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Las nuevas generaciones se visualizan como las que transformarán el ámbito laboral y el consumo. Sin embargo, aún son un enigma para los diferentes sectores económicos del país y aunque todo mundo habla de ellos, se desconoce realmente quiénes son y qué quieren o esperan de la vida. No obstante, con la democratización de la información, la instantaneidad de las respuestas y la inmediatez en la forma de relacionarse con los otros, se han logrado análisis que permiten decir que esta generación tiene un compromiso mucho más testarudo con los problemas sociales, medioambientales, políticos y económicos. En línea con esta premisa, yo me atrevo a decir que las empresas tienen la oportunidad de trabajar un verdadero concepto de Responsabilidad social con triple impacto y promoviendo la economía naranja, y les explico porqué…

De acuerdo con Alejandra Ángel, psicóloga de la Universidad de los Andes y autora del estudio ¿Qué quieren los Millennials?, estas personas son capaces de desarrollar mucha empatía en relación con ciertos temas “Son más prácticos y filtran más la información que consumen. Enfocan sus esfuerzos y su pensamiento crítico solo a lo que les interesa”. Esto me permite confirmar, como lo mencioné en un post anterior, que las organizaciones tienen la oportunidad de incorporar planes estratégicos en los que se aporte a la voluntad humana en su intensión de ayudar a los demás, por encima de los intereses acumulativos de su propia riqueza. En una frase, trabajar el concepto de Responsabilidad social con triple impacto y promoviendo la economía naranja.

¿Qué significa?

Me refiero a trabajar realmente en la creación de culturas de la innovación orientadas a subsanar los problemas de una sociedad en la que empresarios y trabajadores, de común acuerdo, creen acciones que permitan generar productos y servicios rentables pero que simultáneamente aporten a la solución de un problema ambiental o social. Es importante recordar que en nuestra sociedad, a nivel global, desde hace mucho tiempo hay grandes desafíos: la creciente inequidad en la distribución de la riqueza, los niveles de pobreza y el cambio climático, son algunos de ellos.

Inicié mi post hablando de las nuevas generaciones, pues bien, al unir los desafíos mencionados y la personalidad de estas personas, nace la razón por la cual hay que re pensar la forma como se está manejando el concepto de responsabilidad social empresarial. Pienso que hay que desarrollarlo desde la nueva estrategia empresarial y que se promueva desde la comunicación para acercar a más personas, y mostrar los verdaderos resultados de triple impacto. Las nuevas generaciones son personas comprometidas con las causas sociales, humanitarias y medioambientales. Gente que, a pesar del individualismo que practican, está más preocupadas por la colectividad.

Y no es hacer marketing a la filantropía, ese concepto es válido pero no llega a generar un impacto social, debido. Se trata de promover organizaciones inteligentes y responsables, como lo consolida la capacidad humana, y hacerlo en función de un programa de Responsabilidad social con triple impacto y promoviendo la economía naranja. Desde mi perspectiva, será el inicio de una nueva economía y sociedad, que requiere tiempo, pero que si arrancamos ya, generaremos el cambio. Queridos empresarios, los invito a repensarlo…visualicemos nuevas alternativas para nuestras próximas generaciones y para aportarte al planeta.

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