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No sólo aquellos sectores de la población -que con audacia y recursividad suplen
las carencias de capital, empleo e ingresos permanentes- serán favorecidos si la
economía popular se fortalece tal como lo propone la administración distrital: también
el país entero.
En el anteproyecto de Plan de Desarrollo Bogotá Humana 2012-16 se mantienen
iniciativas (parte integral del programa progresista) como el apoyo a redes y
asociaciones populares de producción y comercialización, la apertura de crédito
y el acceso a las tecnologías de la información.
Pero no sólo por eso es clave que, en el proceso de discusión del Plan,
esas líneas se concreten en estrategias y mecanismos capaces de garantizar el
logro de los objetivos propuestos.
En efecto, además de los beneficios para la población directamente inscrita
en los circuitos de las economías alternativas, está demostrado que para enrumbar
la ciudad hacia la Sociedad del Conocimiento (asunto que, por lo demás,
ameritara mayor dedicación a la que presenta en el ante-proyecto del Plan de
Desarrollo) se requieren prácticas sostenidas de gestión de la información y el
conocimiento.
Acumulados de la economía popular
Justamente, el sentido profundo de la economía popular, lo que la hace
distinta y tan poderosa, es la enorme creatividad y energía que sus actores
despliegan en la oferta de bienes y servicios destinados a atender necesidades esenciales
(desde alimentación y cuidados para madres, lactantes y personas desprotegidas
o vulnerables de todas las edades), hasta ricas producciones del arte y la
cultura (artesanía, confecciones, muebles, recreación, capacitación, teatro,
danzas, música…), obra de personas, familias, comunidades y unidades
económicas básicas localizadas en esquinas, calles, garajes, estudios, tiendas y
talleres dispersos por toda la ciudad.
De ese universo diverso y complejo brota un
extraordinario acumulado de saberes, experiencias, información y conocimiento
que conforman un genuino capital intangible susceptible de crear nueva riqueza
social.
Apropiación
social de las TIC
Es precisamente ahí, donde la apropiación
social de las TIC permite materializar las creaciones económicas y culturales
del pueblo, al tiempo que les agrega criterios ambientales, respeto por lo público
y mecanismos adecuados para jalonar la incorporación de la ciudad, y del país, a
la Sociedad del Conocimiento.
Todo lo cual implica, en primera
instancia, reconocer que las tecnologías informacionales -más allá de la
cobertura y acceso a redes fijas e inalámbricas, de subsidios a tarifas o
equipamiento de telecentros- (todas tareas incumplidas que fijaron los planes distritales
en los períodos anteriores) están YA en buena medida incorporadas, por iniciativa
propia de la gente, a las prácticas, relaciones y experiencias sociales.
En ese sentido, el país y en particular
los sectores populares, han tenido que superar costosas equivocaciones, controvertibles
políticas y medidas como la de liquidar Telecom para entregarla, en condiciones
desventajosas y luego refinanciar a Telefónica por cuenta del erario.
El examen minucioso de esos antecedentes
permite alentar la introducción, en el Plan de Desarrollo, de criterios que eviten
la repetición de errores, que canalicen las TIC hacia el fortalecimiento de la
economía popular para privilegiar lo humano, reordenar el territorio y
consolidar el interés público.
p.s. ya por cerrar esta entrada, se
conoció un comunicado del senador Camilo Romero sobre proyecto de ley que
restringe el uso de Internet. Este blog se suma a las comunidades de
Internautas que enfrentan este nuevo intento.
