Antes de confrontar a Juan Pablo digamos que es nuestro amigo, uno de los más respetados colegas, y ante todo, somos admiradores incondicionales de su trabajo. No nos separa su odio por el fútbol, pero sí esa amistad suya con Daniel el Travieso, Vladdo y Gustavo Gómez. Pero bueno, es más fuerte nuestro ‘colegaje’, (este obvio derivado de colega es un neologismo que significa ‘conjunto de colegas’, ‘relación entre colegas’).
Dicho esto, arranquemos:
Escribe Calvás:
¨Considero unos sádicos a aquellos que sueñan con ese momento de gloria que implica tener hijos¨.
Primera Objeción, aunque Juan Pablo cita una definición de la Real Academia de la Lengua, (Sadismo: crueldad refinada con placer de quien la ejecuta), no creo que sea un acto de crueldad concebir un hijo; como dice el doctor Alberto Casas, ¨¡es un total disparate!¨, y mucho menos una crueldad refinada, ni en el momento de ‘dizque hacer el amor’ para tenerlo, ni durante el embarazo de la mujer, ni en el nacimiento, hay algo refinado, y hablo desde la clase media a la que pertenezco, nada en este estrato social es ‘refinado’, todo hace parte del rebusque, ¿o no cree que hacer un ‘baby shower’ no es más que el comienzo de una lucha sin cuartel para conseguir desde los pañales, la crema cero, la leche S26, hasta una beca de Ser pilo paga? Más bien los sádicos refinados son los gobernantes que tenemos, que mientras evaden impuestos en ‘Paraísos Fiscales’ ven como el pueblo lucha por tener una familia, educarla y prepararla para el futuro.
Continúa diciendo nuestro gran amigo Juan Pablo:
¡Padres y madres del mañana, redimíos! ¡Detened vuestras intenciones reproductivas! ¡Pensad en el mal que le hacéis al prójimo!
Sin duda es otra disparatada exageración, con algo de humor, eso sí, algo que caracteriza al profe, pero totalmente descabellada. Tener un hijo no hace parte de intenciones reproductivas, solo es el deseo de poder enseñarle a un ‘criaturo’ que sea hincha de Santa Fe y del Real Madrid, poder mostrarle las fotos del día que nos invitaron a Partida W y la grabación en audio de una mañana en la que Julito nos sacó al aire y nos dejó hablar más de 15 segundos, de verdad profe, ¡más de 15 segundos!, y jamás se le hace mal al prójimo, ¿acaso es él quien lo va a criar?, ¿o lo va a mantener?, ¿o lo va a educar?, lejos de hacerle daño al vecino o a otro habitante de la tierra, lo que se hace es traer más mano de obra para el capitalismo salvaje de Santos, de Ardila Lülle y de Santo Domingo, además concebir es traer más personas para tributar y para que un día voten no a un plebiscito que luego el presidente se pasa por la faja.
Agrega Calvás en su columna:
Hago un llamado desde esta humilde tribuna con el fin de generar consciencia sobre una realidad que es dolorosa, pero cierta: es mejor no tener hijos en estos tiempos. No se trata de promover un nuevo maltusianismo ni entrar en el peliagudo asunto del control demográfico. Esta es una reflexión personal. Si acaso una reflexión en pareja. Cada uno según su conciencia.
Digamos que le faltó al profe definir maltusianismo: ¨Doctrina política y económica que defiende el control de natalidad para intentar adecuar la población, que crece en progresión geométrica, con los medios de subsistencia, que solo crecen en progresión aritmética¨.
Y que ese peliagudo asunto del control demográfico no es tarea de los esposos o futuros padres, ese es un problema de los gobiernos, es más, concebir aporta para que gobiernos como el de Santos consigan más votos producto de la cuantiosa mermelada, y es también aportar hijos para que los precandidatos sepan cuántas firmas recoger para mamarle gallo a la Registraduría.
Continúa Juan Pablo en su artículo:
Seré enfático: considero unos sádicos a aquellos que sueñan con ilusión sobre ese momento de gloria que implica tener hijos. Igualmente, me espantan hasta el horror aquellos que ya están esperando con ansias la llegada de un nuevo retoño y creen que lo que viene es un camino de pétalos de rosa, pavimentado con pañales y biberones.
Sobre eso hay que decirle a Juan Pablo que todo padre cree fervientemente que cada niño trae el pan debajo del brazo, y no es ningún momento de gloria, por el contrario, es un momento de terror, al saber que en un año ya deberá asistir a Jardín, y hacer cinco años allí, más costosos que una Universidad, hasta llegar a primaria, sin embargo, los padres se llenan de esperanza y cumplen a cabalidad un mandato de Dios, hacer una familia.
Sigue Calvás en su controvertida columna:
Y digo que son sádicos no porque vea en el espíritu de los padres del mañana un aire a maltratadores de niños. Ni más faltaba. Les digo sádicos porque esos niños que van a traer al planeta tendrán que vivir tremendas penurias cuando lleguen a la edad adulta, y ni qué decir cuando lleguen a la tercera edad. Sadismo es disfrutar del sufrimiento del otro, y, hoy por hoy, traer un niño al planeta es traerlo a sufrir.
¿Y es que acaso ha habido mejores tiempos para traer un niño al mundo?, desde que Caín mató a Abel hasta que Santos se pasó por la faja el resultado del plebiscito y recibió un Nobel inmerecido, siempre ha sido un caos el planeta, eso que dizque ¨todo tiempo pasado fue mejor¨ ¡es una total mentira!, es solo coger un libro de historia y lo puede comprobar, si bien es cierto que hoy la humanidad vive una espantosa tragedia con la candidatura de Vargas Lleras, también es cierto que hace un buen tiempo un asteroide acabó con los dinosaurios, siempre han habido calamidades de ese tipo.
