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Luego de casi seis años de haber ordenado el inicio de la operación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) a los concesionarios, se completa apenas el 58% de su implementación. Como resultado de esto hay vehículos viejos y contaminantes, los del SITP Provisional, que aún circulan por la ciudad y que cubren las rutas de dos operadores quebrados que ya fueron liquidados. Así, y aunque hay usuarios que resaltan algunas cosas positivas del sistema, muchos otros lo aborrecen porque, aunque «provisional» en su nombre, pareciera haberse quedado de forma permanente en Bogotá.

Y en cuanto al Distrito, este abrió una licitación en junio con la que se espera operar algunas de estas rutas y hacer de Bogotá la ciudad con la flota de buses eléctricos más grande de Latinoamérica.

 

SITP Provisional. Foto: Carlos Ortega / CEET

SITP Provisional. Foto: Carlos Ortega / CEET

 

¿Cómo opera el SITP Provisional?

Hay que decir que este sistema trabaja desde mayo de 2015, cuando el entonces alcalde Gustavo Petro estableció un permiso de operación que anunció como transitorio. Desde esa fecha se ha prorrogado dicho permiso por al menos ocho veces, argumentando dificultades en la implementación de las rutas por parte de los operadores, principalmente en los sectores de Suba centro, Perdomo y Fontibón.

Según el último informe de la Contraloría con corte a diciembre de 2018, el SITP -cuya creación se remonta a los tiempos de Samuel Moreno y Clara López- no pudo ser implementado en un 100 por ciento por la administración de Petro y, al parecer, tampoco lo hará en la saliente de Enrique Peñalosa. Es que con los operadores quebrados, Coobús y Egobús, se agudizó aún más la crisis del sistema, que alcanza un déficit de más de 700 mil millones de pesos al año.

Hay que añadir que el sistema no tiene paraderos específicos, recoge y deja pasajeros dependiendo de quién le saque la mano, se paga con efectivo y no con la Tarjeta TuLlave, es imposible dar seguimiento a las frecuencias de estos buses, y no tienen conexión a ninguna central. Y lo más grave de todo: muchos de estos buses ya deberían haber sido chatarrizados y siguen usando tecnologías Diesel que son contaminantes.

 

¿Cuál es el futuro del SITP Provisional?

Este tema, por ahora, es un poco incierto. Si bien es verdad que la Fase V del SITP traerá más de 2000 buses entre padrones, busetones, y busetas dentro de los cuales al menos 500 serán eléctricos, esto no será suficiente para suplir la demanda de vehículos provisionales en circulación que hoy ascienden a 4.500. Por el momento la administración saliente no pondrá en marcha los nuevos buses, por lo que será la próxima administración la encargada de implementar en un 100 por ciento el sistema que hoy en día continúa afrontando una crisis profunda que afecta a todos los ciudadanos.

 

Mi opinión

Soy un usuario regular del SITP provisional, y el motivo principal por el que lo uso es porque donde vivo me toma mucho tiempo esperar el servicio de alimentador. Con el sistema Provisional tengo más opciones de rutas, no debo hacer ningún transbordo, me recoge y me deja mucho más cerca de mi destino y, curiosamente, la mayoría de veces puedo irme sentado; todo eso, sin contar con que el pasaje es más económico (pago $1.750, 20% menos que en un SITP, y 27% menos que en TransMilenio).

Aún así reconozco los problemas que tiene: son vehículos en los que la sensación de inseguridad es mayor (mucho más para las mujeres) pues no tienen buena iluminación, al ser tan viejos contaminan mucho más, se suben vendedores ambulantes con mayor frecuencia y, como biciusuario ocasional, he sido testigo de cómo los conductores dejan a los pasajeros en cualquier lugar, cerrando a quienes nos transportamos en bici. ¡Esto aumenta los riesgos y la accidentalidad! Así mismo, varios de estos buses no tienen el espacio para transportar dignamente a los pasajeros que van de pie, el techo no es lo suficientemente alto como para ir erguido, y los conductores parecen tener menos regulación.

Se le hizo tarde a la administración de Enrique Peñalosa, así que será misión de quien gane la alcaldía el implementar completamente este sistema y dar fin a los tradicionales buses chimenea de Bogotá.

 

 

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