Como en los dibujos animados, Interbolsa cayó en forma intempestiva
de lo alto de la colina al fondo obscuro de un agujero, con inusual rapidez. En
sólo 5 días (incluidos los 3 del puente de Halloween), un chisme abrió paso a
la liquidación del más importante corredor de bolsa del país.
Todo empezó curiosamente con el trino de
un caricaturista, al parecer. Pocas horas después de esa publicación, el presidente del conglomerado, respondió
con un parte de tranquilidad: la firma tenía respaldo patrimonial y solvencia
suficientes para afrontar los inconvenientes de un leve retraso en el pago de
un repo de apenas 20 mil millones: una nadería.
¡Cataplum! cae
el Coyote
En
los círculos financieros llevaba semanas corriendo el runrún de que Interbolsa -la
cual manejaba una 3ª parte del mercado bursátil- estaba en problemas. Hasta la junta
directiva -cuya renuncia se produjo en medio de la debacle-, reconoció haber
advertido algunas señales inquietantes, pero sin conocer el problema en
profundidad.
Pero, si esos rumores previos no tuvieron eco fue, dicen
quienes admiten haberlos escuchado antes, para «evitar el pánico». Razón de
menos para culpar al inocente trino de alguien que no parece ser experto en
estos temas aunque, quizás, por haber diseñado el nuevo logotipo de Eldorado, tuvo
alguna cercanía con Opain, el concesionario del aeropuerto capitalino.
Pinky y
Cerebro
El
grupo Interbolsa es gemelo del grupo Opain cuyos accionistas mayoritarios lo
son también de Odinsa: la familia Jaramillo Correa y William Vélez Sierra, contratista
paisa muy allegado a Alvaro Uribe, al ex-ministro Andres Uriel Gallego y a los
Nule en el contrato de TransMilenio de la 26 en Bogotá.
En abril de este año Interbolsa se ingenió un concurso
«capitán de capitales» con el propósito de ampliar su base de clientes
enseñándoles, a partir de un simpático juego «a cómo invertir y manejar el
dinero de forma interactiva y dinámica»
«Lo que queremos es aprovechar la tecnología con
posibilidad de invertir en línea para capacitar a las personas en las ventajas
que tiene el mercado. Queremos que la gente conozca bien el mercado y esté en
capacidad de hacer los mejores análisis para que puedan realizar la mejor
inversión», manifestó un directivo de Interbolsa.
Interbolsa tenía porqué exhibir sus grandes dotes pedagógicas.
No en vano alcanzó el liderazgo en un mercado bursátil que transaba, antes de
su caída, un promedio de 140 mil millones diarios, gracias a la perita conducción
de Rodrigo Jaramillo Correa (un ingeniero químico ocupado de los manejos financieros) y
de su hermano Luis Fernando (varias veces
ministro, canciller, embajador y hasta designado presidencial), que hacía lo
propio con los contratos y concesiones obtenidos por Odinsa y Opain.
Rico McPato, Paco,
Hugo y Luis
Además de la propiedad de 20 compañías y de ser la
comisionista más grande del país, Interbolsa posee el 40 por ciento de la
aerolínea EasyFly, el 26 por ciento del grupo Emi y el 10 por ciento de
Coltejer, además de sus negocios en Panamá, Brasil y Estados Unidos y en Islas Caimán y Luxemburgo, paraderos habituales de dineros non-sanctos.
A comienzos de 2010 Rodrigo Jaramillo Correa y su hijo Tomás
aportaron $100 millones a la campaña del actual Presidente Juan Manuel Santos.
De eso modo resarcían los cuantiosos donativos que Opain-Luis Fernando Jaramillo hiciera en su momento para apoyar la reelección de su cercano amigo, el ex presidente Álvaro Uribe.
Las especulaciones en torno a los efectos benéficos del
TLC sobre la industria textilera alentaron la idea de recuperar a Fabricato.
Fue entonces cuando los Jaramillo Correa, sus
socios y subalternos buscaron hacerse a paquetes de acciones de esa compañía.
Franja Zombi
Luego de que se hicieran a un monto significativo de acciones,
los precios se triplicaron en poco tiempo. Querían más y entraron en una
torbellino de adquisiciones vía repos que terminó por llevarlos al desastre,
según los analistas financieros.
De otra parte hay quienes sospechan que detrás de esa
maraña de intereses cruzados se esconde un lio gordo como lo demuestra el hecho
de que el gobierno haya preferido liquidar a Interbolsa (con lo que eso implica
para un mercado accionario en pleno auge), a intentar siquiera una medida de
salvamento
Nada raro que, en el afán de superar el desastre, prestigiosos
apellidos y poderosas firmas con nexos cercanos a los Jaramillo Correa,
terminen contagiadas, como en cualquier aventura de zombis.
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