Niños del mundo,
Llega la noche, cierro los ojos y hago mi mayor esfuerzo para no abrirlos, para quedarme en esa sombra anestésica y así tratar de apartarme de lo que siento durante el día, para olvidar las caras de mi mamá y mis hermanitos, y para entrar en ese mundo que, cuando puedo dormir, me espera dentro del sueño, borra mis dolores, calma mis vacíos y me lleva a lugares que solo mi mente puede imaginar y conocer. Pero es difícil mantener mis párpados cubriendo mis ojos y entregarme a ese viaje nocturno. Mi estómago no me lo permite. Tengo hambre.
Hablo de hoy, un día como cualquiera de los que he tenido en mi corta vida. Niños del mundo, no crean que les estoy diciendo que soy infeliz y que no quisiera tener más días como los míos. Contrario a lo que muchos de ustedes podrían pensar si conocieran las condiciones en las que vivo, yo soy un niño alegre y quiero seguir viviendo, a pesar de que a veces siento dolor físico y del alma cuando el hambre de mis hermanitos y mi mamá logra penetrarme más que el mío mismo.
Y es que el hambre, creo que muchos de ustedes no lo saben, es algo que yo no describiría como muy agradable. Primero hay una sensación como de tener un hueco en el estómago, seguida de dolor hasta llegar a un punto en el que ya no se siente tanto, pero en el que el cuerpo empieza a pedir ayuda, como a decir que ya no tiene fuerzas, aunque uno no lo pueda ayudar ni darle algo para que sea capaz de volver a correr y a jugar con los demás niños.
Mi problema es que yo, que tengo ocho años, soy el mayor de cuatro hermanos entonces tengo que cuidar a los otros tres, que tienen seis, cinco y dos, y además siento que debo proteger también a mi mamá porque ella está solita y siempre llora cuando no tiene nada para darnos a la comida.
Les confieso que a veces, aunque no haya comido nada en todo el día, le digo mentiras a mi mamá, le prometo que comí mi pedacito de pan, solo para poder repartirlo a mis hermanitos y que así paren de llorar, para que ella no sea una mamá infeliz y no vaya a sentir un día que ya no quiere vivir más, porque entonces no sabría bien cómo cuidar a mis hermanitos ni traerles aunque sea ese pedacito de pan.
Yo sé que no está bien decir mentiras pero es que no es fácil no hacer nada cuando veo que mis hermanitos lloran y le piden comida a mi mamá, aunque no es que yo los culpe a ellos, porque yo sé que son chiquitos y todavía no entienden nada.
Además, yo también he descubierto que mi mamá a veces nos miente. Yo sé que ella a veces pasa días sin comer para repartir lo que logra conseguir entre nosotros cuatro, aunque ella me lo niegue cuando se lo he preguntado. Lo que hago algunas veces cuando la veo muy débil y me doy cuenta de que ya no puede más, es que me guardo unos pedacitos de lo que me ha tocado y un día llego muy sonriente y le digo que nos llegó la suerte y que conseguí algo para repartir entre todos.
Pero, niños, no crean que es tan fácil guardar eso que podría calmar un poco mis dolores y que me daría un poco de fuerzas para correr y de tranquilidad para poder dormir. Yo lo guardo porque puede más la tristeza que siento viendo sufrir a mi familia, pero también sufro yo y sufre mi cuerpo cuando llega un día en el que sé que no le daré nada.
A veces, algunos niños con los que juego en la calle me han dicho que en otros lugares del mundo existen niños que tienen mucha comida pero que no les gusta comer y que gritan y lloran para que no los obliguen ni les peguen. La verdad es que yo no les creo esas historias tan imposibles. Yo no creo que nadie pueda rechazar un alimento ni hacer pataletas porque le ponen un pedazo de comida en la mesa. Eso sería una tontería, no tiene sentido.
De todas maneras, sí me han contado esas historias varias veces y de solo oírlas siento un poco de escalofrío y de miedo. Miedo de pensar que de pronto seamos solo mi mamá, mis hermanitos, mis amiguitos y yo los que sentimos esos dolores y llegamos al límite de nuestras fuerzas para tratar de dormir un poco cada noche.
No quiero pensar que estamos solos en el mundo ni tampoco que haya niños que comen tanto hasta que ya no pueden más y otros que no comen simplemente porque no quieren. Tampoco quiero pensar que si, de pronto, existen realmente esos niños, ellos no hayan querido hacer algo para ayudarnos a esos que vemos un plato de comida como la dulce esperanza de que el mundo sí tiene algo para nosotros y de que podremos dormir y correr al otro día, y ver una sonrisa en la cara de nuestras mamás y hermanitos.
Es por eso que les escribí esta carta, niños del mundo, para que ruede por ahí y llegue lo más lejos posible, y así, en caso de que toque las manos de uno de esos niños que he creído parte de la imaginación de mis hambrientos amiguitos, pueda hacerle saber que existen niños que viven como aquí les he contado y que, posiblemente, hasta ese día fueran solo parte de su imaginación.
Solo quiero hacerles saber que yo existo y que tengo hambre.
*De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, este año el número de personas que sufren de hambre y de desnutrición llegará a 1.020 millones, lo que equivale a una sexta parte de la población mundial.
*Según cifras de la ONG Save the Children, un niño muere cada tres segundos debido a enfermedades que llegan a ser fatales, en gran parte por la mala alimentación y la falta de acceso a la asistencia médica.
Me parece muy bello el concepto de este blog. Felicitaciones a su autora y mucha suerte. Ojalá tenga la piel gruesa como el coco tostado, pues desafortunadamente la ternura en este medio periodistico sirve como la cola del pez raya.
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Combata la pobreza: mate un pobre.
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Señor johabel : * los culpables de estas miserias* tienen nombre propio: la iglesia con su ordenanza de *criar hijos para la gloria de Dios*.
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Señor Ignamor *NADIE TIENE LA CULPA DE QUE ESTEMOS ASI* , ¿Usted no se ha dado cuenta que la automatización de las plantas industriales hará que el trabajo lo realicen las màquinas, no los hombres?. Esos 4 muchachitos no tendrán trabajo ni comida, ni futuro alguno. Què objeto tiene engordarlos hoy para que vivan en la miseria el resto de sus días, alimentados por usted y reproduciéndose como ratas?
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burrado: completamente de acuerdo con usted, lo que hay que hacer es negarse a darles de comer para que se mueran de hambre y cuanto antes mejor. No se puede ir contra la naturaleza que les envía la hambruna justamente para proteger el planeta. Esos cuatro muchachitos que se convertirán en 60 en 40 años consumirán energía y alimentos que le harán falta a mis dos únicos hijos.
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*Mi problema es que yo, que tengo ocho años, soy el mayor de cuatro hermanos entonces tengo que cuidar a los otros tres, que tienen seis, cinco y dos* No señor, el problema es que su mamà y su papà son unos irresponsables. Còmo es posible que tengan 4 hijos? A estas alturas del siglo XXI esos imb.e ci.les no se han dado cuenta que el mundo no da para un ser humano màs? Usted aguanta hambre por culpa de su papà y su mamà. Ese cuento écheselo a sus padres no a mì que solo tengo dos hijos.
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Que manera de hacernos conscientes tan bella, tan humana,tan cercana!!! Me movió!!!!
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No se sabe quien es mas ignorante…si ellos o usted…como se ve que le falta un poquito de educacion, un poquito de sentido comun y sobretodo un poquito de humanidad…
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«yo, que tengo ocho años, soy el mayor de cuatro hermanos entonces tengo que cuidar a los otros tres, que tienen seis, cinco y dos, y además siento que debo proteger también a mi mamá porque ella está solita» …… a ver, a ver, y por qué tiene que cuidar a sus otros hermanitos? porque la mamá no lo hace ….. y la mamá de esos cuatro niños era una niña hace 12 años y pasó por la misma situación pero le importa un _qulo y repite la historia, y el niñito o la niñita que está narrando la historia, apenas cumpla 16 empieza a procrear como conejo y a los 22 ya tiene 5 hijos ,,,,,,,,,,,, la verdad es que la mayoría de esa gente se merece su destino, dejen la lloradera que eso es el resultado de su mediocridad y su irresponsabilidad.
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SI USTED TIENE LA FORTUNA DE RECIBIR UN INGRESO MENSUAL QUE EQUIVALGA AL MENOS A TRES SALARIOS MINIMOS HAGA ALGO POR LOS QUE NO TIENEN NADA QUE COMER Y DEDIQUE AL MENOS UN 5% DE SU INGRESO A COMPARTIRLO CON UNA FAMILIA NECESITADA PERO UBIQUELA Y VERIFIQUE SU NECESIDAD Y LLEGUE A ELLA DIRECTAMENTE. OJO AYUDE SIN ESTIMULAR LA MENDICIDAD
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ESIIYSS…yo se que y como, algo se puede hacer;pero a quien se lo digo que no desvien de su objetivo ?.Gracias.
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ESIIYSS…yo se que y como, algo se puede hacer;pero a quien se lo digo que no desvien de su objetivo ?.Gracias.
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Ignamor
Viejopelao
Houston Tx 12 8 2.009
SI LES DIGO QUE SOMOS MUCHOS LOS QUE SIN SABER POR QUE ESTAMOS EN LAS MISMAS PERO TENEMOS LA BENDICION DEL CIELO DE PODER RECIBIR UNOS PADAZOS DE PAN, DULCES, CARNE, QUESITO, LECHE, ALGUNAS FRUTAS, Y QUIZAS ALGO MAS, AUNQUE EN NUESTRO CORAZON ESTA EL SILENCIO DE SABER QUE NADIE TIENE LA CULPA DE QUE ESTEMOS ASI. ES LO QUE DIOS NOS DA Y BENDITO SEA. YA LLEGARA EL MOMENTO EN EL QUE HAYA ALGO DE TRABAJO, Y EL CORAZON LE PUEDA GRITAR AL NINO JESUS: GRACIAS DULCE NINO PORQUE HOY VUELVES A ABRIR TU MANO CON MAS CARINO DEL DE SIEMPRE.
LAS NOCHES PASAN Y DEL CORAZON VUELVE A SALIR UNA ORACION DICIENDO: BENDITO SEAS NINO POR DARNOS UN PAN DELICIOSO CADA DIA DESDE TU CORAZON.
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Lo que más me duele es que Dios sacrifique a mucha gente inocente y tener que esperar si de verdad castigará a todos los culpables de estas miserias.
Por que se le está dando mucha libertad a la maldad y quien nos asegura que de verdad los culpables van a pagar por todos estos males.
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Creo que desde nuestro metro cuadrado podemos hacer mucho por aquellas personas que padecen hambre y sobretodo por los ninos. existen excelentes iniciativas para aportar de manera solidaria en esta noble causa y que en el futuro solo veamos personas que se cansen por haber reido mucho, por haber llenado de amor y de alegria el corazon y no porque no hubo nada para comer.
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