Markitos Micolta, El Negro y su Élite, el Grupo Bahía dirigido por Hugo Candelario González, el Grupo Naidí, la Contundencia y el Grupo Saboreo, abrieron  las puertas para que miles de oriundos del pacífico se reencontraran con su riqueza musical, además de marcar el camino para que muchos jóvenes se apropiaran de su herencia cultural.

Con el paso de los años, se ha convertido en un festival atractivo para personas de todos los continentes, especialmente europeos, quienes vienen a deleitarse no sólo con la música y la alegría contagiante de los asistentes , sino también con nuestras bebidas típicas como el arrechon, el viche, caigamos juntos, vinete, tumbacatre; además de disfrutar de una exótica gastronomía.

Las agrupaciones participantes dejaron de ser tan solo provenientes de los municipios, corregimientos y veradas del pacífico, para transcender a ciudades del interior del país e incluso agrupaciones internacionales, lo que demuestra la rápida y prometedora evolución del festival.

La gigantesca dimensión que ha logrado el festival durante los últimos años, rebosa todas las expectativas que se pudieran tener, y se debe al arduo trabajo y empeño de los coordinadores que durante estas XVI versiones ha tenido este evento, al gran número de folcloristas que educan y transmiten su conocimiento artístico; y valga mencionar, a la administración municipal de Santiago de Cali, que de la mano de su Secretaría de Cultura le ha dado la transcendencia merecida.

El Petronio, como popularmente lo llamamos, es un real escenario de inclusión social, reflejo de multietnicidad y pluriculturalidad, pero sobre todo, una muestra visible del verdadero sentir del Pacífico. Así que del 11 al 15 de Agosto en la Plaza de Toros Cañaveralejo encuentra esta gran oportunidad de deleitarse con la alegría y el legado ancestral del pacífico.

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