A propósito de Semana Santa, ¡Bogotá se ha vuelto un verdadero calvario!
Nunca se olvide de ‘echarse’ la bendición cuando salga de su casa en Bogotá amigo lector, y lleve todos los escapularios que tenga, porque lo que le espera es ¡un verdadero calvario!, y si llega sano y salvo a su casa, es porque tiene mucha palanca con ‘el de arriba’.
Empecemos diciendo que si se sube en esos triciclos, que operan ilegalmente como ‘taxis’, corre el riesgo de volcarse con su compañero del lado, por culpa del ‘Fitipaldi’ que va al mando del manubrio, pasando los policías acostados a 120 por hora, y cerrando los carros como conductor del SITP. Él no se romperá la cabeza al caer porque lleva un horrendo casco que lo protege, pero usted, recién bañado con champú y perfumado, tal vez no corra con esa misma suerte, y arruinará entonces su peinado y las gafas de sol recién compradas en el Parque Lourdes, en Chapinero.
Esos triciclos o ‘bicitaxis’ son lo más antiestético e inseguro que existe, además de mostrar atraso, estorban y desentonan, la ciudad parece un pueblo. Ojalá Peñalosa no los legalice, porque, aunque les ponga ‘cambios’ y los vuelva en teoría más cómodos, el ‘choque’ cultural y de movilidad que producen no va a mejorar, además, versiones muy serias hablan que están en poder de monopolios, y eso tampoco es bueno, porque quien maneja el triciclo termina trabajando para unos ‘encorbatados’, mientras él gana una miseria, y hace el trabajo sucio, eso sí, bien sucio.
Regresando al calvario, si corona, y logra llegar a la estación de Transmilenio, tendrá que soportar una ‘cola’ sin fin para comprar su pasaje, a no ser que tenga cargada la tarjeta, si no, a esperar que el único taquillero lo atienda, porque los otros dos están comentando la ‘narcomorbonovela’ de la noche anterior, que emite cualquiera de esos dos ‘canales privados nacionales’, que solo embrutecen a la audiencia. Menos mal, según los resultados de la reciente entrega de premios India Catalina, la gente prefiere la televisión pública, aunque nosotros particularmente no creemos en eso, es puro ‘contentillo’, para mostrar una tal pluralidad que no existe, disfrazar el duopolio maldito, y así evitar que se licite un tercer canal.
Volviendo al viacrucis, después de soportar, 45 minutos o más, empujones, ‘chalequeos’, pisotones, insultos, manoseos y otros, finalmente podrá subirse al articulado, (no siempre al que usted necesita porque lo suben a la fuerza en otro), ¡y ahí si fue Troya! De seguro quedará pegado a la puerta con su cara ‘espichada’ contra el vidrio, sin siquiera poder mover un dedo. Tendrá que aguantar más empujones, más ‘chalequeos’, más pisotones, más insultos, más manoseos y otras más agresiones físicas y verbales, ‘músicos’, todos de ‘género rap’, desafinados y con estridentes amplificadores, cualquier cantidad de mendigos, o lo que es peor, horrorosos personajes con armas corto punzantes que lo intimidan para que entregue sus pertenencias, (eso si logra sacarlas del bolsillo, aunque no se preocupe, ellos lo harán por usted), ante la mirada atónita de los demás pasajeros, que se hacen los de la vista gorda, o los de los oídos sordos, todos chateando con su celular inteligente o escuchando la W, porque la básica de Caracol, la básica de RCN, Blu Radio, o la FM, (con Vicky o sin Vicky), no le dan ni en los tobillos a la radio moderna e informativa que ha posicionado Julito.
Si tiene que hacer transbordo, y pasar por ejemplo el eterno túnel del Ricaurte, encontrará más vendedores ambulantes que en una feria de pueblo, algunos honestos, otros ‘campaneros’ de los ladrones, quienes en segundos lo despojarán de su ‘smartphone’ de manera inteligente. Con Peñalosa, cada día hay menos vendedores, pero aparecen de nuevo como por arte de magia.