Asegura Juan Pablo:
Somos afortunados. Quienes hoy habitamos la Tierra seremos los últimos en verla tal y como está. Con unas temperaturas soportables, unos campos fértiles y unas casi inagotables fuentes de agua. Aún hoy es posible vivir en el trópico sin morir por causa de temperaturas que en poco superarán los 40 o 43 grados centígrados. El nivel del mar no ha subido hasta hacer desaparecer ciudades enteras. Las especies animales y vegetales de hoy aún garantizan un equilibrio necesario para el mundo.
Tenemos suerte, aún vivimos en un mundo vivible, a pesar de las dificultades diarias que trae la existencia misma.
Sin embargo, eso no será así para los bebés que vienen en camino. A ellos les espera una vida marcada por el reloj del cambio climático, la amenaza terrorista, los peligrosos nacionalismos, la amenaza de la inteligencia artificial y el temor a una guerra nuclear (como el que ya vivimos por culpa de Estados Unidos y Corea del Norte). Nada será tan fácil como hoy, perdonen el pesimismo.
Estimado Calvás, lo que dice que le espera a los bebés ya nos está pasando a nosotros, no es futuro, es presente inmediato, incluso pasado, porque ya la tierra ha sufrido episodios de extinción, ya ha habido dos guerras mundiales, ya volaron las torres gemelas, ya hubo un Osama Bin Laden, desde hace mucho rato se experimenta con inteligencia artificial, ¿o qué cree usted que son las redes sociales?, y aparte de eso, regresando a nuestro país, estamos sobreviviendo al peor gobierno que haya tenido Colombia, (afortunadamente solo le queda un año largo), y han nacido y aún nacen bebés, o sea que según su teoría nunca se podría traer niños al mundo, el planeta ha sobrevivido a mucho más, ¿por qué va a ser peor mañana?
Sigue el profe:
Es mejor no tener hijos en estos tiempos. No lo haga por usted, ni por su pareja. Hágalo por el niño o niña por venir
Que las tensiones entre los países podrán reducirse y el temor a la guerra, disminuir. Seguro que sí. Que lograremos controlar a los terroristas. Tal vez. ¿Pero de qué va a importar eso cuando el eje de los problemas se traslade de un campo ideológico hacia lo esencial, como lo es la alimentación?
Ya poco importará si el presidente es Santos, Uribe, el hijo de Uribe o el heredero de Pastrana. De nada habrá servido el pelear porque sí o porque no contra la JEP. Nuestros hijos (bueno, nuestros no, porque yo no voy a tener) tendrán que preocuparse y vivir en la angustia de saber si habrá agua para beber al día siguiente. Tal vez ya no haya tantas frutas para poner en los platos y mucha menos carne para el almuerzo. En fin, ellos tendrán que vivir la catástrofe que nosotros y nuestros mayores ignoraron.
Admirado Juan Pablo, el agua siempre ha sido lo más costoso para la población, o pregunte cuántos municipios en el Chocó tienen ese privilegio, aunque Vargas Lleras diga que inauguró muchos acueductos, ¡solo dejo llaves!, el que más funciona es el de Quibdó, 4 horas al día, y ellos tienen al Atrato en frente, tan caudaloso que se le considera un mar, y está envenenado por la minería ilegal. En cuanto a las frutas, vaya al supermercado y pregunte cuánto vale la guanábana, las uvas y el durazno. Pida una ensalada de frutas y verá que solo le echan banano y papaya, así que no hay abundancia y mucho menos bajos costos, con Mauricio Cárdenas de Ministro de Hacienda no se podría tener bebés en ninguna época de la vida.
Finaliza Calvás:
¿Y qué hacer entonces?
Si me lo pregunta: no tenga hijos. No lo haga por usted, ni por su pareja. Seguro les hace ilusión el ver a ese hermoso retoño, producto de la carga genética de ambos. No lo culpo, así es nuestra especie. Pero le insisto, no tenga hijos. Hágalo por el niño o niña por venir. No es justo que usted le imponga a otra persona la condena de vivir en un mundo imposible. Eso es ser sádico, y creo que ni usted ni su pareja lo son.
Pues le digo profe, nunca ha sido, es o será un mundo posible, desde que Adán y Eva fueron desterrados del Paradise Papers, perdón, del Paraíso, siempre el hombre ha sido condenado a sobrevivir, eso no se lo impone nadie a nadie, es la ley de la vida. El mundo lo hace posible quien lucha, no es la época, desde David y Goliat el niño que viene al mundo no debe traer un pan debajo del brazo sino una honda para darle en la cabeza a quien quiera pisotearlo, eso ha sido desde siempre, nunca ha habido un mejor mundo ni lo habrá, el futuro es hoy, y hoy es cuando debemos generar vida, no muerte, y eso se logra trayendo un ser al mundo, que aprenda de nosotros hasta la manera de caminar.
Para finalizar mi querido profe le dejo el link de ´Mi hijo y yo´, un tema cuya letra es un acróstico que le hace el Maestro Varela a José Santacruz, acá lo que importa es el mensaje, nada más.
´Mi hijo y yo’
Cierra el profe:
#PreguntaSuelta: ¿en serio vamos a seguir guardando silencio ante el intimidante inicio de las exploraciones de hidrocarburos con uso de ‘fracking’?
¡No que tal!, la pregunta suelta si no la voy a debatir, ni más faltaba.
No se olviden amigos lectores de nuestras obras sociales:
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Estas son nuestras obras sociales que requieren de su apoyo urgente
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