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Días antes de que comenzara la pandemia empecé a leer el libro ‘Tao te King’ de Lao Tze. He querido leerlo despacio; cada día, leo un corto capitulo. La lectura de hoy decía: «agradece la desgracia como una agradable sorpresa porque un estado humilde es un favor».

Así nos sentimos, humildes ante un organismo llamado virus. Un virus es información de ADN encapsulada en una membrana de proteína, ni siquiera se le considera un organismo vivo; sin embargo, nos tiene de rodillas.

No sé qué va a pasar o cuánto va a durar esta situación. Solo espero que este lugar vulnerable y sensible nos despierte, nos sacuda.

El filósofo coreano Byung- Chul Han dijo: «El virus no vencerá al capitalismo destructivo. Cuando todo pase, lo probable es que los turistas sigan pisoteando al planeta».

Sé que desde el aislamiento lo mejor sería ir pensando en cómo queremos vivir y colaborar. Al menos, cómo queremos que esta “desgracia” nos cambie.

«Porque el desastre más grande sería que una crisis de semejante magnitud nos deje intactos».

Un abrazo, 
Camila 
www. francamaravilla.com 

IG: francamaravilla

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