Do, re, clic

Sin embargo, ha sabido sortear estos obstáculos y ha encontrado en Internet, especialmente en Youtube, a un aliado para que al sonar este instrumento salgan notas armoniosas y no disparates disonantes. Es impresionante, realmente él no es un experto en gramática musical o en lectura de pentagramas, su único conocimiento musical está relacionado sobre todo con la percusión y aún así, profesores y novatos de todo el mundo y de diversas edades comparten su saber no sólo con él, sino con todos los internautas que desean aprender a interpretar cualquier instrumento.

Youtube es uno de los recursos más pedagógicos para este tipo de contenido. Existen tutoriales de casi cualquier instrumento así como interpretaciones de canciones inéditas y “covers” de otros artistas. Gracias a este portal, inicialmente creado con fines recreativos para compartir un video sobre una fiesta, hoy en día muchos pueden acceder a conocimiento de músicos que amablemente explican cómo tocar una u otra melodía y que sin pedir nada a cambio, ponen a disposición del mundo su habilidad.

Además de esto, existen innumerables páginas de Internet con partituras gratuitas y explicaciones metodológicas sobre cada uno de los instrumentos, ya que por ejemplo en el caso especial de la armónica, las notas se producen con diferentes maneras de soplar cada uno de sus agujeros, cosa de la que jamás me hubiera enterado de no ser por lo todo lo que él me ha contado.

Asimismo, en el momento en que alguien aprendiz de cualquier instrumento considere que su conocimiento vale la pena para ser mostrado sin ninguna pena a todo el mundo, puede publicar en su perfil de Youtube, Facebook, blog o lo que sea una prueba del aprendizaje obtenido. Al compartir este recurso, la persona no sólo permite que otros lo observen sino que se pone en la mira de sus conocidos e incluso desconocidos, para que retroalimenten su “swing” y le permitan seguir mejorando hasta alcanzar el nivel deseado. Es decir, el estudiante vive el proceso pedagógico de enseñanza-aprendizaje a su modo.

¿Cuál ha sido el mejor aliado de este proceso? Sin lugar a dudas la gran proliferación de diferentes recursos Web 2.0, que más allá de chismes o sucesos triviales de la vida de cualquier fulano, le dan a cada uno la oportunidad de compartir con el universo a través de un computador y una conexión a la Red todo lo que habita en su mente y que considera valioso compartir.

Por lo pronto William seguirá su proceso, buscando en la Web a cualquiera que le parezca pueda ayudarlo y practicando constantemente para convertirse en todo un maestro. ¡Ni Beethoven ni Mozart soñaron con tanta maravilla!