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Por si las dudas, valdría la pena especificar cuáles son algunos de los tipos biopolímeros más usados por aquellos monstruos con jeringa que prometen, a punta de tratamientos peligrosamente «hechizos», un derrier más grande, unos senos voluptuosos, unas pantorrillas más rellenitas y un rostro completamente transformado.

Como si se creyeran Víctor Frankenstein, algunos mal llamados esteticistas o cirujanos plásticos, lucen con descaro su bata blanca, sencillamente para fingir que son especialistas y así ganarse la confianza de sus víctimas, ilusionadas con una nueva imagen y sin saber lo que les espera.

Con una jeringa llena de silicona industrial, aceite de avión, aceite de cocina y hasta de cemento, entre otras sustancias que supuestamente están avaladas por no se quién, son intervenidos estos pacientes que quizás ingenuamente se comieron un cuento con un desenlace que resultará completamente sombrío y doloroso, por no saber qué tipo de sustancia se estaban metiendo en el cuerpo.

Biogel o silicón: este relleno inyectable no es más que aceite de silicona o aceite mineral de alta viscosidad. Como lo menciona el Cirujano Plástico Bernardo Camacho, en una investigación al respecto, «los riesgos pueden variar desde una leve irritación hasta una severa cicatriz local, después de recibir inyecciones intramusculares y subcutáneas en caderas y glúteos.

La inyección con este tipo de sustancias genera encapsulamiento de la silicona y consecuencias como alteraciones en el sistema inmunológico, cambios en la textura y en el color de la piel, infecciones, inflamación, aparición de costras, deformidades y secreción de pus o materia, entre otras graves complicaciones como insuficiencia respiratoria, enfermedades del sistema sanguíneo y hasta embolias pulmonares que pueden conducir al paciente a la muerte.

Metacrilato (PMMA):
es una sustancia compuesta principalmente por acrílico y gel (Polimetilmetacrilato, carboximetilcelulose, Magnesio Titriplex, gluconato de calcio y ringer lactato).

Algunas personas la usan inescrupulosamente para corregir arrugas, levantar pómulos, para el aumento de glúteos y de pantorrillas. Al ser inyectada penetra los tejidos musculares, se cristaliza y produce fibrosis. De esta forma el tejido afectado, como reacción natural, intenta expulsar esta sustancia extraña en el cuerpo, desplazando los cristales hacia otras zonas.

Entre los síntomas que aparecen tras la inyección de este producto encontramos: endurecimiento de la zona afectada, dolor, enrojecimiento, eritema o edema.

Dimetil polisiloxano (polisiloxano o silicón): también conocido como células expandibles, este tipo de sustancia viene en microesferas de metacrilato en suspensión.

Esta sustancia que no es más que silicona diluida, al volverse sólida favorece la formación de granulomas o abultamientos debajo de la piel, cuyas consecuencias son dolorosas y casi irreparables.

Hialucorp: a pesar de contar con registro de Invima en Colombia, el Hialucorp es una de tantas sustancias, que aunque dice contener ácido hialurónico, se compone en mayor medida de silicona; la cual al ser inyectada en cualquier parte del cuerpo, puede generar efectos nocivos para la salud, como la destrucción de los tejidos e infecciones severas que logran volverse crónicas, dejando secuelas de por vida.

Ahora que ya conoce un poco más de este tipo de productos y ha escuchado tantos casos de víctimas de estas sustancias, lo invitamos a que no se coma el cuento y no permita que nadie intente jugar con su salud. Consulte siempre a un experto certificado y tenga en cuenta todas las precauciones posibles si está interesado en someterse a alguna clase de tratamiento estético.

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