El ateísmo anda en bus (en Londres)

(no, no voy a hablar del Día sin Carro. Ya publiqué varias cosas en los últimos 6 años y me cansé de decir lo mismo).

 

Londres es una ciudad donde uno se encuentra cosas bastante interesantes. Desde el Meridiano cero (gran historia, tal vez para otro día, arriba mis patas mostrando dónde queda Bogotá), hasta el World Naked Bike Ride (uy uy, cuidado). Pero un tema del que me acordé hoy buscando entre fotos es el del Bus Ateo, y eso me llevó a pensar en otras cosas. Aquí va la historia.

Todo empezó cuando, en junio del 2008, Ariane Sherine (una periodista de The Guardian) le dio mucha rabia al ver unos avisos cristianos en un bus que pasó frente a ella. De ahí, publicó una columna donde presenta un razonamiento muy lógico al respecto, y como consecuencia consiguió plata para hacer este anuncio que puso en varios buses de Londres (este pasaba en frente de nuestra casa todos los días):

(por si acaso, dice «Probablemente no hay Dios, ahora deje de preocuparse y goce su vida»).

Bueno, bueno: cálmense. Yo no fui el que lo dijo, solo estoy diciendo que ella lo puso en esos buses y que me pareció un bonito ejercicio de reflexión sobre ateismo, libertad de expresión y transporte. Entonces lo pongo en mi blog porque es sobre transporte, no porque quiera volverlos ateos!

En cualquier caso, me parece que esta muchachita tenía toda la razón. Vio un anuncio publicitario que le decía que Dios la iba a regañar por necia, después buscó que prohibieran el aviso (lo comparó con algo que dijera «cuidado, un león del zoológico de Londres anda suelto!») pero nadie le hizo caso. Entonces le dijo a sus lectores que necesitaba 4.680 de ellos para que donaran 5 libras esterlinas cada uno (diga usted…qué, quince mil) para que pusieran el aviso que ven ustedes ahí arriba en la ruta 73 que pasaba por Newington Green cada ratico.

Esto no solamente hizo posible que se publicara el aviso, sino que también Richard Dawkins (Dawkins! El autor de El Gen Egoísta) donó plata para la campaña (lograron que 60 buses circularan con el avisito). Aemás, todavía hay una campaña relacionada, una página en Facebook (medio chimba), y pues suficiente apoyo para sacarle la piedra a más de un cristiano.

Y lo dije en serio: los cristianos se pusieron super bravos, y dijeron «uy, ahora sí les vamos a ganar un montón». E hicieron lo siguiente:

(por si acaso, dice «Definitivamente hay Dios, entonces únase a los cristianos y goce su vida»… dejo a ustedes la reacción al respecto).

Sobre este tema podría escribir páginas, tal vez hasta un libro. Tal vez hasta me pondría a describir lo que me acuerdo de un libro de la Neurobiología de las creencias, o ahí sí hablar de mi punto de vista teológico (que ni mi esposa entiende), o…Mejor sigo con el tema de los avisos en los buses.

Cuando vivía en Praga, Todd Edelman (el de la foto de abajo) dijo que le daban mucha rabia los avisos que encontraba en el transporte público cuando desmotivaban a los usuarios a usarlo. Es decir, anuncios dentro de un bus o vagón de metro (o en estaciones) que dijeran «oiga, pendejo, compre moto/carro y será más feliz y ahorrará plata» – dos cosas que, a mi parecer, son totalmente mentira pero muchos negarían rotundamente (es como cuando la gente cree que ganarse la lotería los va a hacer felices pero no es así, ya Csikszentmihalyi se dio cuenta en varias investigaciones).

En todo caso, Todd se puso a la tarea de compilar anuncios como ese que le sacaban la piedra, y los puso en una paginita de Flickr. Como era de esperarse, yo le mando fotos de diferentes ejemplares cada vez que puedo. Abajo pongo una selección de las que más me han gustado de los que están en la página.

Esta primera es de Zipcar (una empresa de carsharing), que dice «a veces ud necesita un carro». Sí, es cierto que llevar una canoa es algo más difícil en transporte público, pero yo creo que no pasa todos los días. De ahí que zipcar promueva el «a veces» para usar los carros. Yo con eso sí estoy de acuerdo: «cuando necesite transportar una canoa, consígase un carro prestado» es mi lema, totalmente.

Y ahora tres ejemplos de nuestra querida Bogotá, todas tomadas por mí:

La primera, motivando a los usuarios de transporte público a comprar moto….

La siguiente (hay que admitirlo, bastante creativos los creativos de BBVA) es un espejo a la altura de la cara del usuario de transporte público, diciéndoles que chévere endeudarse con un carro:

Y uno de los más grandes errores que comete TransMilenio, que es promover la compra de carros entre los usuarios del sistema (es como tener un restaurante y entregarles a los usuarios papelitos con la cuenta que digan «por qué no va y come en otro lado, pendejo?»):

 

Sí, hay que admitir que el transporte público no tiene todas las características que uno querría cuando viaja en él, pero en el caso de TransMilenio sí es cierto que uno va en Volvo/Mercedes y con conductor (ya me regañaron por eso cuando lo dije en una presentación el jueves pasado, pero no es una opinión sino una verdad: va en Volvo/Mercedes y tiene conductor, o no?). De todas formas, este anuncio de Praga parecería demasiado exagerado:

 

Pero, ya ve usted, se parece a esto:

Entonces, mis reflexiones breves:

– Si promovemos el transporte público, ¿por qué habríamos de promover otros modos de transporte perjudicando al público? Quiero decir que hay otras formas de vender carros y sin decir «ir en bus es una porquería».

– ¿Para qué metemos a la gente como vacas en el transporte público?

– Ya que estamos hablando de vacas, ¿Por qué no hacemos una vaca como esa de la muchachita de Londres y nos inventamos un aviso bien chévere para poner en Transmi? Prometo averiguar las tarifas si uds me dan ideas para avisos. Yo propongo: «gracias por andar en transporte público. La gente brillante como usted es quien mejora esta ciudad«… muy chimbo? Bueno pues, díganme otras ideas.

@carlosfpardo