Quienes usan el bus urbano tradicional pasarán el mismo suplicio, solo que no abordaran en las estaciones del Transmilenio, sino en los paraderos improvisados a mitad de la calle, tendrán que subirse por la puerta de atrás y viajar colgando de la puerta como bananos. Si logran entrar al destartalado bus entonces también les sirve el párrafo donde decimos que «tendrán que soportar más empujones, más ‘chalequeos’, más pisotones……»
Para los que se desplazan en el SITP les aplica lo mismo que los del bus urbano tradicional, lo único diferente es que no subirán por la puerta de atrás, ni colgarán como bananos, pero siguiendo con la temática de las frutas, quedarán ‘espichados’ como uvas pasas, observando atónitos como estos conductores ‘cierran’ a cuanto ciclista, transeúnte u automotor pasa a su lado, eso si no aparecen varados, o con luces estacionarias, en cualquier punto de la ciudad causando trancón.
Son carros, en su mayoría, ‘maquillados’, ‘repotenciados’, y muy mal manejados, por ‘buseteros’ que migraron a ese sistema de transporte.
SI por fin usted logra bajar del articulado, del SITP, o del destartalado bus urbano, sano y salvo, a punto y a tiempo, entonces ¡ahora sí comienza el peligro! porque debe trasladarse por las calles hasta llegar a su destino, exponiendo su integridad física, arriesgándose a que lo atraque una pandilla de jóvenes drogados, un indigente, un desadaptado hincha de fútbol, o tal vez una pareja muy bien vestida y de acento raro, que mientras le pregunta una dirección, le ‘echa’ escopolamina, lo sube a un carro, y luego de saquearle todas sus tarjetas, y de quitarle sus joyas y su efectivo, entonces lo arrojará a uno de los potreros o humedales de la sabana de Bogotá. Bueno, humedales casi ya no quedan, porque hacen edificios en ellos, como lo que quiere hacer Peñalosa en la reserva forestal ‘Thomas van der Hammen’.
Retomando el suplicio, si llega con suerte a su trabajo, estudio o cualquier destino, el peligro ha pasado por unas horas, mientras sale a almorzar, porque le pueden robar su celular mientras que ‘whatsapea’ por la calle, con el palillo entre los dientes, o le pueden sacar su billetera del bolsillo de atrás, cuando se arregla el nudo de la corbata, comiéndose el helado de postre, caminando con sus amigos oficinistas, apropiándose con ellos de toda la acera, con paso tortuga, obstruyendo el paso a los demás transeúntes.
Si aún no le ha pasado nada a esta altura del día entonces lo que le espera de regreso a casa ¡es mucho peor!, mucha más congestión en las estaciones de Transmilenio o SITP, o en los paraderos improvisados a mitad de calle para los destartalados buses urbanos tradicionales, muchos más empujones, muchos más ‘chalequeos’, muchos más pisotones, muchos más insultos, muchos más manoseos y otras muchas más agresiones físicas y verbales. Además, muchos más músicos, todos de ‘género rap’, con estridentes amplificadores, y cualquier cantidad de mendigos o personajes con armas corto punzantes que lo intimidan para que entregue sus pertenencias, (recuerde, ellos las sacaran de su bolsillo por usted).
Si logra bajarse del articulado sano y salvo, a punto y a tiempo, le espera de nuevo el ‘Rally Dakar’ en el ‘triciclotaxi’; si este no da tres vueltas campana, pasando los policías acostados a mil por hora, entonces puede decir que coronó, aunque de pronto entrando a su edificio, o a su casa, pueda ‘abrazarlo’, una pareja muy bien vestida, como si usted fuera un amigo de toda la vida, que lo está esperando, simulando un feliz encuentro, entra con usted a su edificio o casa, y hace un trasteo de sus cosas, sin que el guardia de turno se dé cuenta porque está viendo la repetición del partido Fortaleza vs Millonarios, en Win Sports, el canal que todos ‘tenemos que ver’, no ‘el que todos queremos ver’, es que no hay, además de RCN, otro donde pasen el fútbol colombiano.
