
A minutos de caer su avión – estas son las tres verdades de Rick Elias
Rick Elias se montó en un avión y cuando se bajó, ya no fue el mismo. Claro, no fue un vuelo ordinario. En los últimos minutos del trayecto, el capitán dio una instrucción simple: prepárense para el impacto. Eso dijo. Esas palabras juntas, a cientos de metros de altura, tienen un profundo significado. No sé qué pensaron todos los pasajeros. Pero años después, Rick Elias, comparte sus tres lecciones, lo que aprendió en ese instante de verdad total y absoluta.
Primero, aprendió que todo cambia en un instante. Es una lección tan sencilla, pero la pasamos por alto, todos los días. La vida tiene una naturaleza impermanente. Me acuerda de esa frase que dice el Dalai Lama sobre los humanos. Dice que vivimos como si no fuéramos a morir y morimos sin haber vivido. Qué tragedia. Rick Elias supo que la muerte está cerca, siempre. Y por eso, los días cuentan. Los minutos y las horas también. ¿Cómo vivimos? ¿A qué le damos importancia?
Segundo, supo que su ego se interpuso en su vida. Tuvo claridad sobre las cosas que realmente importan. No es una gran sorpresa: supo que lo que importa es la gente. No hay nada más importante que eso. La diferencia, es que lo supo con la totalidad de su corazón y ya no hubo más distracciones.
Por último, se dio cuenta de que morirse no da miedo. Esa me encantó. La muerte le da sentido a todo. Sin muerte, no hay nada. Solo le damos la espalda porque creemos que es un asunto insoportable. Elias dice que todos venimos preparándonos para la llegada de la muerte, pero no lo sabemos. Sintió tristeza porque la vida es bella. Más bella que cualquier otra cosa. Deseó ver a sus hijos crecer, supo que ser padre es su rol más importante. Supo que el amor es lo único que queda cuando todo lo demás se ha ido.
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