El ROI de la banda ancha: inversión para el desarrollo sostenible
Invertir un dólar en banda ancha podría devolver hasta U$19 en beneficios.
«Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han convertido en una herramienta vital para el desarrollo. En particular, la disponibilidad de acceso a Internet es una manera importante de ayudar a que crezcan los negocios y a permitir que las personas tengan acceso a una serie de servicios para mejorar sus vidas. Esto es tan importante en Colombia como en cualquier lugar y tiene gran sentido económico: invertir un dólar en la expansión de la banda ancha podría devolver $19 en beneficios».
Así lo señala el Consenso de Copenhague, organización que trabaja en el análisis de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2016 – 2030 (herederos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio), que busca que los gobiernos prioricen temas, basados en su ROI, para que sean los primeros en ser atendidos con los recursos de Naciones Unidas en los próximos quince años.
Con datos aún más alentadores, los investigadores Emmanuelle Auriol y Alexia Lee González Fanfalone, de la Escuela de Economía de Toulouse, en el artículo ‘Infraestructura: el camino digital desde la pobreza’, que hace parte del estudio ‘Los objetivos más inteligentes para el mundo 2016-2030‘, señalan que:
«Triplicar el acceso a Internet móvil alcanzando el 60% de la población durante los próximo 15 años, hará a los países en vías de desarrollo U$22 trillones más ricos. Una mejora potencial como esta en la vida y los ingresos de las personas más pobres puede indirectamente ayudar con otros desafíos; las personas más prósperas tienden a ser más saludables, mejor alimentadas y mejor educadas».
Invertir en tecnología, particularmente en acceso a Internet de banda ancha, se convierte en un tema prioritario para el crecimiento de nuestros países, que además tiene un alto retorno de inversión (ROI).
La investigadora Alexia Lee González Fanfalone señala para Colombia Digital que «cada país tiene su contexto institucional y regulatorio en el cual ciertas medidas van a funcionar mejor o peor en ese marco, pero para que haya apropiación de la tecnología debe estar en primer lugar la conectividad, es decir, la oferta de esa tecnología, para que realmente los usuarios puedan apropiarse».
Las Naciones Unidas definirán en septiembre de este año los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, que a su vez determinarán los niveles de inversión de recursos multilaterales en temas prioritarios como educación, alimentación y salud, pero es ahí donde la inversión en tecnología podría figurar como elemento integrador y palanca para alcanzar otras metas a partir del acceso a la información y sus beneficios económicos.
Desde esta perspectiva, resulta de interés ver que el valor de la infraestructura tecnológica se entiende no por el conteo de torres de telefonía móvil o los cables submarinos, sino en relación con su impacto como herramienta para el desarrollo sostenible de las naciones.
Según lo referencian los citados investigadores, «un estudio del Banco Mundial muestra que el incrementar el 10% en la penetración de banda ancha en países de bajos y medios ingresos, se da un crecimiento en el PIB del 1.4%».
El gran pero que aparece es la inversión necesaria para lograr el crecimiento en infraestructura tecnológica. En el caso de nuestro país, «la ‘brecha digital’ es más evidente en Colombia que en el promedio de países en desarrollo, con solo el 7.9% de los ciudadanos con acceso a la banda ancha móvil en 2013, en comparación con un promedio de 16.8% en los países en desarrollo en general (y el 75.1% en las economías desarrolladas)», según lo señala el Consenso de Copenhague.
El estudio del Banco Mundial muestra que «triplicar el acceso a banda ancha móvil en las regiones en desarrollo – del 21 al 60% – tendrá un costo significativo (cerca de U$1.3 trillones – para el mundo –). Este es el costo de la infraestructura adicional necesaria para alcanzar cerca de tres billones de conexiones a Internet. Sin embargo, esto también incrementará el PIB».
En nuestro ecosistema digital, la infraestructura es un brazo fuerte que espera seguir creciendo de la mano del desarrollo de contenidos, aplicaciones y particularmente de procesos de apropiación en los cuales los usuarios no solo tengan acceso sino que entienden el para qué de esas tecnologías y cómo éstas pueden aportar a mejorar su calidad de vida.
El respecto, el Presidente de la Cámara Colombia de Informática y Telecomunicaciones, Alberto Samuel Yohai, señala que «en el tema de apropiación es impresionante lo que ha hecho el gobierno nacional, específicamente el Ministro Molano y todos sus colaboradores, durante los cuatro o cinco años de trabajo. (Para referir un ejemplo) hay una iniciativa llamada ‘Redvolucionarios’ quienes son, literalmente, cuadrillas de estudiantes en quinto y sexto de bachillerato, que (…) prestan su servicio social enseñándole a las personas que no son ‘nativos digitales’ a conectarse a Internet, a navegar, a enviar un mail, a utilizar la tecnología, y eso es muy importante desde el punto de vista de la apropiación».
Finalmente, las cifras han dejado claro que invertir en TIC sí paga, no solo desde los beneficios cuantificables asociados a los retornos del uso y apropiación de Internet para el comercio electrónico o el desarrollo profesional, sino también sobre los difícilmente medibles logros en materia de participación ciudadana informada y gestión del conocimiento.
«Si se alcanza la meta del 60% de banda ancha en el mundo el año 2030, se estima que en los países en desarrollo una persona podrá ser, en promedio, U$11.000 más rica», concluyen los investigadores.
Directora de Contenidos
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