´´A todo el mundo le convendría que Bogotá fuera una ciudad más equitativa e integrada´´ Entrevista con Carlos V. de Roux
Continuando con nuestro ciclo de entrevistas a los precandidatos y candidatos a la alcaldía de Bogotá, hoy les presentamos las propuestas del Concejal Carlos Vicente de Roux Rengifo, del partido Alianza Verde, reconocido por su carrera limpia y transparente, quien apoyó en un comienzo la administración Petro y luego se distanció. Conoce muy de fondo los problemas de la capital y es una muy buena opción para regir los destinos de esta ciudad.
LSalenLH ¿De verdad Concejal de Roux que fue lo que lo distanció de Petro?
C.V. Giovanni, primero, los errores gerenciales: las equivocaciones en la selección de sus colaboradores (hay unos excelentes), la improvisación, el descontrol. Petro oía las críticas, pero no cambiaba. Segundo, la peleadera, el estar picando pleitos innecesarios. Tercero, lo más traumático y definitivo, la injerencia de su familia política, los cuñados metiendo las narices en la contratación, y el alcalde dejándolos.
LSalenLH ¿Qué es lo bueno de la administración Petro y qué es lo peor?
C.V. Lo bueno es el compromiso con la equidad. Frente a cada tema, Petro parece hacerse esta pregunta: ¿cuál es la manera de manejarlo que más puede ayudar a los pobres y a los excluidos? Lo peor ya lo dije en la respuesta anterior.
LSalenLH Entrando ya a la campaña ¿En caso de ser alcalde qué continuaría de las administraciones anteriores?
C.V. Los programas sociales. Jornada escolar única, equipos médicos a los barrios populares, atención a niños de 0 a 5 años, comedores y canastas de alimentos, mínimo vital de agua, subsidio al transporte de los ´´sisbenizados´, impulso a la vivienda de interés prioritario (aunque con un enfoque regional, por la escasez de suelo en el Distrito), protección de las minorías… También mantendría las apuestas ambientales de la actual administración, poniéndoles buena gerencia – ¡Basura Cero sí que la requiere!–.
LSalenLH ¿Cómo es eso de la ´Equidad Social´, propuesta de su campaña, que más bien parece un ´caballito de batalla´ de la izquierda?
C.V. Giovanni, no es un ´caballito de batalla´, es algo de fondo. Para la izquierda es un asunto de principios y valores, aunque también de provecho general, porque la inclusión no solo beneficia a los pobres. A todo el mundo le convendría que Bogotá fuera una ciudad más equitativa e integrada.
Le daré un dato. En la ciudad hay 370.000 jóvenes –una población del tamaño de Villavo– que terminaron bachillerato o desertaron en los últimos años, y que no encuentran cupos en establecimientos educativos ni puestos de trabajo. Un número un poco mayor –380.000– pertenecen a hogares cuyo ingreso no alcanza para cubrir los gastos mínimos. Y un 9.5% de los jóvenes deja de consumir las 3 comidas diarias, uno o más días a la semana, por falta de dinero. Sin estigmatizar a la juventud bogotana, ¿no cree usted que esa es una fuente muy grande de frustración, conflicto e inseguridad en toda la ciudad? Hay que desarrollar programas de empleo de emergencia a medio tiempo para jóvenes, hacer convenios entre el Sena y el Distrito para aumentar la oferta de educación técnica, montar un Sena Distrital, ampliar la Universidad Distrital o crear otra universidad pública, y muchas cosas por el estilo.
LSalenLH ¿Se debe gobernar solo para los pobres?
C.V. Por supuesto que no, y no haberlo entendido ha sido una falla de la izquierda. El alcalde de la ciudad debe ser el alcalde de todos. La ciudad es como una casa y se debe garantizar que sea amable, confortable, y acogedora para todos. Por no tener eso claro, el actual gobierno descuidó la movilidad y la seguridad, así como la protección del espacio público, el aseo y lo que antes llamaban el ´ornato´ urbano.
También hay que evitar que la sensibilidad social se convierta en fuente de obsesiones ideológicas y frene el desarrollo de la ciudad. Por ejemplo, es bueno traer a vivir a los pobres en el centro, pero si no hay suelo allí o su costo es prohibitivo, hay que buscar otras soluciones, como la de abrir el borde norte y Usme a la vivienda, incluida la de interés prioritario, y a otras construcciones. Con respeto, eso sí, por los valores ambientales.
