El presidente Juan Manuel Santos tiene rabo de paja para hablar de Venezuela. Saca pecho diciendo, palabras más, palabras menos, que en Venezuela no hay democracia, pero él desconoció olímpicamente el NO, ganador del plebiscito. Para usar un refrán popular, ¨se lo pasó por la faja¨. A punta de mermelada tiene bancada en el Congreso para aprobar, ‘a pupitrazo limpio’, todo lo que se le antoje. Ha sabido comprar muchos medios para que hablen bien del gobierno, hasta contrata tuiteros a sueldo.
Entonces con qué autoridad moral critica a Nicolás Maduro, si maneja las grandes Cortes a su antojo, a punta de prebendas compra conciencias, a los que no estamos de acuerdo con su gobierno nos rotula como enemigos de la paz y amigos de la guerra.
Pactó un ‘dizque acuerdo de paz’ en Cuba, a espaldas del pueblo, a la tapada, a lo morrongo, a lo solapado. Le entregó el país a las FARC, para ellos si hay plata, pero no para los maestros, ni para los campesinos, ni para nadie del pueblo. Tiene la clase media oprimida, la clase alta favorecida y la clase baja comprada con subsidios. El país está igual o más quebrado que Venezuela, lo llevó al traste entregando mermelada por doquier. Su campaña está cuestionada por sobornos de Odebrecht, ganó la reelección encochinando la campaña opositora, la voluntad del pueblo en el NO le importó un bledo. Utilizó a Maduro y a Venezuela para su ‘dizque proceso de paz’, para su Nobel, y luego sale a hablar lo peor de quien le tendió la mano, de Maduro.
Cabe anotar que no desconocemos que hay un muy grave conflicto en Venezuela, que la institucionalidad se está viniendo al piso, pero en Colombia pasa lo mismo gracias a Santos. El presidente quiere, a como dé lugar, cambiar la Constitución para favorecer a sus nuevos amigos de las FARC, les quiere entregar todo a cambio de nada. Han muerto muchos dirigentes civiles y eso parece no importarle. En el famoso desarme de las FARC, (donde no hay que ser un militar lancero paracaidista para saber que no son todas las que están ni están todas las que son), montó todo un Show Mediático para la comunidad internacional, porque para ella es que gobierna.
Gracias a Santos, en Colombia hay desempleo, igual o peor que en Venezuela, para él la economía va bien porque los Ardila Lülle y los Santo Domingo, ganan mucha plata, ¡los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres!
Durante sus ya casi siete años de gobierno ha incumplido todo lo prometido, subió impuestos, subió el IVA, vendió ISAGEN, puso a los pobres a tributar, encareció la canasta familiar, la gasolina y la salud. Con su ministro Mauricio Cárdenas acabó con el país.
Con su famoso dizque ‘acuerdo de paz’ lo que hubo fue un cambio de brazalete para las Bacrim, el ELN, el Clan del Golfo y otros delincuentes organizados. Los de las FARC no han pagado ni pagarán un solo día de cárcel.
Santos se queja de la Constituyente de Maduro, pero los tribunales de justicia que quiere implementar para sus amigos de las FARC son amañados. Legisla, junto con su séquito de congresistas enmermelados, en causa propia. Ha incentivado la puerta giratoria en el gobierno, pasan como Pedro por su casa del sector privado al público, como el Fiscal Néstor Humberto Martínez, todos sus funcionarios tiene conflicto de intereses, a todo nivel, en la justicia, en el ejecutivo y en el legislativo. Sus ministros, todos sin excepción se rajan, algunos pasan raspando que es igual a rajarse. Los líderes se rodean de gente talentosa, los caudillos de incapaces, y ese es el talante de Juan Manuel Santos. Entregó millonarios contratos a diestra y siniestra a Roberto Pietro, su gerente de campaña, pagó favores con las arcas del Estado a muchos, sino a todos sus colaboradores.
Le adjudicó el Canal Uno a sus defensores de oficio, Yamid Amat y Daniel Coronel, y con ese ‘conejazo’ quiere hacerle creer a la opinión pública que ya hay Tercer Canal, cuando lo que hizo fue ‘hacerle pasito’ a Ardila Lülle y a Santo Domingo y no montarles competencia. Todos sabemos que ese Canal Uno está apagado, y por más que quieran, no será competencia para el duopolio maldito. Les entregó una frecuencia pública a sus amigos y pretende decir que ese es el Tercer Canal.
El tercer, cuarto, y quinto canal se deben adjudicar ya, ¡pero de verdad verdad!, ¡como debe ser!, para acabar con ese monopolio de RCN TV y Caracol TV, que solo emiten televisión para embrutecer al pueblo, desinformándolo y engañándolo.
Que deje ese cuento de la Banca de Inversión y que en el país no caben más canales, Ecuador es más pequeño y tiene siete.
Santos no es mejor que Maduro, manipula los medios de comunicación, si por Venezuela llueve por acá no escampa.
El presidente de Colombia le ha vendido un país a la comunidad internacional muy diferente al que tenemos. No se sabe si es Neoliberal, de Tercera Vía, o Castrochavista, lo cierto es que tiene al pueblo sin empleo y en la miseria.
Santos polarizó el país y sacó provecho de ello. Se reeligió, logró que Noruega le regalara el Nobel, después de utilizar a Maduro se va lanza en ristre en contra de él, como lo ha hecho siempre con quienes le ayudan, lo apadrinan o le votan, siempre termina fallándoles.
Juan Manuel Santos no tiene ninguna autoridad moral para criticar a Maduro, no sabe de democracia, y si en Venezuela hay caos, acá en Colombia hay un Estado Fallido.
Maduro o Santos, ¡que entre el diablo y escoja!
P.D. Se nos olvidaba, ambos son amigos de las FARC.
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giovanniagudelomancera
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