Ataques con ácido: ¿medios tomaron nota de su responsabilidad?
Al dar demasiados detalles, los medios propician la imitación de crímenes.
Por Yessenia Rentería Cabrera, estudiante de Derecho de la Universidad Tecnológica del Chocó. Especial para Color de Colombia.
A comienzos de abril, El Tiempo publicó un artículo titulado “¿Hasta dónde divulgar detalles de un acto como un ataque con ácido?”, firmado por su asesor médico, Carlos Francisco Fernández. “A raíz de recientes casos, expertos hablan del efecto copycat, que genera potenciales imitadores”, destacaba la nota.
En efecto, los medios de comunicación nos han dado a conocer el impacto que genera el ácido en las víctimas, cómo se consigue, su manipulación, el modo de operar de estos psicópatas, información que es inútil y solo ayuda a los criminales a conocer más sobre la sustancia, el cómo y cuándo operar.
Lo llamativo es que los medios han tenido este comportamiento no obstante haber sido advertidos a comienzos de 2013 en el portal de Razón Pública. Allí, al alcance de todos, comenzando por los directores de medios, un abogado, Mauricio Noguera, y un sicólogo, Daniel Verástegui, divulgaron el artículo “Ataques con ácido a mujeres: ¿crímenes por imitación contagiosa?”
Ese artículo tenía una entrada más que diciente: “Los medios parecen jugar un papel clave en episodios donde el criminal repite un libreto aprendido de violencia. No hay pruebas concluyentes, pero el efecto copycat podría explicar este fenómeno”.
Aclaro: tampoco se trata de no informar. Suele ser necesario e importante que los medios informen para prevenir. Por ejemplo, en casos como la causa de la enfermedad del Dengue o la del H1N1, para que las personas sepan cómo evitar el factor que provoca la enfermedad.
Pero casos como el ataque con ácido deben ser tratados distinto, y más a la hora de dar detalles precisos. como bien lo anotó el asesor médico de El Tiempo.
La pregunta es: aunque tarde, ¿son conscientes ahora los medios de su responsabilidad?
Para que no haya lugar a dudas, el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, lo dijo con toda claridad:
«Los medios deberían entender que el exceso de detalles, incluso en la descripción de las supuestas motivaciones emocionales de los criminales, y la profundización y difusión de los perfiles de esos delincuentes, pueden ser contraproducentes».
Contraproducentes por “el efecto copycat”, como señalaron Mauricio Noguera y Daniel Verástegui: un efecto “reconocido también como la imitación de crímenes o el efecto contagio, la repetición “epidémica” de crímenes por imitación donde se reproducen las técnicas de la violencia que han sido difundidas por los medios de comunicación”.
En palabras del psiquiatra Jorge Macdowal: «Una persona sin reconocimiento social súbitamente se convierte en un criminal célebre, gracias a su delito. (…) la violencia con la que actúa lo vuelve famoso, atrae la atención de quienes antes lo ignoraban; el problema es que entre esos espectadores no faltará el que sienta cierta ‘fascinación’ por el delincuente».
Muy probablemente, es por esta razón que ya no son 1, sino 2, 3 y hasta 4 los casos de ataques con ácido que se han presentado últimamente en Bogotá.
Vemos cómo a partir del primer caso que dieron a conocer los medios, se incrementó el número de estos en poco tiempo; incluso hasta llegar a un falso testimonio solo por recibir una recompensa.
Para entender mejor miremos la modalidad de robo en los cajeros automáticos o en los bancos. Información con detalles específicos también debería ser omitida por los medios, para evitar dar a conocer una modalidad de hurto que para muchos es desconocida y puede desatar ansias de imitar en personas delincuentes. Es información que perjudica.
Antes de pensar en el rating, los medios de comunicación de Bogotá deberían pensar en los potenciales imitadores en el resto del país. Por el bien de todos.
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