LSalenLH ¿Qué haría para enfrentar el problema de los desplazados que diariamente llegan a Bogotá?
C.V. Le metería planeación, buena ejecución, control, es decir, buena gerencia a los programas que ya se vienen adelantando, y les aumentaría el presupuesto, en el marco del postconflicto que está ad portas.
LSalenLH ¿Cómo solucionaría los problemas de movilidad, fortalecería el Transmilenio y el SITP, haría el metro (que cuesta 22 billones y no hay plata), o implementaría el tren de cercanías?
C.V. Giovanni, lo primero sería rescatar a Transmilenio. Ampliar un poco el cupo de endeudamiento para arreglar las losas de la Caracas. Hacer estaciones más allá de los portales para descongestionarlos. Remodelar todas las estaciones. Ampliar la flota de articulados. Poner a circular buses duales y buses azules del SITP por carriles exclusivos, en ejes paralelos a las troncales, para que en vez de alimentar a Transmilenio lo desahoguen, como ya se hace con la 7ª y la 15. Replantear las rutas expresas con estudios actualizados origen-destino de los pasajeros. Ese es el plan de choque. Agréguele a eso la construcción de las troncales de la Boyacá, la 13 hasta Fontibón y la 1º de Mayo.
También hay que consolidar el SITP. Rediseñar las rutas azules, para que lleguen adonde se las necesita y salgan de donde sobran. Modificar los contratos con los operadores, porque no permiten exigir calidad en el servicio –poner en circulación la flota prevista, cumplir itinerarios, parar en todos los paraderos…– hasta que no se complete la “implementación” del sistema. Acelerar la salida de los vehículos tradicionales (sometiéndolos a pico y placa y concediendo créditos para la ´chatarrización´…). También habría que reevaluar la hora valle sin pico y placa, porque se congestiona mucho la ciudad y se desacelera el flujo de los buses azules e intervenir puntos críticos de la malla vial que tienen el mismo efecto de desaceleración.
El metro debe ser construido. El eje oriental tiene una demanda de pasajeros en hora pico que solo puede ser atendida por un sistema robusto como ese. Hay que llevarlo al norte para desestimular el uso el carro particular, y poder cobrar una valorización que ayude a financiarlo. Y hay que extenderlo hasta el portal de Las Américas, en el occidente, para garantizar un flujo de pasajeros que costee la operación. Bogotá puede aportar $6 billones mediante valorización, plusvalías, y nuevos prediales generados por el proyecto.
No queda espacio para hablar de las interconexiones entre los distintos modos de transporte, ni de la gerencia de tráfico, que puede tener un gran impacto en la movilidad.
En cuanto al tren de cercanías habría que construirlo, pero tendría que ser con Alianzas Público-Privadas (APPs) u otro esquema que no comprometa grandes recursos públicos. Y habría que ligarlo a un modelo adecuado de desarrollo territorial y urbano, como el crecimiento en altura y la densificación de algunas cabeceras municipales –Facatativá, Zipaquirá…–. De lo contrario, el tren coadyuvaría el proceso de pavimentación de la Sabana, lo que sería imperdonable.
LSalenLH Pasando al tema de seguridad ¿Cómo acabar con las ollas del ´microtráfico´ y la delincuencia común? ¿Cómo sacar los niños y adolescentes de ese negocio? ¿Y cómo mantener buena relación Alcaldía-Policía?
C.V. Como lo propuso Petro, el adicto tiene que ser tratado como enfermo, no como delincuente. Y hay que suministrarle la droga, de manera gratuita y controlada, en el marco de un tratamiento de rehabilitación. Eso les secaría el negocio a los traficantes y acabaría con su fuerza de venta, la de los jíbaros que promueven el consumo, comenzando por las puertas de los colegios. Pero para eso hay que impulsar una legislación que autorice el suministro controlado.
Varios delitos pueden combatirse así, con medidas inteligentes que desmantelan los negocios ilícitos. Otro caso es el de los celulares. Es posible desactivar los móviles robados para que queden sirviendo solo como chatarra, con lo que se acabaría la cadena delictiva. Es cierto que la medida presenta obstáculos técnicos difíciles de superar. Pero difícil no significa imposible.