Los que tienen carro y están leyendo este artículo dirán que nos olvidamos de ellos, ¡pues claro que no! Lo primero que tendrán que sufrir, al salir de sus casas o apartamentos, es sortear la mano de huecos, ser cerrados por el ‘triciclotaxi’, y enfrentarse al peor trancón jamás imaginado, o tener que hacer, como es el caso de los habitantes de Marsella Antigua, un viaje hasta la Avenida Boyacá, viviendo cerca de la avenida 68, para poder salir del barrio, y luego regresarse por el eterno trancón de las Américas, calvario que dura unos treinta minutos, sencillamente porque ese sector quedó clausurado por el Transmilenio, y el retorno es para los articulados. Como allí no habita un concejal, congresista o senador de peso entonces no hay forma que ‘desembotellen’ ese vecindario. Hace muchos años un conocido político, que vivía en ‘Mazuren’, mandó a hacer una contravía por la paralela de la autopista norte, solo para entrar a su barrio, y no tener que hacer retornos ni nada.
Regresando al viacrucis en el que estamos, en los trancones los indigentes intentarán robarles su celular por el pequeño espacio que dejan al bajar el vidrio, (como hicieron con nuestro hermano Franklyn, en la carrera 15 con calle 76, con un cuchillo hechizo, intentando rayar su cara porque se negó a entregar su Smartphone, a la vista de todo el mundo). Los señores ‘limpiavidrios’ les ensuciarán su panorámico, aunque ustedes les digan que no, y si se les ponen bravos se llevarán tamaña insultada, igual tendrán que pagarles para que ahora sí se lo limpien, y qué decir de la cantidad de vendedores ambulantes que los incomodarán en cada semáforo y les harán comprar obligado. Aunque con Peñalosa ya hay menos, aparecen de nuevo como por arte de magia.
No se salvarán de las cerradas agresivas de los conductores de los SITP, o de los policías de tránsito, quienes en lugar de dar vía en los ‘choques de latas’ generarán más trancón, o porque ahora se dedican a cazar ‘marranos’ con sus ‘fotomultas’ en lugar de encargarse de hacer fluir el tráfico.
Si llegan sanos y salvos a su lugar de destino entonces les aplica el párrafo donde decimos que «el peligro ha pasado mientras salen a almorzar porque les pueden robar su celular mientras que ‘whatsapean’ con el palillo entre los dientes……»
Al regresar con su carro a su residencia les pasará lo mismo que en la mañana, esta vez con mucho más trancón, muchos más señores ‘limpiavidrios’, muchos más vendedores ambulantes en los semáforos, muchos más huecos y muchos más policías de tránsito causando trancón, con el agravante de no poder escuchar ‘La Luciérnaga’, porque la que está al aire es solo un mal remedo de la original, todos sabemos que «sin el Doctor Peláez apague y vámonos», (el nuevo conductor de ese legendario programa, tal y como lo advertimos, ni fu ni fa).
Al llegar a su casa o edificio les puede pasar lo que decimos en el párrafo «puede ‘abrazarlos’, una pareja muy bien vestida, como si ustedes fueran amigos de toda la vida, que los está esperando en el parqueadero o en el garaje de su residencia, simulando un feliz encuentro, entra con ustedes a su edificio o casa, y hace un trasteo de sus cosas sin que el guardia de turno se dé cuenta porque está viendo la repetición del partido Fortaleza vs Millonarios, en Win Sports, el canal que todos ‘tenemos que ver’».
Por falta de espacio y de tiempo no podemos describir el viacrucis que sufren otros ciudadanos en diferentes horas, sitios, trayectos, desplazamientos, actividades, pero es claro, que los bogotanos no nos sentimos seguros en nuestra capital, y sufrimos un verdadero calvario, un infame suplicio, mientras el nuevo alcalde se preocupa más por el cemento.
P.D. Les recuerdo amigos lectores nuestra campaña:
Ahora el reto es ayudar a Wilson, paciente con retraso sicomotor severo
¡Necesitamos su ayuda por favor!
giovanniagudelomancera
periodista
Tarjeta Profesional #8356 Expedida por el Ministerio de Educación Nacional
síganos en twitter @giovanniagudelo
lea más historias acá en La Sal en la Herida
www.giovanniagudelomancera.com
www.plumaindependiente.com www.gamacolombia.com
Que pereza este tipo otra vez quejándose.
Trabaje por Bogotá, trate de hacerla usted más vivible y verá como todo cambia alrededor pero dar basura y esperar a recibir algo diferente está complicado, con esa quejadera no va a ser capaz de ver lo bueno que se le acerque.
