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A propósito del encuentro cultural en Buenaventura de este puente, la maestra de piano, investigadora en pedagogía de la música y autora de libros nos dio su perspectiva académica.
El Valle del Cauca logró sonsacarle a la capital del país a una de las investigadoras de punta en culturas, lenguajes y músicas. La maestra Ligia Asprilla es hoy la vicerrectora académica y de investigaciones del Instituto Departamental de Bellas Artes.
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Pianista del Conservatorio de la Universidad Nacional, con estudios de perfeccionamiento en Alemania por dos años, exdirectora de Estudios Musicales de la Universidad Central de Bogotá, ha sido par académico y comisionado de la Sala Conaces del Ministerio de Educación Nacional.
Son, sin embargo, sus libros los que la han convertido en una pionera en su campo: Hacia un modelo alternativo para la formación musical, Tras las huellas de la inteligencia musical y ¿Cuánto es do + re? (con software). 
Fue gerente del programa la Ruta de la Marimba del Ministerio de Cultura, hoy «Espacio sonoro de la marimba», y en esa condición  trabajó con cantadoras de Guapi y Tumaco.
Y nos concedió amablemente esta entrevista.
Cantores de Río en Buenaventura, que llega a la XIV versión, busca preservar y conservar la tradición oral de los ríos del litoral pacífico». Desde la academia, ¿cómo se ve la relación entre cantos tradicionales y tradición oral?
Aunque los programas de preservación del patrimonio han asumido como emblemática la marimba, en realidad los cantos constituyen el elemento más transversal en las culturas tradicionales del Pacífico colombiano,
en cuanto expresan el poder de la tradición oral asociado a la palabra, el sonido y el movimiento.
En este contexto, la música está siempre subjetivada e impregnada de emoción; tiene el poder de expresar y comunicar en el marco de una experiencia colectiva. 
Por ello, la manifestación presentada a la UNESCO e incluida en el listado de patrimonio inmaterial de la humanidad, se denominó «Músicas de marimba y cantos tradicionales de la costa del Pacífico Sur de
Colombia».
¿Qué es lo distintivo de estas músicas de las comunidades ribereñas?
Varias características, entre otras: 
1) El hecho de que las músicas están vinculadas a un sistema de memoria colectiva, de transmisión oral de generación en generación (y no a un sistema de escritura).
La cadena de transmisión está actualmente amenazada por las rupturas que producen el conflicto armado y el desplazamiento, fenómenos que también han dado lugar a que la música se presente como una forma de
resistencia cultural. 
2) Las músicas no se conciben como repertorios, sino como prácticas culturales asociadas a otras manifestaciones. 
3) En el Pacífico Sur se ha manejado tradicionalmente una afinación distinta de la occidental, fruto de la memoria tonal africana, que ha inspirado a maestros e investigadores. Esta afinación puede desaparecer por la presión de las industrias culturales. 
4) Las prácticas son principalmente colectivas, pero también hay figuras individuales de gran importancia: el maestro de marimba, que dirige el conjunto, la cantadora, el cantador o chureador, el cununero, el constructor de instrumentos, el sabedor (generalmente mayores depositarios de la tradición); la danza está siempre vinculada a estas prácticas. 
Muy importante en la cadena de transmisión es el líder o gestor cultural.
¿Cuál es la mirada y el interés del Instituto Departamental de Bellas Artes hacia las músicas tradicionales?
La Facultad de Música de Bellas Artes es el Conservatorio Antonio María Valencia, que adelanta un Programa de Interpretación Musical.
Como aspecto muy interesante para un  programa académico, desde el grupo de percusión y con el liderazgo del maestro Héctor Tascón, se viene adelantando un trabajo sobre la pedagogía de los instrumentos del conjunto de marimba de chonta;  se trata de un trabajo investigativo que se enfrenta a la problemática de la transmisión oral, la lectoescritura musical y la didáctica instrumental y que resalta la práctica de conjuntos como contexto dominante de las prácticas en músicas tradicionales.
Se cuenta con un grupo de investigación sobre el tema, reconocido por Colciencias, con propuestas innovadoras, publicaciones y amplia experiencia en procesos de formación de formadores de la mano de Mincultura. 
Bellas Artes es la única institución que ha adelantado directamente estos procesos con maestros tradicionales de los municipios del suroccidente colombiano; lo interesante es que el trabajo sobre la marimba de chonta ha generado propuestas innovadoras para el programa del Conservatorio y dinamiza la formación interpretativa en percusión sinfónica.
Considero que un trabajo de la misma dimensión se requiere para las prácticas locales, que caracterizan la música del Pacífico; es necesario adelantar talleres con cantadoras, que permitan poner en circulación los cantos tradicionales y sus formas de interpretación en el ámbito de las escuelas y particularmente con los niños.

¿Por qué le está dedicando su vida a este trabajo?
Porque tengo un ideal:  aportar al proyecto cultural de generalizar una formación musical con calidad e impacto social para niñas, niños y jóvenes de nuestro país. 

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