«Cuando Twitter se va…. me siento tan, tan, tan de Facebook«,
escribió una tuitera el día en que un fallo de la infraestructura causó una
caída mundial de esa red por más de 2 horas.
«-No oficial, imposible saber a cuánto iba si mis ojos no se
han apartado de mi celular. -¿En la Escuela de Policía no les enseñan a
tuitear? escribió @PelonGomis para ilustrar la
pasión de los seguidores del popular pajarito.
Con 6 años, Twitter
tiene 600 millones de usuarios y cada segundo diez nuevas inscripciones. Le
anteceden Youtube, con 800 millones de
usuarios y 4 mil millones de visitas al día y Facebook
que cuenta con más de 900 millones de usuarios activos al mes. Sin embargo, en mayo pasado el número de inscritos a Facebook
descendió por primera vez en Estados Unidos.
En otras circunstancias se podría vaticinar que Twitter supere
pronto a los delanteros, a menos que estos logren fidelizar y ganar nuevos
abonados. Pero, en un escenario que algunos consideran al borde de la saturación,
pero que es tan dinámico cualquier novedad puede inclinar la predilección de la
gente.
El poder es seguido
pero no sigue
Twitter es especialmente popular en Norteamérica y Sudamérica,
con un 80 por ciento de sus gobernantes en activo en la red social. Hugo Chávez
(@chavezcandanga) tiene más seguidores de 3,2 millones de seguidores, un poco
más que la @whitehouse y el No 10 de @downingstreet.
El presidente de la Unión Europea (@euHvR) es calificado como el
líder internacional mejor conectado pues sigue a otros 11 altos dignatarios
mientras que Vladimir Putin, el presidente de Singapur y el primer ministro
holandés, junto con otras 36 cuentas analizadas, no siguen a ningún usuario según
el informe de Burson-Marsteller (@BMGlobalNews)
que analizó 264 cuentas gubernamentales y de 120 lìderes en 125 países.
Es el caso de @BarackObama a quien siguen 17,1 millones de
seguidores entre ellos 76 líderes y gobiernos pero que sólo sigue a los primeros
ministros de Noruega y Rusia.
El estudio señala que sólo 30 de 120 cuentas personales analizadas,
son manejadas por los políticos que las detentan. Twitter se usa de preferencia
durante las campañas electorales pero, una vez elegidos, las cuentas tienden a
cesar su actividad. Así pasó con @DilmaBR y @FHollande quienes dejaron de
mensajear a sus seguidores cuando asumieron sus respectivos cargos.
Mientras algunos artistas famosos tienen por Twitter un
interés similar al que le dan los dirigentes políticos, otros no le conceden
mucha importancia y muchos se resisten a usarlo, quizás por temor a cometer
trastadas o por falta de conocimiento sobre cómo mantener su imagen en un medio
tan distinto a los que usualmente dominan.
La reina de la farándula @ladyGaga tiene suficientes
seguidores en todo el mundo como para crear su propia red social. Desde luego, no
aspira a una fidelidad total, pues, además de seguirla, sus fans necesitan
otras cosas que ella no les brinda.
«No me gustaba Twitter pero empecé a usarlo para mis labores
profesionales -contó una corresponsal de prensa extranjera-. Como ahí también
me entero de otros temas, participo activamente en discusiones sobre asuntos
distintos a laborales, me actualizo y me divierto, ahora se me vuelve
imprescindible».
Perfiles @aliasfritanga
La negativa a la tutela presentada por @aliasfritanga
para que se retiraran las fotos de la fiesta en que fue capturado, coincide con muchos personajes felices cuando se exaltan sus éxitos pero, a condición de que sus pillerías permanezcan ocultas y nunca admitirían que la infamia de sus conductas se haga pública.
En un entorno donde, es justo admitirlo, todos queremos mantener en reserva los defectos y al mismo tiempo «no pasar desapercibidos», como señaló con clarividencia Patricia Wallace en
su «Psicología de Internet«, la Web es ideal para satisfacer esa tendencia, presente en todas las personas tanto del común como las figuras públicas.
Pero, como lo que sólo importa a sí mismo, no es importante ni
para uno mismo, como dijo André Malraux al describir el caracter de esa propensión, quien se ufana exclusivamente de sus éxitos termina por considerar virtudes propias inclusive aquellas conductas que contrarían la ética,
el buen gusto o el interés ajeno.
El orgullo con que @aliasfritanga exhibió su matrimonio
es idéntico al del empresario con habilidades chanchulleras, al de la mujer
disoluta que ostenta donjuanes por bares y hoteles de caché o al del ejecutivo moralista
que perora decencia pero se acuesta con las empleadas de menor rango: todos quisieran
notoriedad pública, pero no tanta como para que se llegue a conocer el lado
corrupto, pérfido y vulgar de sus perfiles.
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