Califica:
Pues sí, en Bogotá hay muchas cosas que podrían funcionar mejor pero venir ahora a hacerse el sufrido después de aguantar 12 de años de alcaldías que no lograron sino profundizar los problemas y salir ahora a destacar esas cosas malas cuando no hay un Alcalde de sus afectos me hace ver que su parte ética deja mucho que desear, sea consecuente con sus militancia pero no se promocione como periodista «imparcial», claro que siempre está la excusa de decir que es un «periodista comprometido».
Califica:
Ese cuentico de que las personas no pueden o no deben quejarse o criticar porque no «aportan» soluciones, es solo una falacia argumental, propio de quienes se solazan en ese pueblo grande que es Bogotá,
Califica:
Muy bien Giovanni, la mejor crónica de los que dejó su adorada Izquierda tras doce años al poder de Bogotá…
Le ha servido de algo criticar? mejor vuelva a los posts de tono social, que su seudo-cinismo es de lo más cliché.
Califica:
Esta es la realidad que se vive, sin poesía, sin maquillaje.
Es extraño escuchar la verdad, porque a las personas les gusta más que se la disfracen, cuando alguien dice la verdad de temas como este le llaman criticón, pesimista, anti nacionalista, etc.
Califica:
Pelao, todo lo que menciona, con la excepción de lo de la reserva Van Der Hammen, es la herencia maldita del polopetro y sus delincuentes de izquierda. Arreglarlo tomará tiempo y voluntad ciudadana, no quejas y lamentos. Mejor siga ayudándole a discapacitados a conseguir sillas de ruedas, le va mejor y no queda mal.
Califica:
No se si quejarse sea la mejor manera de solucionar las cosas.
Califica:
Y usted qué hace por ayudar? Como siempre sólo criticar!
Califica:
Quejarse y criticar es lo más sencillo que es lo que usted hace. Yo veo en Bogotá una ciudad que está despertando de la horrible noche de la mal llamada izquierda colombiana. Este primer semestre no es mucho lo que vamos a ver, sin embargo los próximos tres años y medio Bogota volverá a ser esa ciudad con futuro que vislumbramos hace un poco más de 12 años y nada tendrá que ver con la descripción dantesca que hace de nuestra hermosa capital colombiana. Quisiera leer un artículo suyo donde proponga algo…
Califica:
lA bOGOTA HUMANA QUE NOS DEJO EL INEPTO DE PETRO Y SU RECUA DE SECRETARIOS .
Califica:
Pues hombre. Es cierto que la situación en Bogotá es díficil, pero usted claramente exagera. Yo personalmente tengo mis disgustos diarios por gente inculta, que cree que estan solos en la ciudad, y el resto somos paisaje. Pero creáme aun queda gente buena en esta ciudad.
Califica:
Le faltó lo más importante cuando llega al trabajo lo echan por llegar tarde jajjajaja
Califica:
De las peores publicaciones que he leído en este medio, con todo respeto, es mi concepto.
Califica:
Escriba algo q valga la pena, le apuesto q usted de muchos q van a otro país ven toda la cultura q tienen y cuando llegan acá siguen siendo los mismos marranos que nisiquiera ceden el pasó a los peatones.
Necesitamos escritos que aporten.
No BASURA
Califica:
Leo rápidamente y leo entre lineas, su ideología política de hablarlo muy sutilmente del burgo maestre, diré, del burro maestre anterior. Pues no lo conforma el tener ya el sitp, el tm, sino que ahora pone una persona en condición vulnerable, para solicitar ayuda para el metro. Soy un joven que cambio la mentalidad, de pobre y creame, el alcalducho Petro se victimizaba y eso generaba, lastima como su artículo, de usar en forma grotesca palabras, expresiones y otras del catolicismo, hasta hacerla moneda corriente. Por lo cual, para finalizar, donde esta su libertad de culto,pues si es católico respete su dignidad de serlo y no diga cosas ociosas y para ello alegorías para saber que ta cambiamos el chip de percepción frente a los gobiernos «izquierda criolla» que daño Bogota. Sino es católico, respete este culto, pues su tradición es grande y aun cuando bañado por malos jerarcas, es una parte de la rica diversidad y tradición del pueblo. Ave Cor Mariae
Califica: