Tan cerca y tan lejos…

Desde mi punto de vista, la realidad es que estamos juntos pero no revueltos. El simple hecho de tener la posibilidad de hablar más con alguien no implica que necesariamente así vayamos a actuar.

La revolución de las TIC, produce nuevas maneras y posibilidades que en algunas ocasiones, nos acercan más a los seres queridos pero que en otras, nos alejan más de lo palpable, lo concreto, y hacen que nos sintamos más atraídos por lo virtual.

Es innegable que Internet ha cambiado por completo toda concepción no sólo de las telecomunicaciones, sino de la comunicación en general. La conducta humana ante las alternativas de conexión con prácticamente cualquiera que esté en la Red (aún faltan muchos) es contradictoria.

Por un lado, uno podría decir gracias a las TIC, las personas se hablan sin importar las fronteras. Por otra parte, muchos seres humanos requieren una gran dosis de comunicación interpersonal que la virtualidad nunca sustituirá y en ocasiones están renuentes al cambio de la forma de comunicarnos. Asimismo, también existen grupos que prefieren chatear toda la noche a sostener una conversación con alguien del mundo real o ir a una fiesta.

Sin embargo, a pesar del notable aumento de casos de adicción a Internet o de otros problemas causados por el celular u otros medios, creo que la tecnología es la excusa perfecta para el acercamiento entre personas. Pongo como ejemplo mi caso personal: ahora que vivo lejos de mi casa, el correo electrónico me ha permitido comunicarme más con mi papá sobre temas que rara vez tratábamos cuando vivíamos juntos y es porque a él se le hace más fácil escribir que hablar.

No siempre es así, no siempre la red nos acerca. Pero como casi todo invento humano, si es bien utilizado puede producir resultados muy favorables.

Así que la conclusión es simple: las comunicaciones de todo tipo están atravesando una revolución causada por la gran aparición de múltiples medios y nuevas formas de aproximarnos. Creo que el acercamiento físico seguirá estando de moda por un buen tiempo, pero la realidad demuestra que la noción de cercanía ya no radica en lo meramente geográfico y trasciende las barreras físicas para convertirse en algo que viene más de adentro. Las comunicaciones ya no dependen de estar al lado de alguien, sino de los medios que utilicemos para establecer un vínculo con esa persona.