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Por: María del Pilar Barrios, country manager de Unísono Colombia

La transformación que ha generado las nuevas tecnologías en la sociedad ha sido tan profunda que, paradójicamente, ha permitido que nos acerquemos en términos de distancia e inmediatez, a la vez que nos ha aislado.

Parece un contra sentido. Sin embargo, hay que observar cómo las personas prefieren hoy enviar un mensaje de texto y dejar mensajes de voz a llamar o contestar. “Estoy en ‘reu’, dime por aquí” o “estoy en una presentación no te puedo contestar ahora” son expresiones frecuentes que se envían como texto para evadir una conversación de voz, con el agravante que posteriormente ni siquiera se devuelve la llamada.  Y también se presentan casos extremos de jóvenes que, dentro de un mismo recinto, chatean en lugar de conversar.

Las relaciones son la base de la confianza y de la construcción de vínculos que generan lazos y lealtad. Para ello son clave las conversaciones, encuentros, compartir puntos de vista, opiniones, gustos y deseos.

Según psicólogos y expertos, las relaciones se deben cultivar desde siempre. Para diferentes autores es necesario enseñar desde temprana edad lo que en algún momento se consideraron habilidades blandas, como la empatía, la resolución de conflictos, el manejo de sus sentimientos y emociones, el control de la ansiedad, la toma de perspectiva y estrategias comunicativas.

Todas estas habilidades no sólo son parte de un relacionamiento efectivo en la adultez, sino garantía de éxito, pues el perfeccionamiento de estas y de una inteligencia emocional asertiva, le asegurarán un desarrollo normal y una cohesión, que hoy en día son más valorados en una persona, más allá de los conocimientos o habilidades laborales que pueda tener.

Se están enfriando nuestras relaciones y algunas pueden estar marchitándose. Y si es así a nivel personal, es mucho más difícil con las marcas y sus públicos. La llegada de las ventas online, las facilidades de pedidos en pantallas dentro de los locales y servicios como tiendas sin cajeros, han hecho que el clásico, ¡buenas vecino!, pierda relevancia y a su vez disminuya la conexión entre el cliente y la marca.

 Para diferentes autores es necesario enseñar desde temprana edad lo que en algún momento se consideraron ‘habilidades blandas’, como la empatía, la resolución de conflictos, el manejo de sus sentimientos y emociones, el control de la ansiedad, la toma de perspectiva y estrategias comunicativas».

Las compañías deben volcar sus esfuerzos hacia las relaciones y construir lazos con los consumidores mucho más allá de un simple acuerdo comercial. Es necesario entender que cultivar las relaciones no solo facilita el éxito, sino que es el futuro de la sociedad.

Hay una gran oportunidad si logramos que la tecnología nos una, en lugar de aislarnos en un mundo cada vez más hiperconectado, pues todos los canales como chat, correo, llamadas, páginas web, blogs y redes sociales, nos facilitarán generar diálogos para construir relaciones entre las marcas y sus públicos.

Así podrán conocer mejor a las personas, escucharlas, responderles, informarlas, anticiparse y segmentarlas para entregar a cada uno lo que  quiere y como lo quiere, generando satisfacción, confianza y lealtad.

Por eso creo que más allá del conocimiento sobre una materia, se requieren también habilidades que contribuyan a relacionarse con otras personas. Esa es la clave para construir marcas amadas con un significado positivo.

Hay que integrar los avances tecnológicos de la mano con el factor humano y generar una amalgama entre las facilidades comunicativas que vienen con el progreso y las habilidades innatas que tiene una persona para generar lazos perdurables.

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