El alcalde de Bogotá tiene que jugársela personalmente en la construcción de una buena relación con la Policía. Debe buscar el apoyo del Gobierno Nacional –el presidente, el ministro de Defensa, el director general de la Policía– para ese propósito. Y tiene que asumir un liderazgo más directo en los temas de seguridad, en permanente consulta con el comandante de la metropolitana. Eso debe complementarse con la creación de la Secretaría de Seguridad y con el aumento del presupuesto del ramo, que asciende a $220.000 millones anuales pero no da abasto.
LSalenLH Y hablando de buenas relaciones ¿Cómo mantener buenas relaciones con el Concejo para que le aprueben los proyectos?
C.V. No picándole pleito. Desarrollando un diálogo permanente con los concejales, para sustentar los proyectos del Gobierno con argumentos y datos, y para hacerles las modificaciones que sean razonables. Apoyando las iniciativas normativas de los miembros del Cabildo cuando no haya motivos para no hacerlo. Recogiendo las críticas que se les hagan al alcalde y a sus colaboradores en los debates de control político, en cuanto identifiquen problemas reales y soluciones pertinentes. Dándoles visibilidad a la trayectoria y aportes de los concejales sobre políticas y programas en que también esté trabajando la administración.
La creación de la Secretaría de Seguridad descongestionaría a la de Gobierno y le permitiría tramitar mejor las relaciones del Gobierno con el Concejo.
LSalenLH ¿Camino a la Alcaldía haría alianzas si las encuestas no le favorecen? A propósito ¿cree en las encuestas?
C.V. Giovanni, en el tema de las alianzas no podría despacharme solo. Es un asunto que compete tanto al candidato como a los órganos de dirección de mi partido. En su hoja de ruta electoral, está previsto, como una posibilidad, el escenario de las alianzas. Pero la única hipótesis que nos llevaría a buscarlas no es la de que nuestro candidato no esté siendo favorecido por las encuestas. En todo caso, yo aspiro a pasar de precandidato a candidato de mi partido y si éste busca una coalición, a convertirme también en el candidato único de la misma.
Sobre las encuestas: las hay de todo tipo, incluidas, y es cosa de admirarse, algunas que merecen credibilidad.
LSalenLH ¿Por qué aspirar a la alcaldía de Bogotá y no Cali, su ciudad natal?
C.V. Porque Cali es la ciudad de mi infancia y mi adolescencia, pero toda mi vida adulta, que es ya larga, la he vivido en Bogotá. Aquí fui a la universidad, aquí formé mi familia y he desarrollado toda mi vida laboral y política. Cualquier adversario podría corcharme en Cali preguntándome por los nombres de los barrios y las avenidas que se construyeron después de los setentas.
LSalenLH ¿Qué es lo bueno, lo malo y lo feo de la izquierda en Colombia?
C.V. Giovanni, lo bueno es su preocupación por los pobres y su obsesión por la equidad. Lo malo su falta de experiencia administrativa y su falta de sensibilidad por la buena gerencia. Lo feo es que varios de sus dirigentes más destacados y parte de sus militantes le han jugado a la corrupción, y sus partidos no han reaccionado con el fuste que se requiere.
Otras entrevistas con otros candidatos:
´´Tengo la gerencia eficiente y la política limpia. Bogotá es mi mayor compromiso´´ Entrevista con Rafael Pardo
´´Si soy elegida Alcaldesa me concentraré en gobernar y resolver los problemas que nos agobian´´ Entrevista con Clara López
´´Bogotá es una ciudad planeada en el vaivén de la guerra´´ Hollman Morris precandidato a la alcaldía de Bogotá
giovanniagudelomancera
periodista
Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional
síganos en twitter @giovanniagudelo
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Metro por el norte paras desestimular el uso del carro, buena idea, Votare por este candidato, no lo conozco pero necesitamos gente nueva con experiencia y sin mañas
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El costo de los desplazados debe ser asumido por la nación. El bolsillo de los bogotanos no alcanza para asumir a todos los desplazados que han llegado a la ciudad ni los que llegarán
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Estos son planteamientos serios que ojalá sean escuchados.
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