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Admiro la invención de García Márquez pero no tolero a sus aduladores porque se dedican, no a estudiar su obra, sino a defender sus errores. A imponernos otro Macondo y otros cien años de soledad. Ellos nos achican el entendimiento y ofuscan nuestra inteligencia con tan excesiva admiración.
Se necesita una alta dosis de cursilería para invitar una ciudad imaginaria a la Feria “Internacional” del Libro de Bogotá. Se necesita una alta dosis de banalidad (iba a decir, de perversión) para tomarse tan en serio lo de Macondo y despilfarrar millones de dólares en hacerle honores.
Se necesita ser Macondo.
Macondo se ha vuelto verbo: la Feria Internacional de Bogotá se ha macondianizado. Ha oficializado el vicio que su autor quiso denunciar en Cien años de soledad: el vicio de un país de puertas cerradas.
Cuando un país se cierra se queda solo: entonces se intenta fabricar una máquina complicada de “particularidades”, es decir, “un arte nacional”, una “cultura propia”, un pueblo feliz que no tenga historia. Y al servicio de Macondo se ponen en juego los múltiples resortes de la pedagogía y de la policía. Mil tonterías son pronunciadas a este respecto a cada instante. Mil banalidades. Pero el aparente “chiste” nunca cura de la tristeza, nunca alivia de la soledad. Macondo nunca disimula la humillación de ser Macondo. De ser el exótico, el excluido, el periférico. Y no conocerá la paz hasta que se sienta parte del centro.
Otra cosa, además.
Ya los primeros Buendía no son los que mandan en Macondo. Es Fernanda del Carpio, la que desde chiquita hacía sus necesidades en bacinilla de oro con el escudo de armas de su familia, la que nunca tuvo amistad íntima con nadie. La impostora. Por eso se burla de Macondo. Por eso lo “invita”.
Con todo, gocemos de Macondo. No nos lamentemos inútilmente de que debieron invitar a un país real, no sé, Alemania, México, España, Canadá o Cuba (en la que llevan tanto tiempo charlando entre enemigos). No nos dejemos acusar de “aburridos”. Sepamos que el principio de todos los pueblos, según Giambatistta Vico, es la poesía. Toda nación y hasta cualquier institución es una creación de caracteres o de palabras a las cuales, como por un acto mágico, los hombres las han dotado de vida. Por eso mismo, advierte Vico, la propia credulidad es una de las cosas más peligrosas de la Tierra.
[…] 18. Este extraño y peligroso fenómeno ya lo denunciamos en la pasada versión de la FilBo: ¿Macondo invitado de honor? Denunciamos la actitud acrítica de la academia y de la prensa y de ciertos […]
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33 años, NADACONTRALACALVICIE. Y nada. Y lo que falta porque la dictadura de Macondo apenas empieza. Critiquemos cuando podamos esa charlatanería.
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ya o más Macondo, por favor, 32 años y aún no asimilamos el haber recibido un Nobel
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JUANMARTINEZ0626. A García Márquez se le hicieron en vida todos los homenajes habidos y por haber. En tiempos de Uribe (pagado por su gobierno) se derrocharon millones de dólares en 2007, para homenajear a Gabito en el Congreso de la Lengua hasta con visita de Bill Clinton y el Rey de España. Todos los presidentes colombianos le han rendido tributo y de México y de España. Pero llegar al colmo de concebir su imaginación de Macondo como una realidad no es sino perversión, populismo, banalidad.
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Macondo Invitado a la feria del libro de Bogotá es simplemente un Homenaje a Garcia Marquez y su Literatura, es absurdo pensar en cosa distinta, asi como incluir a este nefasto personaje ( Uribe), en los comentarios aquí plasmados, se debe hablar de libros, de literatura, así exista literatura política
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Si de acuerdo lamentablemente este internet es muy lento y a veces se toma mucho tiempo en dar y recibir opiniones, seguire atendiendo sus artículos y ojala tengamos tiempo de discutir mas a fondo sus temas
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JOSEALFONSO.RODRIGUEZBLANCO. Estamos de acuerdo entonces: no tienen por qué poner a Uribe para todo, menos como motivo de distracción. ¿No?
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Sr Sebastian Pineda yo respeto mucho sus artículos, mi comentario lo hice porque veo que hay otras personas que al dar su opinión se salen del tema.
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JOSEALFONSO.RODRIGUEZBLANCO. No hay arte puro. Todo arte se alimenta de la realidad. Pero lo que criticamos aquí es la explotación perversa de Macondo, el querer imponernos una ficción que un novelista inventó para criticar su realidad, no para alabarla.
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Un tema literario inmediatamente lo politizan. Una vez Alicia Alonso la primaballerina assoluta cubana visito Mexico y un periodista impertinente quiso aprovechar la situación para hacerle preguntas sobre la política cubana, ella reacciono y le contesto que era una artista no una política. El arte en cualquiera de sus manifestaciones es la sublimación del hombre, tenemos que aprender a no contaminarlo.
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Dejen de citar para todo a Uribe. Eso es una típica estrategia de dictaduras: buscarse un enemigo único y acusarlo de todo. Aquí el déspota ilustrado y anacrónico es el que ya lleva montado 6 años.
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Álvaro Uribe Vélez es el colombiano ejemplar de todos los tiempos en Colombia, elegido por mayoría aplastante por el History Channel. Punto.
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Desde luego. Estamos hasta la coronilla de “Macondo”. De ese despotismo ya no ilustrado, sino anacrónico.
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La verdad, me tiene aburrido la apropiación de la obra de Gabo, como si fuera colombiano modelo.
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No conozco el programa de la feria, así que no sabría si ellos ya prepararon eventos o lecturas para responder a preguntas como la tuya. Vamos a ver, vamos a ver…
Pensando en “Macondo” como palabra en el diccionario, pienso en todos los usos que se les da en las columnas y las conversaciones. Aparece cuando la gente habla de corrupción, aislamiento, improvisación, nepotismo, desorden, masacres silenciadas o atraso. Es posible que hayan pensado esta feria para darle connotaciones bonitas a la palabra, pero como los usos peyorativos llegaron primero, seguro se mantendrán. Y ahí es cuando uno piensa en qué tan elocuente sea invitar a Macondo.
Espero que nos tengamos que tragar nuestras palabras, que la feria sea un hit y que eviten nacionalismos y provincianismos. Ojalá, ojalá…
Juan Camilo Rodríguez Pira
ps. Puse el comentario dos veces porque el anterior quedó anónimo, creo.
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No conozco el programa de la feria, así que no sabría si ellos ya prepararon eventos o lecturas para responder a preguntas como la tuya. Vamos a ver, vamos a ver…
Pensando en “Macondo” como palabra en el diccionario, pienso en todos los usos que se les da en las columnas y las conversaciones. Aparece cuando la gente habla de corrupción, aislamiento, improvisación, nepotismo, desorden, masacres silenciadas o atraso. Es posible que hayan pensado esta feria para darle connotaciones bonitas a la palabra, pero como los usos peyorativos llegaron primero, seguro se mantendrán. Y ahí es cuando uno piensa en qué tan elocuente sea invitar a Macondo.
Espero que nos tengamos que tragar nuestras palabras, que la feria sea un hit y mantengan a raya a todos los nacionalistas y defensores de provincianismos. Ojalá, ojalá…
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