Mi príncipe azul debe venir en un caballo cojo

Mi madre es una de mis mejores amigas, pero la odio tanto cuando me sale con su frase de cajón ¨a tu edad yo ya¨, sí, a mi edad ella ya me había tenido, pero no había vivido tanto como yo, a mi edad ella ya se había casado y eso es lo que más me cansa de ella, que insista en cuanto tiene la oportunidad para decirme que ya me estoy quedando solterona. Todavía no entiende que no me quiero casar, que ese estado no es para mi, somos de pensamientos distintos. Pero en lo que si estoy de acuerdo es en que es muy difícil ir sola por la vida.

Y es aquí donde comienzan los problemas, no los míos. Los de los demás, porque he tenido que ver a todas mis compañeras quedar embarazadas y cambiar su vida por la de otra persona, seguramente ellas sean felices así, yo no lo sería. Todas mis primas se han casado ya, hasta las que son menores que yo, incluso una ya lo ha hecho dos veces, muy bien por ella, porque a mi edad ha tenido, dos esposos, dos hijos y varios ataques de celos. Todo el doble que yo. 

Es realmente desconcertante y agotador lo que me pasó en su último matrimonio, se confabuló toda la familia, para que yo ganase el ramo. ¡Por Dios, si ni tenía competencia! La otra soltera que me seguía inmediatamente en edad era como diez o doce años menor que yo. 

Algunos estarán por preguntarse, ¿será que lo que realmente le gusta son las mujeres? ¡Pues no! Si bien debo admitir que me encantan nuestras formas, curvas y delicadeza, la verdad no me ponen las mujeres. Soy de las que piensa tanto en el hombre como en la mujer como seres incompletos, que sólo se complementan con su opuesto, para malo que sea.

Y como al paso que voy no encuentro mi complemento, y cada vez será más difícil de encontrar, he decidido ser yo misma mi propio complemento, mi cerebro lo he desarrollado hasta tal punto en el cual, rara vez necesito de alguien más. Es más puedo atreverme a decir que estoy contemplando la opción de convertirme en 100% asexual, y es por la sencilla razón que nadie que haya conocido hasta el momento, es lo suficientemente especial para que yo desee compartir mi vida con él. Es como aquel viejo refrán de las tías «es mejor estar sola, que mal acompañada». 

Cuando de acudir al asexualismo, manifiesto que es problema de los demás y no mío. Porque yo me siento bien, aveces, pero no sufro por eso. Si bien no me gusta estar sola, todo el tiempo, confieso que me encantaría tener con quien ir a cine y apoyar mi cabeza en su hombro, o con quien salir a caminar las tardes de los sábados y todas esas tonterías. La labor que cada vez encuentro más difícil, entre más pasa el tiempo, más difícil se vuelve. No porque yo pierda mi encanto, es porque a la gente en su totalidad, le hacen falta encantos para conquistarme. Cada vez le daré menos y esperaré más de un hombre. Ya he tenido de todo en mi vida, desde el guapo idiota, hasta el inteligente arrogante, sien embargo si hoy estoy sola, es porque cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté a mi altura, alguien a mi nivel en todo sentido. 

Espero que esa última frase sea tenida en cuenta por todos esos buitres que me mandan DMs al Twitter con mala ortografía, o que me saludan con alguna frase de cajón sacada de telenovela del medio día. No creo en la perfección, porque sinceramente nos enamoramos de defectos, de defectos que hacen a alguien único, especial y perfecto para nosotros. Y en ese orden, si he estado enamorada. De los que no debía, pero enamorada al fin y al cabo, y por eso muy en el fondo guardo la esperanza de que mi príncipe azul venga en camino, solo es que mi castillo está lejos y él viene en su caballo cojo. 

Sé que muchas y seguramente muchos, están en mi misma situación. Aunque a los hombres no les creo tanto, pero debe haber alguno que esté así, no obstante la mayoría de ellos se van con cualquier mamarracho de tetas grandes que despierte la envidia de todos sus amigos y del resto de exigencias se olvidan. Para terminar quiero decirle algo a todas mis colegas, a las que nos está dejando el tren, que no importa, ya después tomaremos avión. 

Síganme en Twitter: @des_empleada